Despertar en un domo geodésico en medio de la selva caribeña es la propuesta de Faith Glamping Dome Costa Rica, uno de los 80 emprendimientos seleccionados para la iniciativa Hecho en Limón. Dentro de esta red, la propietaria del hospedaje, Andrea Sánchez, encuentra proveedores para su operación y también aliados para promover iniciativas que potencien el bienestar en la provincia.
“Hace poco recibí la declaratoria turística del ICT bajo la modalidad posada de turismo rural de eco-glamping, así como el sello de bioseguridad de Safe Travels. Ahora tengo muchas herramientas que poner en práctica para seguir creciendo, posicionándome y creando experiencias únicas a mis clientes”, aseguró Sánchez.
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Este es uno de los objetivos del programa, concebido por la firma Lumi Consulting, de las especialistas en capacitación para el emprendimiento Georgianela Carpio y Mariana Ibarra. Las creadoras obtuvieron fondos de la Embajada de los Estados Unidos para llevar herramientas, capacitaciones y acompañamiento a personas emprendedoras.
Posteriormente, APM Terminals se sumó como socio estratégico, al aportar seis mentores para la atención individual dentro del programa.
“Sin duda sobrepasamos nuestras propias expectativas, cuando aplicamos a la convocatoria de la Embajada de Estados Unidos visualizamos un grupo pequeño de 20 personas, no sabíamos si la modalidad virtual sería bien aceptada. Hicimos la convocatoria y nos sorprendimos de la necesidad en estos procesos de acompañamiento: más de 260 personas mostraron su interés en participar y al final seleccionamos 80”, relató Carpio.
La reacción a la primera edición de Hecho en Limón se puede explicar debido a que el acceso a recursos para incubación y acompañamiento de negocios se concentra en la Gran Área Metropolitana. Algunas organizaciones como Auge y Parque Tec han manifestado su interés en ampliar el alcance de sus programas durante 2021, mediante plataformas virtuales. Sin embargo, suelen priorizar iniciativas tecnológicas por encima de negocios tradicionales.
El equipo de Lumi encontró en Limón participantes comprometidos con diferentes objetivos: unos llegaron por el interés en aprender cosas nuevas, otros directamente para mejorar en sus negocios. La edad del grupo seleccionado oscila entre los 16 y los 64 años, un 95% son mujeres y los emprendimientos incluyen cosméticos naturales, organización de eventos, joyería, huevos de pastoreo, alimentación, derivados de aceite de coco, fotografía, hospedaje, servicios legales, artesanías y una cooperativa de reciclaje, entre otros.
“En el camino vimos ideas para ponerse en acción y negocios adaptándose a las nuevas necesidades de sus clientes. De la entrevista inicial a la final vimos una transformación en cada persona participante. Sin duda, hay un antes y un después del programa de emprendimiento Hecho en Limón, para ellos y nosotras”, aseguró Carpio.
Deyfa Sutherland, propietaria de Karité Cosmetics & Academy, da fe de esos resultados, pues aseguró que ya había participado en otros programas de acompañamiento, y Hecho en Limón resultó mejor por el contenido y por el aporte clave: la generación de encadenamientos. Además, ahora tiene planes más claros para su empresa.
“A corto plazo estaré desarrollando una nueva línea de productos y a mediano plazo me veo llegando a otras zonas del país y exportando a otros países”, aseguró Sutherland.
En acción
Cada persona participante recibió 20 sesiones de capacitación en temas de emprendimiento y empoderamiento. Además, se programaron sesiones uno a uno con las facilitadoras del programa y con la persona mentora asignada, en donde se abordaron sus necesidades puntuales.
Tammy Spencer, coordinadora de Sostenibilidad y Responsabilidad Social Empresarial de APM Terminals, aseguró que la participación de la empresa se dio en el marco de su estrategia de impacto social.
“Hemos puesto todo nuestro esfuerzo para que Hecho en Limón sea exitoso y sostenible en el tiempo, con el fin de incidir en la reactivación económica de la provincia y el impacto social que puede tener en la comunidad”, comentó Spencer.
Al completar el programa, cada negocio obtuvo el derecho de utilizar este sello en sus etiquetas, empaques o redes sociales, con el fin de visibilizar su participación en la red de emprendedores limonenses.
También se les entregó un kit con todos los ejercicios prácticos de los talleres, para que pusieran en acción los conocimientos que se iban a adquirir en el programa, como: redactar su propósito, identificar a sus clientes ideales, plan de negocios, presupuesto, flujo de efectivo, plan de redes sociales, búsqueda de fondos, plan de acción, formalización, entre otros.
Mariana Ibarra, de Lumi Consulting, explicó que el éxito del programa fue entender a cada participante, escucharle y acompañar su crecimiento personal y el de su negocio.
“La idea es que en la red de emprendedores se apoyen entre sí y se puedan potenciar encadenamientos. Además, hemos desarrollado el sello Hecho en Limón, para que los clientes y aliados puedan reconocer la calidad y la autenticidad de los productos y servicios creados por emprendedores limonenses”, comentó Ibarra.
Yannicia Maxwell, de la empresa de decoración y eventos My Touch, confía en que el sello sea un aporte a su objetivo de seguir creciendo y posicionando sus servicios y su marca.
“Queremos ser referente en bodas de destino, aprovechando las bellezas del Caribe y la creatividad de My Touch para hacer eventos únicos. Ver el compromiso de las facilitadoras de Lumi me permitió tener más compromiso, aprovechar la oportunidad y salir con más puntos de los que vinimos”, puntualizó Maxwell.
Ahora el objetivo es replicar el programa y sumar a más generaciones, para fortalecer la red con la marca Hecho en Limón.