En el 2015, a sus 15 años de edad, Andrés Pacheco ya era un aficionado al ejercicio, por lo que su principal pasatiempo era asistir al gimnasio y hacer dietas adaptadas a su progreso físico. Sin embargo, este joven amante del helado, tenía dificultades para encontrar productos que se adaptaran a sus necesidades nutricionales.
Fue ahí donde, junto con su padre, decidieron iniciar New Life, su propio emprendimiento en el que distribuye snacks saludables que pueden ir desde un yogur, hasta paletas de helado sin azúcar y altos en proteína.
Hoy, este vecino de Curridabat cuenta a La Nación que esa no fue la primera idea que le pasó por la mente para tener su propio negocio relacionado con la cultura fitness.
Recordó que en el 2015, él y su papá viajaron a una de las ferias de fisicoculturismo más importantes del mundo: Mr.Olympia, donde fue con la intención de analizar el mercado de suplementos nutricionales. Sin embargo, Pacheco mencionó que el comercio e importación de estos productos tiene una dificultad logística muy pesada, por lo que desistió de ese mercado en específico.
LEA MÁS: Jorge López y su empresa familiar encontraron en la pitahaya la clave para crecer
Para iniciar la empresa, Andrés Pacheco subcontrató a un tecnólogo de alimentos para que desarrollara los productos, los cuales empezó a fabricar en su propia casa. Con el tiempo, sus productos se empezaron a vender en los Automercado y en los Vindi, por lo que la demanda aumentó y tuvo que contratar a un tercero para que fabricara los productos bajo las mismas recetas.
Así, la empresa que empezó como una venta de paletas se convirtió en una empresa de distribución con más productos, y que ahora vende entre 50.000 y 60.000 paletas al mes.
Liderazgo joven
Pacheco recordó que en su primera reunión con uno de sus clientes, él aún era menor de edad, y asistió con ropa deportiva. “Me preguntaron ‘¿en dónde está su papá?’, y les dije que era solo yo”, contó.
Cada vez es menos común que un emprendedor inicie su negocio a los 15 años, mientras va al colegio, como fue el caso de Andrés. Él explicó que parte de las dificultades de dirigir una empresa a tan corta edad es que hay que hacer un mayor esfuerzo en generar una buena reputación, pues no siempre todas las personas mantienen la credibilidad en los liderazgos jóvenes.
El emprendedor también mencionó que ha tenido que ejecutar distintas estrategias para poder hacer crecer su negocio, como visitar distintos consultorios de profesionales en nutrición y brindarles muestras de sus productos.
Parte de las estrategias se presentan como oportunidades y otras como decisiones forzadas, todas han ayudado a que la empresa crezca. Por ejemplo, en pandemia, New Life se vio obligada a implementar el servicio express de sus productos. Hoy, este canal implica entre el 20% y el 25% de las ventas mensuales de la pyme.
También, sin que sea su principal motivación, esta empresa distribuye alimentos asociados a la salud y el bienestar, cuyo mercado ha crecido en promedio 3,8% anualmente, entre 2017 y 2021, según un estudio de la Promotora de Comercio Exterior.
Según una encuesta de la consultora global Mckinsey & Company, del 2021, el interés de los consumidores en lo relacionado al bienestar se encontraba en auge, acelerado aún más en pandemia. La firma también estimó el valor de este mercado en todo el mundo por encima de $1,5 billones.
Una apuesta clara
Según indicó Pacheco, la apuesta de su negocio es clara: seguirá optando únicamente por reforzar el mercado de alimentos con un valor agregado: bajos en azúcar, altos en proteína y, la mayoría, libres de gluten.
Esto aunque su negocio tiene la capacidad de producir alimentos en sus versiones más conocidas, lo que implicaría mayores cargas de azúcar o menores cantidades de proteína. Según él, desarrollar alimentos distintos “mataría” la visión de la empresa.
LEA MÁS: Irene Rubinstein, heredera de la paragüería Rego, cuenta cómo emergieron de la tormenta
Preparar alimentos con los índices nutricionales como lo hace New Life tiene un costo económico mayor a las recetas tradicionales. Sin embargo, el joven empresario afirmó que sus clientes están dispuestos a pagar precios más elevados por el valor agregado de los alimentos que distribuye.
En la industria del fitness, afirma, muchas personas realizan sacrificios de distintos tipos con el fin de alcanzar sus objetivos, algo que él también ha tenido que hacer con su empresa. Por ejemplo, tuvo que posponer sus estudios de nutrición en la Universidad de Costa Rica para dedicarse de lleno a New Life.
El joven se sinceró y explicó que se metió de lleno con su emprendimiento, como lo suele hacer con todos sus proyectos. A pesar de los distintos sacrificios, asegura que no se arrepiente, pues ha podido establecer una forma de ganarse la vida de la mano con su mayor afición.