La pandemia de la covid-19 desató, durante el 2021, una crisis global de logística la cual, en Costa Rica, tuvo como principal impacto el atraso en la llegada de bienes y productos vía marítima.
El sector automotriz estuvo entre los más afectados porque la cadena de suministro se vio perturbada desde la fabricación de un nuevo vehículo, hasta la entrega de la unidad al cliente final.
Silvio Heimann, director general de Grupo Purdy Motor, reconoció que los problemas de suministros implican un ejercicio de paciencia para los clientes y la empresa. Poco a poco, las dificultades empiezan a deshacerse a raíz de la misma dinámica de la recuperación económica global.
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El empresario conversó con La Nación, a inicios de diciembre, e hizo un resumen de los principales hitos del 2021 y de las perspectivas del nuevo año. Entre los aspectos que destacó mencionó la adquisición de 10% en Grupo Purdy por parte de la firma japonesa Toyota Tsusho Corporation, integrante del Grupo Toyota. A continuación, un extracto de la entrevista.
–¿La recuperación más acelerada en la operación en Estados Unidos, respecto a Costa Rica, se refleja en los números de Purdy?
–Sí. El desempeño en Estados Unidos es muy sólido. Estamos muy contentos. Hemos crecido a nivel de utilidades y estamos cerca de doblar las utilidades del año anterior.
–¿Y en Costa Rica?
–En Costa Rica, el mercado está en proceso de recuperación, hay problemas de suministros que son muy conocidos. La Nación publicó unas notas muy interesantes en las últimas semanas, lo cual no permite una recuperación tan marcada, pero vamos de camino a un buen año (en el 2021), no tanto como Estados Unidos.
–En el tema de los problemas de logística. ¿Cómo han hecho para mantener el interés de compra de los clientes en medio de una dificultad global?
–Contamos con seis décadas donde el cliente sabe quién es Grupo Purdy y confía. Sí, ha sido un ejercicio de paciencia y le agradecemos a los clientes. Ha habido barcos que se atrasan, otros que se adelantan. Hemos tenido que llamar a clientes y decirles: su carro llegaba en dos meses, pero está acá.
”La garantía de respaldo de Grupo Purdy sirvió para que el cliente supiera que no había ninguna mala intención en todo esto”.
– ¿Cómo planifican el flujo de trabajo en medio de un problema de atrasos que se inició desde la misma fabricación de los vehículos? ¿Es difícil?
–Lo ha sido y lo sigue siendo. Me pongo en los pies de los clientes. Llamo para explicarles lo que sucede y tengo total empatía. Nada nos haría más felices que poder entregarles el vehículo.
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–¿Cómo esperan que sean los próximos meses? Porque lo que ingresó en diciembre se pidió cuatro o seis meses antes...
–Son cadenas de suministro muy largas. Entonces, como tarda en llegar el impacto, también tarda en llegar la recuperación. Uno empieza a leer de los faltantes de microchips y pasan unos meses hasta que se ve el faltante de producto aquí. Luego se lee que las fábricas se recuperan, pero pasan meses hasta que la recuperación se traduce en la producción de los vehículos, el traslado, el desalmacenaje y finalmente poder entregarlos.
–¿Esos vaivenes se ven para los próximos meses?
–Vemos un 2022 fuerte, donde la recuperación continúa y estos cuellos de botella más bien se irán deshaciendo. No digo que el 3 de enero está todo resuelto, pero las proyecciones hacia delante son que la dinámica se acomode y muchos cuellos de botella indirectos de la covid se vayan resolviendo.
”Así como hemos aprendido a operar en este contexto (de la pandemia), otros actores de la cadena de suministros también han aprendido”.
–A nivel interno uno de los elementos claves para la industria de vehículos es el tipo de cambio. ¿Una subida en el precio del dólar frena una decisión de compra?
–El cliente tiene la decisión tomada. Y la necesidad de movilizarse tiene que ser resuelta. El cliente sabe cómo es el mercado y sigue para adelante, porque muchas de las operaciones son financiadas y el impacto se mitiga.
–¿Cuáles señales ven ustedes que generan optimismo en el 2022?
–Hay una recuperación del turismo, un aumento marcado de la vacunación, hay una aprender a vivir con las condiciones del mercado, y Costa Rica sigue adelante. Seguimos para adelante, somos muy optimistas.
Inversión de Toyota
–¿Qué aportó la llegada de Toyota para ocupar una silla en la Junta Directiva de Grupo Purdy Motor?
– Ha sido extraordinario. Tenemos una comunicación aún más fluida con casa matriz. Tenemos acceso directo a su conocimiento y sus recursos, a su red de contactos. Si bien siempre nos consideramos una empresa ágil, desde abril, cuando se dio el anuncio, hasta hoy, hemos ganado aún más velocidad y más profundidad.
–¿En qué sentido? ¿Puede dar un ejemplo?
–En los conocimientos, el acceso al desarrollo de la tecnología del hidrógeno. Hemos ganado el acceso a nuevas fuentes de información y de opciones de las que sabíamos, pero no estábamos tan en contacto.
–¿Ha servido para mejorar la estrategia empresarial?
–Cuando se incorporan nuevas perspectivas y conocimientos a la Junta Directiva (Toyota Tsusho ocupa un puesto), en cada reunión y comité de trabajo se da una oportunidad cotidiana de mejorar no solo la estrategia, sino la ejecución de la estrategia, que a veces es más importante. Y tengo que decir que sí hemos mejorado la ejecución.
”Hay conversaciones para crecer las operaciones fuera de Costa Rica”.
– ¿Cómo, ellos propusieron un camino para hacerlo?
–Todavía no tenemos un camino concreto, pero ellos han visto mejores prácticas en Costa Rica y, cuando las comparan con otros mercados, comienzan a decirnos: nos ayudarían a implementar estas mejores prácticas en otros mercados; y la respuesta por supuesto es sí. Entonces estamos en el proceso de identificar esas oportunidades y asignar recursos.