En los últimos meses la incertidumbre se apoderó de grandes compañías, principalmente de tecnología, con el anuncio de despidos masivos y recortes de inversiones a nivel global. En total, 15 empresas multinacionales, de las cuales cinco tienen operaciones en Costa Rica, encabezan esta oleada masiva de recortes que alcanzan los 81.100.
Aunque estas compañías no han informado de forma oficial sobre el impacto directo de sus decisiones en sus operaciones en Costa Rica; anuncios como el de los 18.000 despidos de Amazon se hicieron notar en el país, según reportó el medio especializado Bloomberg.
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Ante este panorama, donde grandes empresas alegan una reducción en los costos operativos e incertidumbre por el escenario de la economía mundial para justificar los recortes, el alto dinamismo del sector de servicios y el ‘nearshoring’ (traslado de la producción a países próximos al mercado de destino) se convierten en dos claves para reducir los impactos directos sobre la inversión y el empleo en Costa Rica ante estas decisiones.
Así lo explicó el presidente del Banco Central de Costa Rica (BCCR), Róger Madrigal, en la conferencia de prensa en la que se presentó el Informe de Política Monetaria 2023-2024, así como Sandro Zolezzi, director de Investigación, monitoreo y evaluación de la Coalición Costarricense de Iniciativas de Desarrollo (Cinde).
Según Madrigal, en Costa Rica se ha dado una condición particular en materia de inversión directa, desde hace algunos años inició un proceso de relocalización de empresas, principalmente en las zonas francas, por lo que nuevas compañías están llegando al país y eso ayuda al crecimiento económico.
De su lado, Zolezzi coincidió en que las empresas se han replanteado su estrategia desde la pandemia de la covid-19, por medio de la deslocalización de sus negocios y que, en el caso particular de Costa Rica, cuenta con el privilegio de ubicarse cerca de los principales mercados finales de consumo de bienes y servicios.
“Estas empresas abren operaciones en el país en búsqueda de eficiencia y acceso preferencial a los mercados globales. Les interesa el huso horario, la disponibilidad y seguridad del acceso a banda ancha de Internet, así como la seguridad jurídica que goza el país”, afirmó Zolezzi.
Otro de los puntos favorables para Costa Rica en la atracción de inversión y empleo de compañías multinacionales es el dinamismo con el que cuenta el sector servicios, que se ha convertido en uno de los motores que impulsan la actividad económica de Costa Rica.
Las exportaciones de este sector fueron de $8.790 millones acumuladas al tercer trimestre del 2022, lo cual significó un alza del 33% frente a los $6.595 millones del 2021 al mismo periodo, de acuerdo con datos de la Promotora de Comercio Exterior (Procomer).
El presidente del Banco Central manifestó que estas empresas cuya principal tarea es la exportación de servicios compiten entre ellas por la atracción de personal calificado, por lo que, ante eventuales despidos, buena parte de esa gente se puede emplear tanto en el país como en el exterior.
“Hay otro efecto que las personas que conocen de zonas francas y mercado laboral en Costa Rica, y es que en el país hay una escasez de mano de obra para estas empresas, entonces si alguna de estas despide gente en Costa Rica, van a ser contratos rápidamente”, mencionó Madrigal.
De igual manera, Zolezzi destacó que el dinamismo del sector servicios, así como del subsector de tecnologías digitales, permite que estos perfiles impactados por la situación global de despidos puedan reubicarse o ser absorbidos por otras empresas que están creciendo.
“Estamos claros que Costa Rica compite globalmente con otros países para retener las operaciones de estas empresas extranjeras y los efectos globales serán en menor medida mientras logremos que la fuerza laboral incremente el valor agregado para las empresas”, agregó Zolezzi.
El director de investigación de Cinde enfatizó en que Costa Rica está inserta en la economía global, por lo que estos ajustes de las empresas son parte del negocio. Sin embargo, resaltó que las características particulares que tiene el país le han permitido aprovechar los cambios del entorno global en otras coyunturas.
Demanda externa
Si bien estos dos factores juegan un papel clave en la retención de inversión y en la generación de empleo en Costa Rica, el Banco Central prevé que la economía nacional crezca un 2,7% en el producto interno bruto (PIB) para este año, igual a la proyección realizada en octubre pasado.
En el caso de la demanda externa, es decir, las exportaciones, tendrán una desaceleración en su crecimiento, de acuerdo con las proyecciones de la entidad, pues pasarán de 12,2% en el 2022 a 5,7% para este año. Sin embargo, se mantendrá como uno de los principales fundamentos que respaldan la estimación del crecimiento para el 2023.
“Un menor crecimiento del mundo, una desaceleración del crecimiento del mundo, hace que el ingreso del resto del mundo sea menor para demandar bienes y servicios que se producen en Costa Rica”, manifestó el jerarca del Banco Central.
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No obstante, Madrigal enfatizó en que la economía de Costa Rica crecerá bajo todos los casos en los próximos años, lo que sucederá es que el ritmo de aumento se moderará en el 2023 y tendrá una aceleración para el 2024 con respecto a este año.
La Nación consultó a Procomer para conocer su perspectiva, pero respondieron que no han recibido reportes de afectación en la fuerza laboral de estas empresas, por lo que no se pueden referir al tema.
“La Promotora se mantiene atenta y monitoreando los comportamientos del mercado internacional en materia de flujos de generación de empleo e inversión extranjera en el país”, respondieron a través de un correo electrónico.