El incremento en el uso de la caña de azúcar y sus derivados y residuos para producir etanol podría causar trastornos a otros sectores productivos.
Uno de los casos más posibles es el del sector pecuario, que ya sufre algunos síntomas de escasez de melaza para alimentación de ganado especialmente.
La melaza se utiliza para mezclar con otros alimentos, de tal manera que hace más digerible y más apetitosa la comida. Se utiliza sobre todo en época seca, cuando gran parte de los animales se alimentan con pacas de zacate, heno y otros materiales. La melaza se emplea permanentemente cuando el ganado no se encuentra en potreros.
Hasta hace algún tiempo este material de residuo de la caña se usaba exclusivamente para animales. Ahora se destina cada vez más para la elaboración del alcohol carburante o etanol.
Marco Antonio Chaves, titular de la Dirección de Investigación en Caña de Azúcar (Dieca), advirtió que conforme crezca la demanda para etanol se va reduciendo la existencia de residuos para otras actividades agrícolas.
También se deben tomar medidas para garantizar la existencia de caña para fabricar azúcar.
Un gran desarrollo agrícola para etanol podría causar trastornos ambientales. Chaves dijo que no se debe solucionar un problema para crear otro.
Por eso, un programa debe llevar obligatoriamente el objetivo de ser amigable con la naturaleza.