Las tasas de referencia para créditos en dólares que se utilizan en Costa Rica empezaron a disminuir en respuesta al primer recorte de la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED) en sus tipos de interés.
La primera baja de la FED en su tasa de referencia desde 2020 ya impactó a indicadores como la Prime Rate o la Secured Overnight Financing Rate (SOFR), los cuales registraron reducciones en los días posteriores a la decisión de la Reserva.
La Reserva redujo sus tasas de referencia en 50 puntos base el pasado 18 de setiembre, pasando de un rango de 5,25%-5,50% a 4,75%-5,00%.
La Prime Rate, calculada en los Estados Unidos, experimentó una baja de 50 puntos base (p. b.) un día después de que el comité de política monetaria de la FED anunciara un recorte de igual magnitud.
El comportamiento de la Prime es relevante porque, junto con la SOFR, son dos de las principales referencias para la cartera de crédito en dólares en el sistema financiero costarricense, luego de la eliminación de la tasa Libor.
La Prime Rate se mantuvo por más de un año en 8,50%, su nivel más alto desde 2007, debido a que la Reserva Federal mantuvo sin cambios sus tasas en ese mismo lapso.
La Prime Rate reaccionó al alza de manera similar a como lo hizo a la baja, con ajustes casi inmediatos. Esta tasa de interés es la que los bancos comerciales de Estados Unidos ofrecen a sus clientes con mejor historial crediticio y está fuertemente ligada a las tasa de la FED.
Esto última es una diferencia respecto a la tasa básica pasiva (TBP), que es la principal referencia en los préstamos en colones, y cuyos movimientos para ajustarse a la Tasa de Política Monetaria (TPM) del Banco Central, suelen ser más lentos.
Amedeo Gaggion, director financiero y regional de Tesorería de Scotiabank, señaló que el dólar es una moneda fuerte y ampliamente utilizada en mercados internacionales. Ante esto, la profundidad y liquidez de estos mercados hacen que la transmisión de las tasas sea inmediata y, en muchos casos, anticipada.
“En los colones, el mercado es mucho más pequeño y el proceso de transmisión de tasas es más lento”, manifestó Gaggion, quien también indicó que ya ha habido reducciones en la Tasa Referencia Interbancaria (TRI), en ambas monedas. Esta se calcula en Costa Rica.
Cambios con rezago
En relación con la tasa básica pasiva, su reacción es más lenta a los ajustes de la TPM ejecutados por el Banco Central de Costa Rica (BCCR).
Incluso, la TBP comenzó a reducirse de forma constante hasta mayo de 2023, a pesar de que la primera baja en la TPM se observó en marzo de ese mismo año, luego de que el indicador se mantuviera en un máximo de 9% por varios meses.
Actualmente, la TBP se sitúa en 4,28%. Para alcanzar una reducción de una magnitud similar a la de la Prime Rate (50 p. b.) hay que retroceder casi cinco meses, hasta inicios de mayo de 2024, cuando estaba en 4,77%.
La tasa SOFR, publicada por el Banco de la Reserva Federal de Nueva York, se calcula diariamente con base en la información del mercado de recompras de bonos del Tesoro de los Estados Unidos, y también comenzó a reducirse tras el anuncio de la FED, luego de un periodo prolongado de estabilidad en torno al 5,35%.
En esta tasa, que se calcula a plazos de 30, 90 y 180 días, los ajustes son más lentos, pero las tres referencias tuvieron reducciones de 0,13, 0,04 y 0,02 puntos, respectivamente. La referencia a seis meses, que es la más común, se ubicó en su nivel más bajo desde octubre de 2023.
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Laura Moreno, vicepresidenta de Relaciones Corporativas del BAC, manifestó que cada tasa de referencia, ya sea la Prime Rate, TRI o TBP, tiene detrás una metodología de cálculo que define el valor del indicador. De esta metodología depende la velocidad con la que se reflejan los cambios.
