Enero del 2020 era la fecha límite en la que Coca Cola planeaba terminar la construcción de la planta de concentrados en Liberia (Guanacaste). Un proyecto ambicioso con el que la compañía de bebidas pretendía realizar en Costa Rica, una de las tres plantas más grandes y modernas de la marca, en el mundo.
Llegada esa fecha, la etapa constructiva se encuentra finalizada, pero además, la empresa ya inició sus operaciones en el cantón guanacasteco, aunque no al 100%, informó esta empresa ante consultas de La Nación.
La planta de 34.000 metros cuadrados (m²) está ubicada frente al aeropuerto Daniel Oduber, en la Zona Franca Solarium. El espacio construído abarca el doble que la planta que la compañía ya tiene en La Uruca (San José).
En este nuevo centro, la empresa espera producir el concentrado de la Coca Cola y de 89 bebidas más que se exportarán, desde Liberia, hasta Centroamérica, el Caribe, México, Brasil y Argentina, para que después sean embotelladas en cada uno de los destinos.
Desde finales del 2019, algunos procesos de producción ya están operando. Para este desarrollo ya hay 112 personas contratadas en las distintas áreas, de acuerdo con William Segura, gerente de Asuntos Públicos y Comunicaciones de Coca Cola para Centroamérica.
El perfil de los empleados es variado. En la planta de concentrados labora personal técnico, operarios y científicos, todos los cuales intervienen en el proceso de la elaboración del concentrado. La empresa estimó, en el 2019, que necesitaría, en total, 130 colaboradores para cuando las operaciones estuvieran al 100%.
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Cierre en La Uruca
A pesar del avance, será hasta abril del 2020 que la planta se inaugure. De momento, el complejo ubicado en La Uruca (San José) seguirá operando aunque su cierre estaba planteado, inicialmente, para el 2019.
El atraso en la clausura del centro de operaciones de San José es para garantizar que se mantenga adecuadamente el abastecimiento de la materia prima que se requiere para los mercados que la marca atiende desde Costa Rica, de acuerdo con Segura.
Una vez que la planta de Liberia esté funcionando en toda su capacidad, la actual fábrica de concentrados de La Uruca, se cerrará.
Cuando ocurra, en paralelo, el cierre e inauguración de estas dos sucursales, Liberia pasará a ser el epicentro de las operaciones de la marca en Costa Rica. La apuesta de Coca Cola es ampliar la producción de la mano de procesos más actualizados, eficientes y tecnificados, aseveró la empresa.
Uno de los planteamientos diferenciadores del proyecto fue su automatización. Por ejemplo, el centro usará robots para realizar el empacado de ciertos productos.
De acuerdo con Segura, todo el centro de operaciones está construido con la más alta tecnología y es totalmente amigable con el ambiente. Por ejemplo, el agua utilizada en los procesos, que es mínima por el tipo de producto, se va a reutilizar.
Coca Cola Liberia contará con una planta de tratamiento de aguas residuales y paneles solares. “Va a ser una planta modelo, una de las tres mejores del mundo en nuestro sistema”, agregó Segura.
La inversión inicial del proyecto supera los $50 millones.