Cinco de 10 marcas de café de alta calidad seleccionadas por catadores internacionales proceden del cantón de Naranjo, al occidente de Alajuela, de acuerdo con un informe del Instituto del Café de Costa Rica (Icafé).
Aunque la marca ganadora es de Tres Ríos –provincia de Cartago–, la segunda es de Naranjo y otras cuatro se incluyeron entre la decena seleccionada para venderse en una subasta, por medio de Internet, el 15 de mayo.
Ese resultado es producto de las cuatro cataciones regionales, que en esta ocasión contaron con jueces de Estados Unidos, Japón, Alemania, Gran Bretaña, Suecia y Costa Rica.
El Icafé y la Asociación de Cafés Finos de Costa Rica organizan anualmente esta catación y selección de las mejores marcas.
Las presentaciones ganadoras se ofrecen en venta en una subasta en Internet. La Asociación invita a compradores a participar en la subasta y a los interesados les envía una muestra de 300 gramos de cada marca para que los prueben y decidan su compra.
Mediante la subasta se logran precios superiores a los de referencia de la Bolsa de Nueva York, por lo cual se ha convertido en una herramienta importante para superar la actual crisis de cotizaciones.
Este año la marca ganadora fue Rosalía, de la firma Patalillo de Tres Ríos.
Le siguieron La Rosa, de Coopronaranjo, y Letho Tarrazú de La Meseta, de Tarrazú.
En los siguientes puestos quedaron Cortesa de Coopronaranjo; Herbazú (de beneficio Herbazú) de Naranjo; Hermanos Vindas (beneficios Palmichal) de Naranjo; Hacienda Salomón (beneficio Palmichal) de Acosta; Don Andrés (Coopepalmares) de Palmares; El Legendario (Coopetarrazú), de Tarrazú, y Sun Dried (beneficio F. J. Orlich), de Naranjo.
Bernal Corrales, gerente de Coopronaranjo, resaltó la presencia entre compradores internacionales que obtienen las marcas ganadoras.
Recordó que el año pasado ellos colocaron una marca entre las 10 primeras y vendieron en la subasta a más de $120 por quintal (46 kilos), mientras el precio en la Bolsa de Nueva York estaba alrededor de los $60 por ese volumen.
Las ventas son de pequeñas cantidades, pero lo relevante no es el volumen, sino el acercamiento de nuevos compradores.
Los comercializadores van seguros de la calidad del grano, pues es recomendado por los catadores internacionales.