El desarrollo de edificios residenciales orientados al alquiler es una tendencia que ha venido creciendo en Latinoamérica en los últimos años. Este modelo ha llegado a brindar nuevas oportunidades de negocios para el mercado inmobiliario de la región.
Este sistema es completamente distinto a los proyectos orientados a la venta, pues en ese escenario los edificios tienen varios dueños, mientras que en los de renta la estructura posee un propietario exclusivo que pone en arrendamiento los espacios residenciales.
LEA MÁS: Aleste, nueva ‘ciudad’ en Curridabat, comenzó operaciones en terreno de 67 hectáreas
“La estructura de los costos para los dos modelos es diferente, porque uno conlleva todos los costos ligados a la venta del inmueble, como honorarios legales, en comparación al otro producto, en el que no es necesario incurrir en esos gastos”, explicó Marcos Penados, director de la firma guatemalteca Asty Desarrollos, en un evento organizado por el Centro de Estudios del Negocio Financiero e Inmobiliario (Cenfi).
Penados explicó que esto reduce el costo total, aunque hay factores a tomar en cuenta, como construir de forma eficiente para que el edificio se mantenga, aprovechar al máximo el espacio disponible, así como contar con una adecuada administración, ya que esto incide directamente en la rentabilidad final de los proyectos.
La idea central de modelo inmobiliario es que estas viviendas se adapten a diferentes perfiles de inquilinos, desde jóvenes universitarios hasta profesionales con pareja, pues ofrecen una renta que puede resultar cómoda en comparación a otros tipos de alquiler.
Alfredo Volio, director ejecutivo de la desarrolladora Portafolio Inmobiliario, destacó que el build to rent tiene la ventaja que, desde su conceptualización, dista completamente del modelo de condominio, lo que permite tener precios más competitivos para la empresa constructora, que también se trasladan a los consumidores finales.
Melizandro Quirós, director de Cenfi, afirmó que en la región el costo promedio mensual de estos apartamentos es de $500, aunque en países como Chile, pueden llegar a costar unos $450, en espacios habitacionales de alrededor de 42 metros cuadrados. En el país hay unos dos casos, según comentó, con una renta estimada de $550.
Quirós afirmó que, aunque cada desarrolladora inmobiliaria decide los plazos de permanencia de sus inquilinos, la idea está concebida para que las personas alquilen por un periodo de cinco años o más. “De lo que se trata es que la gente se quede alquilando en la medida en que lo necesite, la otra es que lo haga por conveniencia, como los estudiantes que rentan por un plazo”, aseguró.
Ubicaciones
Marcos Penados explicó que las ubicaciones de los edificios build to rent están orientadas hacia ciudades con alta densidad poblacional, donde la capacidad de pago de las personas no crece al mismo ritmo que los precios de venta de espacios residenciales.
“Esa brecha empieza a hacerse cada vez más grande, la capacidad de compra se vuelve más complicada, sabemos que el ahorro es casi nulo en muchos países, entonces empieza a existir esta oportunidad grande para la vivienda en renta”, afirmó.
Penados aseguró que el modelo ha tomado fuerza en Latinoamérica porque todas las ciudades urbanas, que comúnmente son las más densas, son las que tienen las mejores condiciones en cuanto a posibilidades laborales, de acceso a transporte público, entre otros, lo que dificulta el acceso a vivir en esas zonas por el elevado costo del metro cuadrado para construir.
“Se vuelve mucho mejor rentar que comprar en estas ciudades densas, eso es un parámetro que hace que el modelo de renta exista y funcione de buena manera. Donde la tierra y la construcción puede ser accesible todavía, hay ratios con los que uno puede determinar en qué momento ya es mejor rentar”, manifestó.
Carlos Ramírez, project manager de la desarrolladora inmobiliaria Garnier & Garnier, coincidió en que el desarrollo de este tipo de edificios residenciales destinados es una tendencia que crece en Latinoamérica, ya que ante la incertidumbre que provoca el construir para vender, el modelo de alquiler se presenta como una alternativa de rentabilidad financiera a largo plazo.
Potencial en Costa Rica
De acuerdo con datos brindados por Cenfi, sobre un análisis de la Encuesta Nacional de Hogares del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), el número de viviendas en Costa Rica creció, respecto a julio del año anterior, en 72.241 unidades habitacionales.
De estos datos se desprende que el crecimiento se ha apoyado, principalmente, en dos grandes tipologías: la vivienda pagada, que aumentó en 56.380 unidades y la de alquiler, que incrementó en 25.226 unidades, con lo que se alcanzó un volumen total de 313.315 unidades arrendadas.
Según Quirós, estas características demuestran que este modelo de negocios tiene potencial en Costa Rica, ya que el número de viviendas en alquiler se cuadruplicó en relación con el promedio de antes de la pandemia, lo que deja en evidencia un aumento de la demanda.
Otro elemento que rescató el director de Cenfi es el de la situación socioeconómica actual de la población, donde el panorama de altas tasas de interés encarece los créditos, lo que dificulta el acceso al financiamiento para la compra de vivienda.
Carlos Ramírez agregó que el build to rent ganará terreno cada vez más, y Costa Rica no es la excepción, ya que muchos jóvenes o adultos jóvenes ven el alquiler como una opción más rentable que la compra de una vivienda por medio de un financiamiento a largo plazo.
“El build to rent, es un modelo de negocio que cobra fuerza en la región y nuestro país no escapa de ello, apalancado a la posibilidad de ofrecer entornos que nos permitan generar experiencias. Sin duda hay un gran potencial en Costa Rica para este modelo de negocios”, afirmó Ramírez.
Por su parta, Alfredo Volio afirmó que desde hace varios años han venido analizando ese modelo de negocios, pues han detectado una oportunidad en el mercado de alquiler de residencias, que, según dijo, se ha ido acrecentando de forma importante.
“Las presiones del mercado están empujando para que el sector inmobiliario desarrolle esos proyectos pensados para el alquiler. El sector inmobiliario tendrá que adaptar la oferta para hacerla atractiva a los usuarios finales y satisfacer sus necesidades”, explicó Volio.