La intención de construir vivienda o proyectos habitacionales en Costa Rica creció 22% en el periodo de junio del 2021 a mayo del 2022 comparado con los 12 meses previos, de acuerdo a los datos de metros cuadrados tramitados del Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos (CFIA).
La cantidad de metros cuadrados que ingresan ante esa entidad para obtener los permisos ofrecen una aproximación del interés en este tipo de construcciones, pero no necesariamente todos los proyectos llegan a concretarse.
Entre junio del 2020 y mayo del 2021 se recibieron casi 3,3 millones de metros cuadrados (m²), mientras que de junio del 2021 a mayo de este año la cifra aumentó a 4 millones. Sin embargo, el comportamiento es distinto entre las provincias.
En los últimos 12 meses, las provincias que registran más área son San José, Alajuela y Guanacaste. Precisamente, esta última es la que da el mayor salto, pues la cantidad aumentó 58% respecto al periodo entre 2020 y 2021.
LEA MÁS: 152.000 familias carecen de vivienda digna en Costa Rica
En todas las demás hubo un crecimiento que va desde casi el 9%, en Alajuela, al 34%, en Heredia, excepto en Limón, donde se presentó una reducción del 28%.
La razón de esa disminución en la provincia caribeña podría deberse a una menor construcción de proyectos de interés social, según comentó Guillermo Carazo, presidente ejecutivo del CFIA. La vivienda de interés social ha tenido una caída del 38% a nivel país en los últimos 12 meses, mientras que la vivienda que está fuera de esa categoría creció en ese mismo porcentaje.
En las costas, especialmente en Guanacaste y el Pacífico central, el ímpetu puede deberse a inversiones turísticas, mientras que en el resto del país la expansión es “esperable” después de la pandemia, pues puede tratarse de construcciones que quedaron en pausa o se aplazaron.
En la Cámara Costarricense de la Construcción (CCC) consideran que la construcción de vivienda está en “niveles positivos”, a pesar del difícil contexto de los últimos meses. La tramitación de este tipo de inversiones ha mostrado un mejor comportamiento al compararse con años previos a la pandemia, apuntó Carlos Trejos, presidente de la CCC.
LEA MÁS: Pedregal producirá cemento, bloques y asfalto con plástico reciclado en nueva planta en Belén
Sin embargo, a nivel general de todos los subsectores de la construcción, el panorama es agridulce. La buena noticia es que en estos primeros meses del 2022 la intención de construir ha crecido respecto al mismo periodo del 2021, pero el área sigue siendo inferior a lo tramitado en años previos a la pandemia.
Por ejemplo, el nivel de tramitación de enero a mayo del 2022 versus el mismo periodo del 2018 está 14% por debajo. “No es posible hablar de una recuperación porque aún no se alcanzan los niveles previos a la pandemia. Lo anterior se debe a que, luego de la crisis sanitaria, el sector ha enfrentado condiciones adversas que le han impedido recuperarse totalmente”, aseguró Trejos.
A inicios de año, las proyecciones del CFIA indicaron que el sector construcción podría crecer entre 9% y 10% durante el 2022, con la condicionante de un repunte en la inversión de obra pública por parte del Estado.
Más IVA en setiembre
Un elemento que genera incertidumbre en el sector de la construcción es el previsible aumento del impuesto al valor agregado (IVA) en los servicios relacionados con la actividad, como la arquitectura y la topografía.
La Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas (9.635), aprobada en el 2018, estableció que el IVA se cobraría de forma escalonada en esos servicios hasta llegar a la tarifa general del 13%. Sin embargo, una reforma aprobada por esa misma Asamblea Legislativa modificó las fechas originales en las que se darían los aumentos.
Actualmente, el IVA para servicios de construcción es del 4%, pero a partir del próximo 1.° de setiembre subirá al 8% y, un año después, al 13% final.
Carazo, del CFIA, teme que ese incremento pueda acarrear una contracción que desemboque en que se recaude casi lo mismo o incluso menos con ese impuesto; mientras que Trejos manifestó que un efecto al alza en los costos de construir una vivienda es inevitable.
Sin embargo, existe una propuesta de ley del diputado liberacionista Francisco Nicolás para extender la aplicación del 4% un año más, hasta agosto del 2023, y postergar así el incremento de cuatro puntos porcentuales.
“Esta iniciativa de ley no solo vendría a darle un respiro a quienes aspiran a construir y a tener techo propio, sino que también pretende evitar que este encarecimiento adicional desincentive la inversión en obras de construcción”, declaró el legislador, días atrás.
Para el director del CFIA esta propuesta significa una forma de compensar “en algo” el entorno económico mundial que ha tenido repercusiones en el sector de la construcción y podría ayudar a mantener un ritmo de reactivación.
LEA MÁS: Marina Flamingo comienza a levar anclas y en su primera etapa se estrena con torneo de pesca
Amenazas en el horizonte
Los proyectos en trámite ante el CFIA que auguran un incremento en la construcción puede ser que terminen por no hacerse realidad, pues hay un desfase entre la entrada a permisos y la fase de edificación. Pero a eso se suman otros elementos del entorno nacional e internacional que producen incerteza para este tipo de inversiones, sean pequeñas o grandes.
Hay tres factores que van al alza: las tasas de interés crecientes que encarecen los préstamos, el precio del dólar y los precios de los materiales de construcción.
“Actualmente, existe alta incertidumbre respecto a la situación de los precios internacionales y el transporte, sin embargo, se espera que conforme avance el 2022 los precios tiendan a estabilizarse”, comentó el presidente de la CCC.
El costo de construir una vivienda aumentó 16% en los últimos 12 meses y 24% para un edificio, precisó Carazo.
Todo lo anterior podría retrasar la construcción de un proyecto o su cancelación.
Por si fuera poco, el conflicto entre Ucrania y Rusia ha traído tensión al mercado internacional y esto afecta a Costa Rica que es dependiente de los productos y materias primas importadas. El desabastecimiento ha sido una amenaza constante desde que se inició la invasión rusa, lo que ha llevado a las empresas a buscar nuevos proveedores y ha complicado la logística de importaciones.
Otro obstáculo fue el hackeo a los sistemas del Ministerio de Hacienda, específicamente al relacionado con aduanas, que afectó el proceso de importación. Aún así, los especialistas intentan mantener perspectivas positivas para este año.