Bridgestone, multinacional dedicada a la fabricación de llantas, ya completó el 28% de la inversión de $250 millones que anunció en 2022 para su planta en Belén, Heredia. En los últimos dos años ejecutó proyectos por $70 millones, entre los que se encuentran calderas, prensas y maquinaria para armado.
Este jueves 10 de octubre, la compañía inauguró la primera de dos calderas eléctricas, utilizadas para generar el vapor empleado en la producción de neumáticos en el país. En los últimos 24 meses también se han instalado cinco máquinas armadoras, seis prensas industriales y otros equipos menores. Esta inversión es a largo plazo y se prevé que finalice en 2026.
Jorge Bayona, gerente país de Bridgestone para América Central, explicó a La Nación que el proceso de ejecución de los recursos no ha sido lineal, y que tanto los montos como los plazos pueden variar.
A finales de 2022, la empresa reveló que espera aumentar la fabricación de llantas en el 36%, alcanzando los 15.000 neumáticos diarios al finalizar el periodo. Actualmente, la planta produce 11.000 piezas diarias.
Pablo Jiménez, director de manufactura de Bridgestone Costa Rica, comentó que, si es necesario, la tecnología instalada hasta el momento permite incrementar la capacidad de producción. Esta actualización permite fabricar modelos que antes no se producían en Costa Rica, como llantas para aros más grandes.
“Empezamos a producir llantas de alto rin, de número 17 (pulgadas) en adelante. En setiembre comenzamos la producción de llantas para rin 19 con la nueva tecnología implementada. Esto nos permite exportar este producto a América Central y Estados Unidos”, declaró Bayona.
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La inversión en las calderas eléctricas asciende a $4 millones, según la compañía. Además de la planta en Heredia, la planta de Firestone Industrial Products, en Turrialba, inauguró una caldera similar. Ambas empresas son parte de la operación de Bridgestone Americas en Costa Rica.
Actualmente, la planta de neumáticos en Belén cuenta con tres calderas: una eléctrica, una de biomasa y otra de combustibles fósiles, específicamente de búnker. Dos de ellas, la eléctrica y la de biomasa, operan constantemente, mientras que la de búnker se utiliza solo como respaldo, en caso de mantenimiento en las otras dos. En dos años, Bridgestone espera inaugurar otra caldera eléctrica para eliminar por completo el uso de búnker.
Bayona señaló que la nueva capacidad eléctrica abre la posibilidad de desarrollar tecnologías específicas en Costa Rica, como llantas para vehículos eléctricos, en un mercado cada vez más competitivo debido al ingreso de llantas de bajo costo.
“En el mercado que estamos enfocados vamos en el camino que queremos. Hay oferta que entra y los clientes prueban, pero nuestro producto mantiene una tendencia positiva. Pero hay una condición global, con una mayor oferta de bajo costo, que claro que es un desafío”, destacó.
El gerente País explicó que las nuevas calderas reducen los gastos operativos en comparación con la caldera de combustibles fósiles que se utilizaba previamente. Aunque no especificó cifras, afirmó que el cambio se aplicó con el objetivo de disminuir la huella de carbono de la empresa.
De las 11.000 llantas diarias que produce la planta de Bridgestone en Costa Rica, alrededor del 90% se destina a la exportación, principalmente a Estados Unidos. El resto se comercializa en Centroamérica, México, Colombia, Ecuador y el mercado local, que absorbe el 10% de la producción.