El ingeniero Danilo González, de 36 años, trabajó durante 15 años en varias multinacionales ubicadas en zona franca, desde Intel a Boston Scientific. En el 2019 renunció y decidió trabajar de lleno en su propia compañía, Soltek, fundada en el 2014. Con ella vende servicios de mantenimiento industrial, diseño, soldadura industrial. Su especialidad es brindar soluciones a la medida a empresas de dispositivos médicos. ¿Cómo logró convertirse en proveedor en una industria dominada por multinacionales?
El empresario contó que iniciaron con labores simples como comprando tornillos y moviendo las cosas que les pedían. Hoy la compañía construye instalaciones propias, la venta de servicios crece más de 300% anual y tiene una planificación del negocio trazada hasta el 2030 en la cual, además de los servicios brindados hoy, contarán con una división de manufactura espacial, aeronáutica y automotriz. Su objetivo es ampliar el mercado y consolidar los servicios brindados a empresas en Estados Unidos, Canadá, Israel o Irlanda.
Para llegar a este punto, González dice que primero hay que conocer muy bien el nicho para el cual se trabaja, estar formalizado, dominio del inglés y contar con certificaciones –proceso en el cual está la empresa– porque para concretar el plan de crecimiento futuro lo necesitará. Sin embargo, reconoció que, para él, el valor más importante es la integridad.
“Las políticas de calidad y la integridad tienen que ser parte de su ADN, siempre. Por ejemplo, en un trabajo que hacíamos varios contratistas un muchacho se cortó un dedo y sangró un poquito. Él lo ocultó. La empresa contratista preguntó quién se cortó, todos los proveedores dijeron que nadie. Revisaron las cámaras, detectaron quién fue y, al día siguiente, el contratista ya no estaba trabajando. El punto es la integridad y decir la verdad. No se puede buscar choricear, se ve muy mal”, recalcó el ingeniero en electrónica industrial.
Beneficio empresarial
Las características señaladas por el fundador de Soltek son muy relevantes porque convertirse en un proveedor continuo de una multinacional, en especial si está en zona franca, es un potenciador para las empresas costarricenses.
Las compañías locales que son proveedoras de las firmas localizadas en el régimen especial perciben un incremento de su productividad del 23% al cuarto año de comenzar este vínculo. Mientras que las que suministran bienes y servicios a una multinacional fuera de zona franca, el crecimiento de la productividad es del 4%, según el estudio Beneficios intangibles de la Inversión Directa en Zonas Francas en Costa Rica, publicado por el Banco Central de Costa Rica (BCCR).
Ahora, si el suplidor local vende sus servicios tanto a multinacionales del régimen especial, así como a las que están fuera de este, su productividad se estima crecerá 26%. El informe también calculó el beneficio de las 1.278 empresas locales, proveedoras exclusivas de multinacionales de zona franca, en $257 millones para el 2017, respecto a los $86 millones del 2008, para 633 compañías.
Ahora, la ganancia obtenida crece de manera relevante cuando el suplidor nacional hace trabajos tanto para firmas extranjeras instaladas dentro como fuera del régimen especial. El estudio estimó la ganancia en $689 millones, en el 2017, para 1.118 empresas. Mientras que, en el 2008, fueron $540 millones para 957 compañías ticas.
La mayor productividad, cuando se hacen trabajos en ambos sectores, explican el mayor beneficio obtenido. El estudio del BCCR no estimó la ganancia obtenida por los proveedores exclusivos de multinacionales fuera de zona franca para la productividad obtenida se consideró que no era significativa.
La investigación se realizó con los datos del Registro de Variables Económicas, del Banco Central, utilizado para la construcción de las estadísticas de cuentas nacionales, del periodo comprendido entre el 2008 y 2017. Esta base de datos tiene información de compañías formales, locales y extranjeras, con insumos como ventas totales, activos netos, costos de insumos, entre otros.
El estudio analizó la relación de 622 empresas multinacionales, de zona franca y fuera de esta, y su relación con 4.600 proveedores locales. En la década analizada, 422 compañías extranjeras contrataron servicios o bienes, por primera vez, a 3.697 compañías ticas.
El 32% de los suplidores locales son del sector comercial; el 14%, técnicos y científicos; el 11%, de manufactura; el 10%, de servicios administrativos y de soporte; y el 9%, de transporte y almacenamiento. Los restantes son de áreas como agricultura, alojamiento, comunicación, trabajo social, entre otros.
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Las claves
Las principales entidades promotoras del comercio exterior en Costa Rica, públicas y privadas, aseguran que cualquier compañía costarricense puede ser proveedora de una multinacional. Pero para convertirse en un suplidor las empresas extranjeras exigen estándares internacionales dictados desde su casa matriz.
Carlos Wong, presidente de la Asociación de Empresas de Zonas Francas (Azofras), contó que las firmas extranjeras buscan en sus suplidoras altos niveles de calidad y profesionalismo; porque los productos hechos acá deben cumplir con reglas a nivel mundial.
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Wong subrayó que el proveedor local debe ser una empresa formal y cumplir con la normativa costarricense. Contar con empleados con dominio de varios idiomas –inglés el más relevante–, facilitará los procesos de contratación, contó.
“Debe adaptarse a las necesidades de su cliente y en las zonas francas se demandan de todo tipo de insumos, con diferentes niveles de complejidad. Por supuesto, las necesidades muy específicas requieren mayor conocimiento y especialización”, subrayó el vocero de Azofras.
Para Sandro Zolezzi, director de Investigación, Monitoreo y Evaluación de la Coalición Costarricense de Iniciativas de Desarrollo (Cinde), contar con una certificación internacional, conocidas como ISO, varían según el sector y la empresa. Por ejemplo, las de dispositivos médicos piden la norma ISO-13485 que está vinculada a la gestión de la calidad en productos sanitarios.
“Los proveedores locales destacan en áreas como servicios de electrónica, partes plásticas, acabados, metal mecánico, ingeniería, ensamble y subensamble; así como empaque, servicios de apoyo en la operación como cuartos limpios, consumibles y servicios de laboratorio; servicios de esterilización, contratistas de manufactura y servicios de logística”, explicó Zolezzi.
El crecimiento experimentado por los proveedores ticos de multinacionales, en especial de zona franca, ocurre porque las firmas extranjeras se desempeñan en los sectores más dinámicos de la economía global, destacó Manuel Tovar, ministro de Comercio Exterior.
“Las empresas (locales) que presentan un mayor crecimiento en sus ventas pueden atribuir al contar con la capacidad de manejar inventarios, poseer un stock de materia prima para trabajar al menos tres meses, contar con capacidad ociosa y superar los procesos de selección y validación de las multinacionales”, recalcó Tovar.
Las explicaciones dadas por los especialistas coinciden con el objetivo de crecimiento futuro establecido por Danilo González para su empresa. Él espera que Soltek pueda dar el salto internacional cuando obtenga la certificación requerida por el sector aeroespacial, es decir, la AS9100 la cual garantiza la gestión de calidad en dicha actividad.