San José, Londres y Fráncfort. La aerolínea Cóndor mantiene en operación normal, hasta ahora, sus dos vuelos semanales desde Fráncfort, Alemania, hasta el aeropuerto Juan Santamaría, con escala en República Dominicana, pese a la quiebra, este lunes 23 de setiembre, de su casa matriz, la empresa de viajes británica Thomas Cook.
La normalidad en los servicios de Cóndor fue ratificada esta tarde por la Dirección General de Aviación Civil, así como por Aeris, la empresa operadora del aeropuerto internacional Juan Santamaría.
Cóndor vuela dos veces por semana a Costa Rica, los lunes y los jueves, con llegada a las 4:45 a. m. y salida a las 7:05 a. m., según el detalle solicitado a Aviación Civil.
A escala internacional, la aerolínea Cóndor, que es parte de los negocios de Thomas Cook, comunicó que seguiría operaciones para movilizar a los pasajeros.
En el 2018, cerca del 480.000 turistas europeos visitaron Costa Rica.
El cese de operaciones del operador británico Thomas Cook, obligó a las autoridades de ese país a lanzar una movilización sin precedentes para repatriar a sus 600.000 clientes abandonados en España, Cuba y otros destinos de vacaciones en el mundo.
Una información de la agencia AP resaltó que las nuevas tendencias turísticas, el auge de las reservaciones por Internet, la depreciación de la libra británica y el calor inusual, se combinaron para causar este lunes 23 de setiembre el repentino desmoronamiento de Thomas Cook.
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A esos impactos se añadieron sus problemas financieros, como su deuda de 1.600 millones de libras ($2.000 millones), que despojaron a la empresa de su capacidad de reaccionar ágilmente.
Todos esos factores en conjunto formaron una tormenta perfecta que el lunes postró a la empresa de 178 años de antigüedad, dejando varados a miles de viajeros en todo el mundo.
Según analistas, Thomas Cook, tras un auge en los años de 1980 por la afición de los paquetes turísticos, no reaccionó con la debida agilidad cuando los clientes abandonaron las agencias de viaje y se volcaron a la Internet.
La empresa quedó rezagada respecto a compañías online como Airbnb y otras que permiten reservar por separado el vuelo, el transporte y el alojamiento, lo que obliga a bajar los precios ya que la clientela los compara, según el análisis de la agencia de noticias AP.
“La compañía no pudo adaptarse al nuevo ambiente en la industria de viajes y ventas minoristas”, estimó Michael Hewson, analista de CMC Markets UK.
La compañía sí tenía presencia en Internet, y el año pasado el 48% de sus reservaciones se hizo por esa vía. Pero no lo hizo con suficiente rapidez. Sus rivales, además, no sufrían los costos de ser propietario de 200 hoteles, 500 agencias de viaje y 105 aviones.
Thomas Cook Group PLC no es la única que sufre ese tipo de presiones. TUI Group AG, basada en Hannover, Alemania, se ha dedicado más a cruceros y hoteles, y menos a tours.
Otros factores
Hubo otros factores del colapso de la empresa británica.
Según ejecutivos de la compañía, se debió, en parte, a la incertidumbre causada por la salida británica de la Unión Europea, tanto de consumidores que temen por sus finanzas personales, como por el momento ya que la primera fecha establecida para el Brexit fue el 31 de marzo, pocos días antes de la temporada de la Semana Santa europea.
Las agencias de viaje tuvieron que emitir directrices a la clientela sobre qué hacer en caso de que ocurra un Brexit sin acuerdo. Además, la salida británica del bloque comunitario ha deprimido el valor de la libra, con lo que los viajeros británicos quedaron con menos poder de adquisición.
Después del 2010, las revueltas de la Primavera Árabe ahuyentaron a los británicos de lugares vacacionales tradicionales como Egipto y Túnez. Las agencias de viaje cambiaron su enfoque hacia el oeste del Mediterráneo, como las Islas Canarias, pero la demanda para esos destinos también disminuyó.