Washington. Un juez federal falló ayer que Microsoft es un monopolio, una decisión que convierte al imperio construido por Bill Gates en blanco de graves sanciones e incluso una orden de subdividir la empresa en varias corporaciones.
La decisión adoptada por el juez de distrito, Thomas Penfield Jackson, es un importante revés para Microsoft Corp., así como un claro reconocimiento de la expandida influencia del gigante del software, cuyo producto Windows se encuentra en casi todas las computadoras del mundo.
Pero, ello no necesariamente significa que la empresa perderá el caso. La ley federal generalmente prohibe a las empresas la manutención del poder monopólico a través de prácticas comerciales ilegales, pero no a lograr su éxito con la venta de productos populares ni a no tomar decisiones comerciales agresivas.
Microsoft emitió un comunicado en el que califica los comentarios del juez "apenas un paso en un proceso en marcha, con muchas más etapas por delante. Tenemos confianza en que el sistema legal estadounidenses respaldará al final nuestra posición y que nuestras acciones beneficiarán a los consumidores".
El subprocurador general Joel I. Klein dijo que "esta es una gran victoria para los consumidores" en los Estados Unidos.
El juez escribió: "Microsoft ha demostrado que usará su prodigioso poder comercial y sus inmensas ganancias para hacer daño a toda firma que insista en tomar iniciativas que pudieran intensificar la competencia contra alguno de los productos básicos de Microsoft".
El tribunal podría rendir un fallo definitivo para fines del año, y se espera que dicte cualquier penalidad o remedio el próximo año.
Sanciones
Jackson podría ordenar que Microsoft sea dividida en compañías menores que competirían unas contra otras. O podría escoger entre una gama de sanciones menores, como disponer que Microsoft permita a sus rivales vender y mejorar su producto principal, el sistema operativo Windows, o prohibirle a la empresa obstaculizar nuevas tecnologías que pudieran amenazar la supremacía comercial de Windows.
Es probable que los recursos mantengan el caso en las cortes por varios años, y aplacen cualquier castigo.
El Gobierno, que se gastó $7 millones en la demanda y utilizó decenas de miles de páginas de e-mail y otros documentos como evidencia, describió a Microsoft como una empresa abusiva de la industria. Abogados del Departamento de Justicia dijeron que la compañía utilizó su poder para minar otras tecnologías competidoras y desalentar el apoyo a sus rivales.
Consideraron improbable un arreglo fuera de los tribunales.
El Gobierno acusó previamente a Microsoft de romper un importante acuerdo en 1995, y la desconfianza mutua sigue viva. Bill Gates fanfarroneó en privado unos pocos meses después del acuerdo, al afirmar: "No hemos cambiado para nada nuestras prácticas", de acuerdo con evidencia presentada en el juicio.
El éxito de Microsoft, con un nivel de ventas de $19.700 millones este año solamente, no fue amenazado durante el proceso. El precio de sus acciones creció en más del doble desde que la demanda fue presentada y su software Windows es el sistema operativo del 90 por ciento de las computadoras. Su visualizador de la Internet, Microsoft Explorer -una vez considerado como de segunda clase-, es utilizado actualmente por casi tres cuartas partes de los 200 millones de usuarios de la Internet.
Cuando la revista Forbes citó el mes pasado a los 400 estadounidenses más acaudalados, tres de los cuatro principales ejecutivos debían su fortuna a Microsoft, incluyendo a Gates, que la semana pasada cumplió 44 años y tiene una fortuna de $85.000 millones.
Famoso por estar personalmente involucrado en casi todas las decisiones en Microsoft, Gates nunca compareció como testigo en el juicio.
La fiscalía presentó en lugar de ello casi ocho horas de declaraciones videograbadas.