El negocio de ropa y artículos usados traídos a Costa Rica desde Estados Unidos o Canadá es de peso. En los últimos cinco años, en promedio, el país importó 10.000 toneladas anuales de esos productos que comercian grandes y pequeñas empresas, así como familias que montan un emprendimiento desde sus casas o las redes sociales.
El tamaño del negocio lo reflejan los $60 millones que, en promedio, pagan por año los importadores por traer esta mercadería, revelan datos de la Promotora de Comercio Exterior (Procomer) al 2021. Los del 2022 todavía no están disponibles.
Según estos mismos datos, el 90% de las prendas provienen de Estados Unidos y Canadá (importaciones entre 2017 y 2021), pero Procomer tiene registrados 33 países de los cuales se ha traído este tipo de mercadería en ese periodo.
En el caso de Estados Unidos, las prendas generalmente son donadas por ciudadanos de esa nación a organizaciones de caridad y estas las venden para obtener recursos.
Existen diferentes modelos de negocio. Están quienes importan para sus tiendas en Costa Rica y ahí venden al público. También quienes importan para vender a tiendas u hogares, como es el caso de Amazing Pacas. Y, en los hogares, hay quienes venden directamente en sus casas o por redes sociales.
Al 31 de octubre de 2022, informó el Ministerio de Hacienda, había 487 contribuyentes inscritos en la actividad “venta al por menor de ropa usada”.
Ropa usada: importaciones y pago de impuestos
Con base en datos suministrados por Procomer y el Ministerio de Hacienda es posible tener una idea de la magnitud de este negocio.
FUENTE: PROCOMER Y DIRECCIÓN GENERAL DE ADUANAS || Patricia Leitón / LA NACIÓN.
¿Cómo es el proceso de traer la mercadería?
Carlos Salas, gerente general de Amazing Pacas, una tienda especializada en ropa, explicó que en el caso de ellos hacen la compra en el exterior y la pagan, y un agente de aduanas les realiza el trámite de importación. Contó que la forma más barata de transporte es el barco, el cual tarda entre seis y ocho semanas en llegar a Costa Rica. Un contenedor de 40 pies puede traer 500 pacas de mercadería de 100 libras (22 toneladas).
Una vez que llega al puerto costarricense, se requiere contratar un agente de aduanas para hacer el trámite de nacionalización.
Según el Ministerio de Hacienda, los “artículos de prendería, otros, usados para la reventa (ropa usada)” deben pagar cuatro impuestos: 14% de derechos arancelarios a la importación, 13% del impuesto al valor agregado, 1% de la Ley 6946 (1% Valor Aduanero Mercancías Importadas) y 10% de la Ley 9356 (Ley Orgánica de la Junta de Desarrollo Regional de la Zona Sur de la provincia de Puntarenas (Judesur).
En el 2022 el Gobierno recaudó ¢1.430 millones en impuestos por estas importaciones.
En el caso de Amazing Pacas, los clientes pueden comprar pacas de 50, 100, 500 o 1.000 libras.
“Una paca tiene como peso promedio 1.000 libras, pero hay diferentes pesos. La cantidad de prendas nunca es constante ya que vienen bastantes unidades, de diferentes tamaños y tipo de textil”, comentó Vanessa Calvo, vocera de Tiendas Sinaí y de la Asociación de Importadores y Comercializadores de Ropa Usada.
Salas añadió que los emprendedores, que generalmente son hogares o tiendas pequeñas, buscan pacas de 50 y 100 libras. Explicó que antes vendían un mínimo de 100 libras, pero abrieron la posibilidad de 50 libras con la pandemia, pues mucha gente que perdió el empleo se sumó a la venta, pero, para ello, necesitaba paquetes más pequeños para diversificar. De ahí que, en lugar de comprar una de 100 libras, adquieren dos de 50 libras, por ejemplo.
Salas indicó que tienen 400 clientes, de los cuales un 25% son tiendas pequeñas establecidas. Los demás son emprendedores, y por lo general son mujeres.
¿Cuánto cuesta una paca?
El precio de una paca varía según la calidad y las prendas que contiene, que pueden ser premium o regular, afirmó Carlos Salas, quien agregó que venden pacas desde ¢50.000 hasta los ¢500.000, dependiendo de la calidad y el peso.
Por ejemplo, una paca regular de ropa mixta de mujer costaba en noviembre, en promedio, ¢165.000 las 100 libras. Por ofertas del mes negro la bajaron unos días a ¢85.000. Una paca premium, mixta mujer, andaba, en promedio, en ese momento, en ¢330.000.
¿Cuál es el atractivo?
El auge de las prendas usadas no solo es en Costa Rica. Un informe de la plataforma ThredUp indica que el mercado de la reventa está creciendo a un ritmo 11 veces superior al del comercio minorista tradicional.
El resurgimiento de la moda vintage, el éxito del bajo costo y el reciclaje que ayuda al ambiente son elementos que impulsan la utilización de la ropa usada.
En el caso de Costa Rica, tanto Salas como Calvo consideran que hay dos factores clave: la situación económica y la conciencia ambiental.
Salas explicó que se consiguen artículos originales, pero a una fracción del costo y en buena condición para usarlo y en cuanto al ambiente hay muchos jóvenes buscando aportar al ambiente, reutilizando.
Del lado de los vendedores el desempleo ha sido un factor importante. “Con el advenimiento de la pandemia, pienso que el negocio tomó un segundo aire. Las ventas aumentaron porque hubo muchas personas que lamentablemente perdieron su trabajo”, explicó Salas.
“Recuerdo clientes que se dedicaban a hacerle muebles a condominios, y en ese momento se quedaron sin trabajo y la opción que optaron fue abrir una tienda de ropa americana”, añadió el empresario.
En el tema ambiental, Calvo añadió que existen estudios que han medido el impacto que tiene la producción de ropa, en consumo de agua, uso de materiales tóxicos, mano de obra que no cumple con estándares laborales internacionales, por lo que la conciencia sobre la reutilización de la ropa alarga la vida útil de una prenda que de otra forma contribuirá al problema de desechos sólidos.