Los recursos que dejan los visitantes extranjeros a Costa Rica se mantienen al alza, pese al moderado crecimiento económico mundial, y se convierten en un alivio para el país, el cual atraviesa un proceso de desaceleración de la producción.
En el segundo trimestre de este año el país recibió $889 millones por el gasto de extranjeros aquí, 5% más que el año anterior ($847,4 millones), y si se acumulan los últimos cuatro trimestres estos ingresos ya rozan los $4.000 millones, el doble de lo recibo 10 años atrás.
Los datos provienen de la cuenta de viajes de la balanza de pagos trimestral, en la cual se procura medir los gastos que realizan los extranjeros en el país para vacacionar, que es el grueso del monto, pero también por participación en actividades recreativas y culturales y por negocios, que abarca las tripulaciones de medios de transporte que hagan escala o estén de paso, y los funcionarios gubernamentales en viaje oficial.
En el caso del turismo, éstos provienen, principalmente, de Estados Unidos (44% del total según los ingresos de enero a agosto de este año), una economía que moderó su crecimiento económico en el segundo trimestre de este año a una tasa anualizada (se proyecta el trimestre para 12 meses) del 2,1%.
Otros mercados importantes son América Central (21% de los ingresos) y Europa (15% de los ingresos).
Según las perspectivas de la economía mundial del Fondo Monetario Internacional, a julio del 2019, el crecimiento mundial sigue siendo moderado con un pronóstico de 3,2% para el 2019, lo cual influye en los ingresos de los extranjeros que visitan Costa Rica.
“En medio de una coyuntura complicada, que incluía la exacerbación de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China y en el ámbito de la tecnología, así como una prolongada incertidumbre en torno al brexit, el ímpetu de la actividad mundial siguió siendo moderado en el primer semestre de 2019”, señaló el Fondo, en su informe.
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En el país, la actividad económica, medida por el índice mensual de la actividad económica, apenas creció 1,5% a julio; sin embargo, el rubro de actividades de alojamiento y servicios de comida aumentó 2,3%.
“Nosotros vemos con mucho optimismo la actividad económica en el turismo porque de alguna forma pareciera que está como abstraída de la desaceleración que se vive en otros sectores económicos costarricenses y esto se debe mucho a que el modelo de desarrollo turístico costarricense es muy sólido, gozamos de una imagen internacional de gran prestigio y seguimos siendo el destino predilecto de turistas de Estados Unidos, Europa y Canadá”, comentó Shirley Calvo, directora ejecutiva en Cámara Nacional de Turismo.
Rodolfo Lizano, director de Planeamiento y Desarrollo del Instituto Costarricense de Turismo añadió que el crecimiento en la llegada de turistas se mantiene de acuerdo a las expectativas del Plan Nacional de Turismo y es resultado de los esfuerzos que conjuntamente realizan sector público y privado en: atracción de inversiones y líneas aéreas; promoción y comercialización en mercados internacionales y mejoramiento de la calidad con la que se oferta el producto turístico innovador y diferenciado.
Calvo añadió, como factor positivo, también la diversificación de productos turísticos y la atracción de viajeros europeos que tienen un gasto promedio mayor.
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Fortalezas y debilidades
Para sostener el crecimiento de estos ingresos el país tiene áreas que corregir y también fortalezas que mantener.
Según un análisis realizado por el economista Dennis Meléndez del Índice de Competitividad de Viajes y Turismo 2019, una iniciativa del Foro Económico Mundial, Costa Rica se encuentra en el lugar 41 entre 132 países (entre menor el número, mejor está el país).
Entre las fortalezas del país, según este indicador, están el acceso de los turistas a las tecnologías de información (principalmente acceso a redes de Internet), el trato humano de los trabajadores de los sitios turísticos y servicios relacionados y en las políticas turísticas, en donde el país tiene el quinto lugar a nivel mundial. Esto incluye, por ejemplo, el apoyo gubernamental en campañas publicitarias. Además de las reservas naturales, áreas protegidas y protección de especies en peligro de extinción.
Sin embargo, hay temas en los que el país debe mejorar, en algunos casos no porque esté mal sino porque otros países, especialmente competidores, están avanzando más rápido, señaló el economista.
Por ejemplo, en el entorno empresarial el exceso de trámites burocráticos y trabas que deben cumplir los empresarios.
Añadió como punto débil la seguridad, pues el país se ubica en el lugar 75 a nivel mundial, Chile en el 49 y Nicaragua en el 54.
Añadió que el país sale mal en el indicador de salud e higiene, en donde se ubica en el lugar 85 y esto es por la parte de higiene que tiene que ver con el ambiente y el control sanitario; por ejemplo, la basura en las ciudades, malos olores, contaminación en las acequias y ríos. El país sí sale bien en hospitales y control de enfermedades.
“También tenemos una alerta en control ambiental, por el mismo tema de la higiene y control de desechos sólidos, pero sobre todo por la mala disposición de las aguas residuales y el elevado número de pozos negros que contaminan las aguas subterráneas", comentó Meléndez.
Otro punto débil es la infraestructura, lo cual se atenúa un poco por los buenos hoteles, cajeros automáticos y rent a cars.
Meléndez también apuntó que la pérdida de competitividad cambiaria y nuestra fama de país caro no nos favorece.