Por Víctor Martín
Nueva York, 1 sep (EFE).- Los precios de la gasolina no paran de subir en el mercado de Nueva York y en las gasolineras, en muchas de las cuales superan ya los tres dólares, a causa de los daños causados por "Katrina" en refinerías y los sistemas de distribución.
A pesar de ello, las colas de automovilistas que aguardan a llenar los depósitos antes de que se acabe el combustible o de que se encarezca aún más, son cada vez mas frecuentes, algo que no sucedía desde la crisis de abastecimiento de los años setenta.
Los precios de los contratos a futuro de gasolina aumentaron hoy con fuerza, por cuarto día consecutivo y los que tienen prevista su entrega en octubre cerraron a 2,4090, quince centavos más caros que el miércoles.
Algo similar ocurrió con el gasóleo de calefacción, cuyos contratos para octubre finalizaron a 2,1985 dólares, 11 centavos por encima del valor de la sesión anterior.
El petróleo de Texas para octubre mientras tanto volvió a superar los 69 dólares por barril, después de una moderada alza.
El mercado neoyorquino tendrá mañana una jornada más corta de lo habitual y no está claro cómo ajustarán sus posiciones los operadores, con la perspectiva de no reanudarse la actividad hasta el martes después de un fin de semana lleno de incertidumbre.
La escalada en los precios de los combustibles refleja la inquietud ante un eventual recorte en el nivel de oferta cuando se registra una elevada demanda.
Expertos de la Agencia de Información de Energía (EIA, siglas en inglés), la división analítica del Departamento de Energía (DOE), destacaron en su último informe que una situación como la causada por "Katrina" era lo que más temía el mercado desde hace meses.
Subrayan que existe la impresión de que el efecto negativo de este último huracán "puede ser más duradero" para la producción de las refinerías y en el sistema de distribución de lo que ocurrió el pasado año con el "Iván".
La Oficina de Garantía Energética (OEA), dependiente del DOE, indicó hoy que una decena de refinerías en Luisiana, Texas, Indiana, Ohio, Tennessee e Illinois han reducido sus operaciones o parado por falta de materia prima.
Otras ocho refinerías en Luisiana y Misisipi están paralizadas y algunas de ellas con daños por inundación.
En cuanto a la actividad en el Golfo de México, se mantiene paralizada en torno al 90 por ciento de la producción, lo que equivale a una perdida de 1,3 millones de barriles diarios.
Desde el pasado viernes se han perdido alrededor de siete millones y medio de barriles, o el 1,3 por ciento de la producción anual, según datos difundidos hoy por la Minerals Management Service (MMS), la agencia federal que gestiona la explotación petrolífera en esa región.
Algo más favorable se percibía la situación en el Luisiana Offshore Oil Port (LOOP), donde se calcula que podría reanudar en breve algunas operaciones de descarga, así como en los sistemas de trasvase de crudo desde el sur a otras zonas estadounidenses.
El sistema Colonial, por el que se transporta gasolina, diesel y otros combustibles desde Texas a toda la zona atlántica, operaba hoy a un ritmo de 750.000 barriles/día, lejos aún de los 2,4 millones de barriles que tiene de capacidad.
Otro sistema, denominado Plantation, por el que discurren combustibles desde Luisiana hacia el este de EEUU, operaba hoy al 25 por ciento de capacidad y se confía en alcanzar el 50 por ciento el viernes.
El funcionamiento de estos dos sistemas y de otros que se han visto afectados por la falta de suministro eléctrico es vital para las refinerías.
"El efecto que al final tendrá Katrina en los mercados del petróleo dependerá de la rapidez con que la industria, y en particular las refinerías, sean capaces de recuperar el nivel anterior al huracán", señala la EIA.
El presidente de EEUU, George W. Bush, reconoció hoy que va a resultar difícil hacer llegar gasolina a algunos mercados domésticos y recomendó a los automovilistas que ahorren combustible y no lo compren si realmente no lo necesitan. EFE
vm/tg