EscucharLa empresa Ad Astra evaluará las repercusiones de desinscribirse del mercado de valores de Costa Rica y planteará las implicaciones de retirarse o permanecer en bolsa ante sus accionistas costarricenses, el jueves 12 de setiembre.
Esto consta en el Hecho Relevante CHR-5472, publicado el 28 de agosto en el sitio web de la Superintendencia General de Valores (Sugeval), en el cual se convoca a los accionistas para discutir los planes futuros de la empresa.
En el documento, firmado por Franklin Chang Díaz, presidente de la compañía, se explica que el motor de plasma VASIMR se acerca al nivel de madurez tecnológica 5, donde el nivel 6 representa la prueba en el espacio.
La empresa indicó que la tecnología de este cohete ha sido financiada mediante una combinación de inversión costarricense y privada en Estados Unidos, así como con contratos no dilusivos con la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés), otorgados por el gobierno estadounidense.
Estos contratos se refieren a acuerdos de financiamiento en los que una empresa recibe fondos o recursos sin que se diluya la propiedad de sus accionistas. Esto significa que la empresa no tiene que ceder participación accionaria a la NASA ni emitir nuevas acciones a cambio del financiamiento.
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Sin embargo, la firma explicó que, de acuerdo con los procedimientos para el desarrollo y prueba de este tipo de tecnologías, deberán construir dos unidades de su primer modelo comercial del motor de plasma, cuyo costo asciende a aproximadamente $100 millones durante un periodo de cuatro años.
Ante esto, Ad Astra reconoció que, si bien gran parte de estos fondos podría provenir de contratos con el gobierno de Estados Unidos, requiere contar con opciones adicionales de inversión.
Bajo este escenario, la empresa señaló que considera acudir a los fondos de capital de riesgo en los Estados Unidos, debido a que estos cuentan con carteras especializadas en la industria aeroespacial.
“Al considerar los elementos que se requieren para este siguiente paso, deseamos reunirnos con nuestros accionistas costarricenses para explorar conjuntamente la mejor forma de posicionar a la empresa para este objetivo, incluyendo el alcance y las implicaciones de permanecer o retirarnos del mercado de valores costarricense”, se lee en el documento.
En el prospecto más reciente de Ad Astra, publicado el 6 de junio de 2024, la empresa señaló, como un riesgo, la posibilidad de dejar de cotizar las acciones en la Bolsa Nacional de Valores (BNV) y, en su lugar, negociarlas en una bolsa en Estados Unidos, Europa u otro país.
“El Directorio puede tomar la decisión basándose en una variedad de factores, incluida la percepción de que la cotización en una bolsa de valores diferente facilitaría la obtención de capital adicional”, se menciona en el informe de la empresa, fundada en 2005.
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De acuerdo con ese mismo documento, al 31 de diciembre de 2023 había 21.021.963 acciones ordinarias de la compañía emitidas y en circulación, de un total de 75.000.000. El monto autorizado es de $750.000, con un valor nominal de $0,01 por acción.
En total, el monto emitido y en circulación es de $210.221, mientras que el capital disponible a la fecha era de $539.779. La cifra mínima de inversión en la firma es de $25.000.
A esa misma fecha, había 2.122.300 equivalentes en acciones ordinarias de acciones preferentes. Actualmente, cada acción Serie A y C es convertible en 3.000 acciones ordinarias, y las D y E equivalen a 100, de acuerdo con el prospecto de la compañía.
Según los estados financieros de Ad Astra, la compañía experimentó pérdidas por un monto de $645.960 durante el año pasado, una cifra menor que la merma de $2,88 millones experimentada en 2022.
El jueves 29 de agosto, La Nación envió un mensaje de WhatsApp a Franklin Chang, presidente de Ad Astra, para conocer los planes futuros de la compañía. En la mañana del lunes 2 de setiembre también se enviaron consultas al correo de prensa de la firma, pero no se obtuvo respuesta.
