San José.
El Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa) de Costa Rica reconoció la tarde de este miércoles que denegó el ingreso de productos lácteos de dos plantas industriales de la empresa mexicana Lala, ubicadas en Nicaragua, desde finales de mayo, porque al inspeccionar la cadena de producción e industria encontró problemas, que en los términos sanitarios se llaman inconformidades.
Esta medida aviva el conflicto comercial entre los dos países, pues este miércoles se conoció que Nicaragua cerró desde el 6 de junio el ingreso de productos de la marca Dos Pinos, también por no estar conforme con correcciones en la planta de la cooperativa costarricense, que pidió desde noviembre pasado.
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Alexis Sandí, director interino del Senasa, explicó que las inspecciones en Nicaragua se realizaron del 9 al 13 de mayo pasados. Una de las plantas ya exportaba a Costa Rica pero se le venció el permiso y debió solicitar su renovación. La otra pretendía exportar por primera vez a Costa Rica.
Según Sandí, los especialistas del Senasa fueron a inspeccionar antes de otorgar los permisos, pero encontraron diversos problemas, los cuales informaron al Instituto de Sanidad y Protección Agropecuaria (IPSA) de Nicaragua.
También detallaron que los problemas llevaban a concluir que no era conveniente abrir el mercado a las exportaciones de esas dos plantas. Este procedimiento se hizo una semana después.
Estas inspecciones, autorizadas en el comercio internacional, pretenden que se corrijan las inconformidades para luego abrir el mercado en caso de que el país importador lo haya bloqueado. En algunas ocasiones los problemas no llegan a niveles que exijan cerrar el mercado.
En Costa Rica. En tanto, las autoridades sanitarias de Nicaragua también habían realizado una inspección en la planta de Dos Pinos en Costa Rica, pero en noviembre del 2015. Tambien encontraron algunas inconformidades en las instalaciones, pero más de caracter estructural que sanitario, aseguró Sandí.
La cooperativa costarricense, continuó el funcionario, corrigió los problemas y se le informó al IPSA poco antes de la visita de los técnicos costarricenses a Nicaragua.
El 6 de junio pasado, luego de que Costa Rica informara sus inconformidades con las plantas de Lala, el IPSA nicaragüense mandó una nota donde explicó que impuso ese mismo día el cierre a los productos de Dos Pinos, detalló Sandí.
Desde ese mismo 6 de junio, Nicaragua aumentó los controles e inspecciones en frontera a productos costarricense de otras empresas lácteas. Eso derivó en rechazo de algunos contenedores de Sigma Alimentos y de Pops, aunque para estas no está totalmente cerrado el acceso, informó Sandí.
Sandí explicó que el Senasa solo da la versión de lo que ha pasado con las inspecciones y de lo que tiene en comunicaciones. Por eso, prefirió no referise a las versiones de que Nicaragua estaría aplicando una represalia a las medidas de Costa Rica.
El ministro de Agricultura y Ganadería (MAG), Luis Felipe Arauz, tampoco calificó de represalia la acción nicaragüense, porque, adujo, ellos también están basándose en temas técnicos.
Por tal razón, continuó el ministro Arauz, Costa Rica convocó a una reunión de las altas autoridades de los dos países, en una fecha por definir pero que podría ser en la primera semana de julio, para buscar una salida. Esta gestión está a cargo del Ministerio de Comercio Exterior (Comex).