El conflicto bélico que se agudizó desde el pasado 24 de febrero entre Rusia y Ucrania podría acarrear nuevas complicaciones económicas para Costa Rica, principalmente por el aumento de precios de materias primas importadas como el petróleo, pero también agudizar complejidades en la logística del comercio internacional.
La especialista en relaciones y comercio internacional de la Universidad Nacional, María Fernanda Morales, explicó que por las características de Costa Rica como importador de insumos como el petróleo, la exposición del país al acontecer internacional es un factor que debe tenerse bajo vigilancia.
“Eso hace que nuestro país tenga un nivel grande de vulnerabilidad, porque es una economía que se ha integrado mucho al mercado internacional; la incertidumbre es lo que está rigiendo ahora más que nunca la lógica del mercado internacional”, expresó Morales.
Con esto coincidió Luciano Ciravegna, experto en negocios Internacionales y Competitividad de Incae, quien explicó que una subida en el precio del petróleo implica un supply shock. Es decir, que los precios de los materiales, la producción de materias primas y el transporte aumentan.
En cuanto logística, comentó Ciravegna, Costa Rica depende principalmente del mercado de Estados Unidos; por lo que la suspensión de vuelos sobre Ucrania o Rusia no impacta las aeronaves provenientes desde Europa a nuestro país, de esta forma la afectación en áreas como el turismo desde el continente europeo no se verá perturbado de forma directa en cuanto a flujo.
Por otro lado, pese a que Costa Rica no posee fuertes relaciones comerciales con Rusia o Ucrania como sí las tiene con otras naciones como Estados Unidos, la posición de estos países en el mercado internacional así como su ubicación geográfica cercana al Mar Negro podría provocar consecuencias para la economía local, mencionó Morales.
Rusia, por ejemplo, es uno de los actores de mayor importancia en el mercado de los hidrocarburos, que exporta gas a la Unión Europea. Ucrania, por su parte, tiene peso en la producción y exportación de granos básicos como el trigo y otros productos como aceite de girasol (producto que importa Costa Rica).
Así, aunque el conflicto militar no salpica directamente a América Latina, el contexto globalizado en el que transcurre el comercio amenaza a la región. Parte de las consecuencias en un escenario en el que el conflicto continúe se vislumbran en el transporte de los commodities y el aumento tanto en sus precios como en los costos de la cadena logística (embalaje y etiquetado, transporte de larga distancia, almacenamiento, etc.)
Esto se uniría a un incremento de precios en Costa Rica, con una inflación que continúa al alza y que se prevé ronde incluso el 4% en los próximos meses, según confirmó el Banco Central, la semana pasada.
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La Nación consultó a la Promotora de Comercio Exterior (Procomer) sobre posibles efectos a nivel comercial y logístico por la situación política europea. Como parte de estos impactos —que no se han dado hasta el momento pero que existen posibilidades de que se presenten si el conflicto bélico se profundiza― la Promotora mencionó la suspensión de exportaciones de frutas tropicales, específicamente de banano y piña a Ucrania.
Datos de Procomer muestran que Ucrania se ubica en el puesto 47 como socio comercial de Costa Rica y que los envíos a ese país significaron 0,1% de las exportaciones totales durante el 2021.
Otra posibilidad es que se dé la suspensión de envíos a Rusia por la dificultad del sistema bancario y cierre de cuentas rusas como medidas de presión de los bancos globales. Rusia se ubica en la posición 31 como socio comercial y concentra 0,2% de las exportaciones totales.
Asimismo, uno de los resultados del conflicto es que las navieras internacionales están redirigiendo parte de las cargas en camino para otros destinos como España y Turquía, lo que provoca un incremento de costos y necesidad de buscar compradores.
“Se agrava la crisis en la cadena de suministros tanto por el incremento en el costo de las materias primas, como por las disrupciones en movilización de mercancías”, señaló Procomer.
Algunas navieras de importancia mundial como Maersk, suspendieron esta semana el transporte de contenedores a Rusia hasta nuevo aviso, según informaron diversos medios internacionales.
El conflicto entre Rusia y Ucrania, que arrastra años, se agudizó cuando el ejército ruso desplegó una acción militar en territorio ucraniano. Tras la invasión, se han dado bombardeos en varias ciudades de Ucrania, bajas civiles y militares en ambos bandos así como el desplazamiento forzado de la población que busca huir de la crisis.
Como respuesta, la comunidad internacional adoptó un fuerte bloqueo financiero y comercial sobre los intereses rusos.
Poca certeza
José Salas, presidente de la Cámara de Comercio Exterior (Crecex), aseguró que en el sector hay temor y especulación sobre lo que pasará en las próximas semanas con el conflicto bélico y cómo impactará a las logísticas comerciales.
“Si esto sigue va traer afectaciones del flujo comercial hacia y desde Costa Rica; unido esto al impacto que seguimos teniendo por la crisis de contenedores que aún no se ha solucionado y ahí vienen dos aspectos: el del abastecimiento y el del encarecimiento con un traslado a los precios finales”, dijo Salas.
Al tratarse de un país pequeño, Costa Rica se enfrenta a mayores dificultades cuando las cadenas de logística se ven afectadas, pues compite contra la demanda y capacidad de transporte de otras naciones.
Sobre esto, Morales explicó que el mayor impacto podría estar en las pequeñas y medianas empresas que comercializan fuera del país, pues tienen menor capacidad de absorber los altos precios que se generan cuando hay problemas de logística de transporte.
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Por su parte, la presidenta de la Cámara de Exportadores de Costa Rica (Cadexco), Laura Bonilla, aseguró que una de las afectaciones podrían darse para el sector agropecuario, por medio del incremento de los costos de la importación de insumos como los fertilizantes.
“Conocemos que las navieras han suspendido el tránsito a esta zona, situación que se podría prolongar con el recrudecimiento del conflicto. Si este conflicto se potencia, el sector agroexportador tendrá que diversificar estos mercados, tanto para la exportación de productos como para el abastecimiento de alguno de ellos”, comentó Bonilla.
El pasado miércoles 2 de marzo, la directora general de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Ngozi Okonjo-Iweala, se refirió a la situación en Ucrania y aseguró que existe preocupación por las implicaciones comerciales del conflicto, especialmente el comercio de productos agrícolas y alimentarios y el aumento de los precios de la energía y sus efectos en las poblaciones afectadas.
Debido al conflicto, Costa Rica instaló un equipo interinstitucional con el fin de monitorear las incidencias que se puedan generar en términos de impacto socioeconómicos. Una de las acciones propuestas por el grupo para mitigar eventuales impactos económicos fue la presentación de un proyecto de ley para congelar por un año la aplicación del mecanismo de actualización del impuesto específico a los combustibles.
No obstante, desde ese miércoles comenzó a regir un incremento en los combustibles por las variaciones del precio del petróleo a nivel internacional. Según los ajustes, el precio por litro de la gasolina súper aumenta ¢57, en la gasolina regular son ¢56 y ¢53 para el caso del diésel.
Andrés Valenciano, ministro de Comercio Exterior de Costa Rica, aseguró que es una situación con alto nivel de incertidumbre sobre el alcance, duración y potenciales consecuencias en las economías. “Estamos activamente monitoreando en el Comex y con otras autoridades del gobierno (...), apenas tengamos más información al respecto vamos a ir comunicando el potencial impacto que pueda haber en el comercio así como las medidas que se puedan tomar para tratar de reducir las consecuencias”, dijo el jerarca.