José Antonio Vásquez, director de Finanzas del Banco Nacional, aseguró que la velocidad en el traslado de las tasas de política monetaria a los tipos de referencia en el mercado depende de múltiples factores.
Entre ellos mencionó la liquidez del mercado, el nivel y diferencial entre las tasas de colones respecto a las de dólares, las expectativas de los agentes económicos y la metodología de la tasa de referencia, entre otros.
En cuanto a la tasa TRI, calculada en dólares y colones por la Cámara de Bancos de Costa Rica, muestra un comportamiento relativamente estable durante las últimas semanas.
Este indicador es una familia de tasas que se calcula para diferentes plazos, con base en las tasas de captación de las entidades. Para setiembre, el ajuste en uno de los plazos principales (seis meses) fue mayor en dólares.
La referencia para seis meses en moneda extranjera pasó de 3,88% a 3,35% en lo que va del mes, mientras que en colones se redujo de un máximo de 5,14% a 4,98%, según datos del BCCR.
“Es natural que el ajuste de las tasas en dólares a nivel externo se refleje más rápido en las tasas de dólares a nivel local, puesto que el efecto es más directo y depende menos de otros factores”, afirmó Vasquez.
En relación con las tasas de interés que utilizan los bancos para los créditos en dólares, entidades como Scotiabank usan la SOFR y la Prime Rate, mientras que el Banco de Costa Rica (BCR) emplea esas dos y la TRI.
Incentivo para endeudarse en dólares
Rocío Aguilar, superintendente de la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef), consideró que el Banco Central aún tiene espacio para bajar su TPM, dado que la inflación todavía se mantiene fuera del rango meta.
Aguilar señaló que esto puede ser un aliciente para que la tasa de interés no sea la variable determinante en la elección de la moneda en la que las personas van a endeudarse.
En ese sentido, Róger Madrigal, presidente del Banco Central, aseguró que buscan una relativa neutralidad en las tasas, de manera que las personas decidan en qué moneda ahorrar o gastar.
En esa misma línea, Gaggion destacó que, si bien las tasas en dólares se ajustan más rápido a los movimientos de la FED, los intereses en ambas monedas han venido a la baja.
Ante esto, Gaggion consideró que los próximos pasos de política monetaria del BCCR podrían ser determinantes en las decisiones de los clientes sobre qué moneda utilizar para acordar sus préstamos.
Por su parte, Vásquez comentó que, si bien las menores tasas en dólares favorecen el crecimiento del crédito en esa divisa, el dinamismo mostrado proviene en gran parte de un crecimiento económico positivo y de una mayor demanda de sectores generadores de divisas.
Por esta razón, y dado que el Banco Central también replicó la decisión de la Reserva Federal, Vásquez argumentó que no se acentúan las presiones de una mayor demanda de crédito en dólares.
Fuerte crecimiento
En una conferencia sobre los resultados del Sistema Financiero Nacional y el Sistema Nacional de Pensiones, Rocío Aguilar destacó que el crédito total retomó una senda de crecimiento al cierre de agosto de 2024, con un aumento del 6,1%.
Esta dinámica es liderada por la colocación en dólares, con un crecimiento del 11,9%, en comparación con el 3,3% que aumentaron los préstamos en colones, según explicó la superintendente de Sugef.
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Ante este panorama, el riesgo cambiario aumentó, debido a que se registró un crecimiento del 22% en los deudores sin una cobertura natural, es decir, aquellos que no tienen ingresos en moneda extranjera.
“Cuando usted tiene un tipo de cambio mucho más elevado, como sucedió en algunos periodos, se observa que hay una menor cantidad de créditos en dólares otorgados a personas expuestas al riesgo cambiario”, manifestó Aguilar.
Con corte a agosto de 2024, el saldo de crédito en dólares al sector privado ascendía a $15.017 millones, por encima de los $13.480 millones del mismo mes del año pasado, según los datos del Banco Central.
Colaboró el periodista Óscar Rodríguez.