Buenos Aires, 9 may (EFE).- El primer cargamento de combustibles adquirido en Venezuela para mitigar la crisis energética de Argentina llegó ya al país, aunque la recepción oficial tendrá lugar el próximo martes en Buenos Aires.
Está previsto que el ministro venezolano de Energía y Minas, Rafael Ramírez, asista ese día a la recepción del barco "General Ezequiel Zamora" en el puerto de la capital argentina, confirmaron a EFE fuentes diplomáticas venezolanas.
El buque cargado con 50.000 toneladas de fuel, un sustituto del gas elaborado por la empresa estatal PDVSA, arribó a aguas argentinas el sábado y fondeó en la bahía de Samboronbón, a unos 248 kilómetros de Buenos Aires, donde hoy se estaba procediendo a traspasar parte del combustible a barcos más pequeños.
Con el máximo de carga, el "General Ezequiel Zamora", de 230 metros de eslora y 32 metros de manga, tiene un calado de 15 metros, lo que hace imposible que pueda entrar en la dársena del puerto de Buenos Aires, de ahí la necesidad de "alijar", como se denomina la operación que se realiza hoy.
El envío es fruto de un acuerdo suscrito entre ambos países mediante el cual Argentina adquirirá combustibles venezolanos a precios internacionales pero con facilidades de pago, y con los desembolsos Venezuela formará un fondo fiduciario para comprar alimentos y otros productos argentinos, que será administrado por bancos de fomento de los dos países.
En total, Venezuela enviará aproximadamente un millón de toneladas de combustible por un precio de 200 millones de dólares.
El combustible venezolano se utilizará fundamentalmente para centrales eléctricas térmicas que hasta ahora funcionaban a gas y permitirá ahorrar 17 millones de metros cúbicos diarios de ese tipo de fuente de energía, según fuentes oficiales.
Argentina sufre una escasez de gas natural, que, según el Gobierno, se debe a que las empresas que explotan los yacimientos no hicieron las inversiones a las que estaban obligadas, lo que las compañías, que tienen sus tarifas congeladas desde 2002, han negado.
Además, la demanda creció con la reactivación económica y al comienzo del otoño, el Gobierno se encontró con que no habrá suficiente gas para cubrir las necesidades internas en los meses más fríos del año, lo que le llevó a racionar los envíos a Chile y a lanzar un plan de ahorro energético que comprende penalizaciones para los consumidores privados que gasten de más.
La crisis se ha hecho ya notar en la industria y ha provocado tensiones con Chile, que importa desde Argentina el 90 por ciento de su consumo de gas natural y genera el 37 de su energía eléctrica a partir de ese producto.
El Gobierno argentino ha suscrito además un acuerdo para adquirir gas boliviano y ha acordado con Brasil el envío de energía eléctrica. EFE
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