Óscar Esquivel, gerente de reservaciones del Hotel El Silencio Logde & Spa, en Bajos del Toro, Alajuela, cuenta cómo este establecimiento, como tantos otros, resultó muy golpeado durante la pandemia que entró al país el 6 de marzo del 2020. Hoy afirma que el 2022 ha sido excelente. Las ocupaciones son históricas, e incluso superan meses o años anteriores a la pandemia, lo cual les ha permitido emprender nuevos proyectos.
Un testimonio similar ofrece Guido Alfaro, pequeño empresario de la comunidad de Huacas, cerca de Tamarindo, en Guanacaste, que presta servicio de transporte a los turistas y alquila cuadraciclos.
“En Guanacaste, desde la apertura del Aeropuerto (de Guanacaste, en setiembre del 2020), ya nosotros empezamos a rodar la rueda, valga la redundancia (…) Durante la pandemia, teníamos dos carros para transportes y hoy tenemos cinco. También teníamos un poco de cuadraciclos, seis en ese momento; hoy tenemos 17. Ha sido exponencial el crecimiento”, manifestó Alfaro. Su tono de voz es diferente al que tenía en noviembre del 2020, cuando le dijo a El Financiero que no veía cuándo se iba a levantar de la caída.
La experiencia de Esquivel y Alfaro la confirman varios indicadores que muestran una recuperación importante en esta actividad que, hasta antes de la pandemia, era de una de las principales fuentes de divisas del país, y por lo tanto su recuperación impacta el mercado cambiario.
El turismo también arrastra a otras actividades como el transporte, emplea a cerca de 6% de los trabajadores del país (unas 133.000 personas en el trimestre que terminó en agosto) y los recursos que produce se distribuyen por todo el territorio nacional.
Entre los indicadores que muestran señales de recuperación figuran el ingreso de viajeros por todas las vías al país, la entrada de divisas por viajes, que incluye, principalmente, turismo y el índice mensual de la actividad económica de servicios de alojamiento y comida.
De acuerdo con las estadísticas que publica el Instituto Costarricense de Turismo, de enero a agosto de este año ingresaron 1.625.261 turistas por todas las vías, poco más del doble de los que entraron en el mismo periodo del 2021, pero todavía es el 73% del resultado del mismo periodo del 2019, antes de que comenzara la pandemia.
Por su parte, los registros de la Balanza de Pagos Trimestral muestran que en el primer semestre de este año ingresaron a Costa Rica $1.548 millones de divisas por viajes, que incluyen, principalmente, turismo. La cifra es 2,5 veces mayor que el primer semestre del 2021, aunque todavía es el 70% de lo que se recibió en el primer semestre del 2019, antes de la pandemia.
Estos viajes pueden ser personales o de negocios. Ejemplos de los primeros son por vacaciones, que es el grueso de este rubro, pero también participación en actividades recreativas y culturales, entre otros.
Estos ingresos explican, en parte, la abundancia de divisas en el sector privado que ha hecho caer el precio del dólar, según explicó el presidente del Banco Central, Róger Madrigal.
“El turismo, no solo en Costa Rica, parece que es un fenómeno global, después de dos años de estar la gente guardada, ahora está viajando más (...). Entonces el turismo ha sido muy bueno este año, muy muy bueno. En una época que se supone que es relativamente baja ha estado alta”, comentó Madrigal en una entrevista con este diario al citar los factores que influyen en el comportamiento del tipo de cambio.
Según el último Barómetro del Turismo Mundial de la Organización Mundial del Turismo (OMT), publicado el 26 de setiembre, las llegadas de turistas internacionales casi se triplicaron de enero a julio del 2022; aumentaron 172% en comparación con el mismo periodo de 2021, lo cual significa que, en el mundo, la industria se situó casi al 60% de los niveles anteriores a la pandemia.
El Banco Central había estimado, a inicios de este año, que recuperar los turistas y los ingresos por turismo que Costa Rica había logrado antes de la pandemia tomaría al menos un par de años más; es decir, hasta el 2024.
Consultado sobre si podría ser antes, Madrigal reconoció que eso le indican. Sin embargo, todavía la información es de muy corto plazo y no sabe en realidad si es un fenómeno transitorio o permanente.
Turismo recobra valor
El índice mensual de la actividad económica en alojamiento y servicios de comida, de julio del 2022, que muestra la producción de esta industria, se ubicaba en 95% del valor que tenía en julio del 2019, antes de la pandemia.
Rubén Acón, presidente de la Cámara de Turismo de Costa Rica, comentó que la recuperación ha sido mejor de lo esperado.
“Nosotros, el año pasado, estábamos considerando que la recuperación de nuestro sector, en términos del número de turistas internacionales y de ingreso de divisas, se iba a dar hasta el 2024, pero ahora estamos estimando que esa recuperación se va a dar en algún momento del 2023”, aseveró Acón.
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Agregó que este año han ingresado más turistas, pero también el turista que viene es de un mayor nivel de ingresos, principalmente desde América del Norte (Canadá, Estados Unidos y algo de México).
Por su parte, Planeamiento y Desarrollo Turístico del Instituto Costarricense de Turismo (ICT), también indicó que la restauración ha superado las expectativas.
“La recuperación observada es un poco mayor que las expectativas de crecimiento que se tenía a principios del 2022 donde todavía existía mucha incertidumbre sobre la forma en que estaba reaccionando el turismo internacional”, indicó el ICT.
La institución rectora estima que esta recuperación, en parte, obedece a la mejora paulatina de los mercados internacionales, de los vuelos y asientos de avión para viajar a los destinos, el mantenimiento de la calidad del producto turístico y las acciones de mercadeo que han desarrollado.
El ICT también explicó que el viajero que viene a Costa Rica se sigue caracterizando por consumir muchos productos. Por ejemplo, ecoturismo, aventura, playa, deportes, fincas agroproductivas, cultura y bienestar. El país es un destino que atrae perfiles afines a los mejores prospectos de demanda internacional.
Otra característica es que no hay evidencia de concentración geográfica para el consumo de los productos y, por lo tanto, pareciera que el patrón espacial de consumo es por todo el país. Esto último beneficia a que las divisas que ingresan también se repartan por el país.
Recuperación llega a los trabajadores
La mejoría que se nota en las llegadas y los ingresos se transforma también en empleo e ingresos para los trabajadores.
Según muestran las estadísticas del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), en el trimestre que terminó en agosto del 2022 se reportaron cerca de 133.00 trabajadores en hoteles y restaurantes. Este dato supera los casi 117.000 del mismo periodo del 2021, y los 107.000 del mismo periodo del 2020, que fue el año más golpeado por los cierres debido a la enfermedad.
A pesar de lo anterior, todavía está por debajo de los 139.000 que reportaron en el 2019, antes de la pandemia.
En términos de ingresos, también hay una recuperación. Los datos de la Encuesta Continua de Empleo del INEC mostraron en el trimestre que terminó en julio del 2022, un ingreso promedio mensual por trabajador de hoteles y restaurantes de unos ¢282.000, por encima de los ¢247.000 que había en el mismo periodo del 2019, antes de la pandemia.
Pese a la mejora, todavía hay retos importantes para que la actividad continúe creciendo en el país. Acón señaló, por ejemplo, que la infraestructura (carreteras, puentes, aeropuertos, muelles, fronteras, etc.) es un factor crítico para el sector y hay muchísimo riesgo, estrés y afectación, así como los efectos en el cambio climático.