Las plataformas de hospedaje y alquiler de corta duración, Airbnb y Vrbo, experimentaron un crecimiento en su presencia en Costa Rica desde el 2019, lo que ha impactado tanto la oferta como la demanda de hospedajes, además de los precios promedio durante este periodo.
Un análisis realizado por La Nación, basado en datos proporcionados por AirDNA, una plataforma de inteligencia de hospedajes de corta estancia que acumula información de 120.000 mercados globales (ciudades y regiones) en este sector, confirma tal tendencia.
La información suministrada a este medio se extiende desde enero del 2019 hasta julio del 2023; pero se analiza a partir de julio del 2019 para considerar el factor estacional que interviene en el turismo a lo largo del año. Además, considera los hospedajes de ambas plataformas.
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Según la compañía, para el mes de julio del 2023, la cantidad de noches de hospedaje en Costa Rica ascendió a 332.208, en ambas plataformas. Este indicador suma todas las noches reservadas en todas las propiedades disponibles en la plataforma, en territorio nacional.
Este número representa un crecimiento del 90% en comparación con el mismo mes del 2019, cuando la cantidad de noches ocupadas durante el mes julio de 174.750.
La oferta de espacios también experimentó un aumento considerable. En julio de este año, 33.350 lugares de hospedaje ubicados en Costa Rica estaban listados en Airbnb y Vrbo. Esto representa un incremento del 27% en comparación con el mismo mes del 2019, cuando la oferta se limitaba a 26.223 hospedajes.
Gustavo Alvarado, director de Gestión Turística del Instituto Costarricense de Turismo (ICT) adjudicó este crecimiento a la mayor disponibilidad de oferta que se adapte a los intereses, presupuestos y otras variables de los turistas en un contexto cada vez más competitivo.
Al mismo tiempo, Alvarado añadió que si bien los costarricenses tienden a repetir algunos destinos de playa o montaña, existe una tendencia a visitar, cada vez más, destinos menos tradicionales, mientras que los turistas extranjeros usualmente se desplazan por diversas regiones del país.
Carlos Muñoz, director de Asuntos Públicos de Airbnb para Centroamérica y el Caribe, confirmó a La Nación que este crecimiento se ha manifestado tanto en zonas urbanas del país como en áreas no urbanas.
Muñoz atribuyó este aumento a “una serie de esfuerzos que la plataforma ha llevado a cabo en el país, junto con aliados y diversas entidades que han permitido la diversificación y el crecimiento en el turismo doméstico”.
Por su parte, Shirley Calvo, directora ejecutiva de la Cámara Nacional de Turismo (Canatur), explicó que la organización notó un incremento de más del doble en el uso de este tipo de hospedajes por parte de los turistas internacionales en comparación con los inicios de la pandemia.
Añadió que este tipo de hospedajes complementan la oferta en todo el país, y ofrece beneficios tanto para los anfitriones como para los turistas nacionales.
A pesar de eso, Calvo detalló que la Ley para la regularización del hospedaje no tradicional, que entró a regir el 1.° de junio del 2020 y creó un marco regulador para este tipo de hospedajes, tiene algunos vacíos legales, por lo cual su implementación podría aplicarse de forma más precisa.
Según datos de la Encuesta Aérea de No Residentes, aplicada en el 2021, los lugares de hospedaje no tradicional alcanzaron a 23,4% de los turistas no residentes que ingresaron por vía aérea por el aeropuerto internacional Juan Santamaría. Entre quienes ingresaron por el aeropuerto Daniel Oduber Quirós, ese porcentaje fue del 9,5% de turistas.
Pero el aumento de usuarios interesados en la plataforma no es el único factor en ascenso. El precio promedio de los hospedajes de Airbnb y Vrbo también experimentó un incremento en los últimos cuatro años.
Según las cifras de AirDNA, el precio promedio en dólares, por noche de alojamiento, se elevó en 21% durante este periodo; y 6% en los últimos 12 meses.
Para julio del 2023, el precio promedio de una noche en un hospedaje de este tipo en Costa Rica fue de $257,83, equivalente a aproximadamente ¢137.944 al tipo de cambio de referencia del BCCR, para este 17 de octubre.
En términos generales, Muñoz consideró que el crecimiento de la actividad en Costa Rica se debe, en gran medida, a la efectiva promoción del destino por parte de las autoridades costarricenses.
Comunidades se diversifican
El vocero de Airbnb para Centroamérica y el Caribe también explicó que parte del auge de la plataforma en el país se debe a la diversificación de comunidades que ahora ofrecen hospedajes a los huéspedes.
Según el reporte de Democratización del Turismo, presentado por Airbnb en agosto, desde que comenzó la pandemia, más de 20 comunidades costarricenses recibieron su primera reserva por medio de Airbnb.
Entre estas comunidades, se destacan lugares como Guadalupe de Zarcero (Alajuela), Vuelta de Jorco en Aserrí, La Cuesta en Corredores (Puntarenas), Peralta en Turrialba y Limoncito en Coto Brus (Puntarenas).
Erick Arce, presidente de la Cámara de Comercio y Turismo de Zarcero, explicó que sí existe un aumento en el hospedaje no tradicional, pues la cámara ha notado que muchos vecinos del cantón han instalado cabañas turísticas o adaptado sus hogares para recibir a turistas por medio de plataformas.
Según Arce, esa mayor oferta responde a esfuerzos en la demanda por parte de distintos cantones de Occidente en el desarrollo de puntos turísticos, por lo que los turistas que van a un destino en un cantón específico, visitan las atracciones de las otras comunidades por las que pasan.
Por eso mismo, explicó que la Cámara de Zarcero se concentra en “crear destinos”, para diversificar el atractivo más allá del parque cantonal.
En todo el país, las noches reservadas por costarricenses en zonas no urbanas por medio de Airbnb se duplicaron en el 2022, según el reporte de la empresa.
Aunque las categorías de hospedaje tropical, cercano a parques nacionales, de playa o donde se pueda surfear, son las más reservadas en Costa Rica, el hospedaje en zonas urbanas también creció, según Muñoz.
El vocero de Airbnb señaló que, durante la pandemia y las restricciones a los viajes internacionales, las personas comenzaron a utilizar Airbnb para descubrir nuevas joyas naturales y culturales dentro de su país. Esta tendencia continúa incluso después de la pandemia.
La gente no solo viaja localmente, sino que también descubre nuevos destinos locales. A medida que salimos de la pandemia (...) los locales que viajan en Airbnb para conocer su país es una tendencia que se mantiene y además sigue creciendo”
— Carlos Muñoz, director de asuntos públicos de Airbnb para Centroamérica y el Caribe
Según una encuesta de Airbnb realizada entre los huéspedes que se alojaron en Costa Rica en el 2022, el 39% indicó que la razón principal para utilizar la plataforma era ahorrar dinero, el 43% buscaba una experiencia más auténtica y alejarse de las zonas turísticas, mientras que el 14% deseaba flexibilidad en cuanto al calendario o el destino de su viaje.
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