Nueva York. Boeing entregó, en diciembre pasado, 44 unidades de su avión insignia, el 737 MAX; un modelo en cuestión desde que una puerta de uno de estos aparatos se desprendió en pleno vuelo el viernes, informó este martes la compañía.
Las entregas confirman así la recuperación de Boeing, iniciada en noviembre, tras meses de dificultades vinculadas con un problema en el fuselaje.
En octubre, Boeing apenas entregó 18 aviones 737 MAX, tras un mínimo de dos años de 15 entregas en setiembre.
Sumando todos sus modelos, Boeing habrá entregado un total de 528 aviones de aquí a 2023 y ha alcanzado así sus objetivos anuales.
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Boeing entregó en diciembre 44 unidades de su avión insignia, el 737 MAX. Archivo: (JIM WATSON/AFP)
El presidente ejecutivo de Boeing, Dave Calhoun, asumió este martes la responsabilidad por el incidente casi catastrófico de Alaska Airlines y prometió “completa transparencia”, mientras el gigante de la aviación intenta salir de su última crisis.
”Vamos a abordar esto, en primer lugar, reconociendo nuestro error”, dijo Calhoun a los empleados, en una reunión de seguridad convocada después del aterrizaje de emergencia del viernes, que se produjo cuando un panel de la aeronave se desprendió en pleno vuelo.
”Vamos a abordarlo con 100% y completa transparencia en cada paso del camino”, aseguró. Calhoun, quien llegó a la cima de Boeing en enero del 2020 cuando la compañía se tambaleaba tras dos accidentes mortales del 737 MAX.
El ejecutivo se comprometió en trabajar con la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos (NTSB), que está investigando el incidente.
Los reguladores estadounidenses junto con la Administración Federal de Aviación han dejado en tierra 171 aviones 737 MAX 9 con la misma configuración que el de Alaska Airlines.