Si tiene una buena idea, quiere emprender y hacer a partir de ella un negocio, debe saber que la idea no es suficiente y que necesitará estudiar, primero, las necesidades del mercado y pensar en el problema, no tanto en la solución.
Este es el primer obstáculo al que se enfrentan los emprendedores cuando empiezan el proceso en convertirse en un negocio formal, según explicó a La Nación David Ramírez, Gestor de Emprendimiento de Auge, una comunidad gestada en la Universidad de Costa Rica que incuba y desarrollar proyectos y asesora en el desarrollo de emprendimientos.
Con él también coinciden los gestores de emprendimientos de Tec Innova Lab, del Instituto Tecnológico de Costa Rica (ITCR).
Ramírez explicó que es común que las personas se enamoren de la idea; pero también es común que desconozcan si tiene viabilidad económica, cuánto son los costos de operación y cuáles son los procesos a seguir para desarrollarlo.
LEA MÁS: Capital para emprendimientos fluye a cuentagotas a las empresas
Un ejemplo de esto son los datos finales de Auge para el 2017. Durante ese año se descubrieron 150 emprendimientos y se definieron 43, pero a la etapa de creación solo llegaron 13 y solo ocho lograron diversificar productos y avanzar hacia otros mercados.
Sin embargo, estos negocios contribuyeron al ecosistema emprendedor del país con 168 empleos directos, $2,6 millones en ingresos y $840.000 en atracción de capital y financiamiento, durante el año pasado.
Antes de empezar, lo ideal es, primero, probar el mercado para que sean los clientes quienes realimenten y den pautas para mejorar el producto o servicio y así evitar gastos de inversión innecesarios.
Según los gestores de emprendimiento de Tec Innova Lab, los proyectos que no logran surgir es porque, generalmente, se niegan a reinventarse y los emprendedores se enamoran de una idea de negocio que no es viable.
“Por falta de conocimiento en el emprendimiento, no tienen claro su nicho de mercado, los procesos de producción y desconocen las finanzas del negocio, costos y márgenes de utilidad. Otros se recargan de tareas y no delegan, por lo que les cuesta crecer”, afirmaron en esta incubadora.
Por el contrario, los emprendimientos que escuchan al cliente suelen observar más las tendencias, tienen una buena gestión con objetivos definidos, estrategia clara, una adecuada ejecución y, sobre todo, mantienen una idea ligada a una necesidad que invita al cliente a comprar.
“No es necesario gastar miles de dólares o buscar fondeo al principio, sino hacer una idea de lo que va a funcionar, cómo va a funcionar y planteárselo al mercado”, aseguró también Fernando Arce Montero, director ejecutivo del programa Yo Emprendedor, que se encarga de capacitar y preparar emprendedores para ofrecer sus ideas de negocio.
Sin embargo, afirmó que es importante contar con un buen equipo y una buena administración de los recursos, además de poder validarla en el mercado.
Pero, ¿cómo puede alguien descubrir si su idea tiene viabilidad?
Según Arce, lo primero que debe hacer es estructurar una breve descripción de la idea y a partir de ahí, presentarla en el mercado, a potenciales clientes o a cualquier otra persona, que pueden ser incluso vecinos, amigos o conocidos, para valorar qué tipo de características se pueden añadir o quitar, según la apreciación de las personas.
Posteriormente, lo ideal es crear una primera versión del producto y salir a ofrecerlo en el mercado o entorno inmediato del emprendedor, observar la competencia y valorar si hay oportunidad en el mercado.
“No es malo meterse donde hay mucho de lo mismo como, por ejemplo, en alimentos y bebidas, pero el reto es meterle más innovación para diferenciarlo. Por ejemplo, si va a hacer paletas, en donde en este momento hay mucha gente, tiene que innovar o en procesos, o en publicidad o en producción y así va a funcionar”, afirmó Arce.
Por último, el emprendedor debe armar una estructura de costos, que en términos sencillos significa determinar cuánto cuesta generar el producto o servicio, cuánto cuesta venderlo y cuántas son las utilidades totales del negocio.
Después de tener estos pasos claros, puede comenzar a buscar fuentes de financiamiento, acceder a aceleradoras, ferias y construir una red de contactos (networking) con una propuesta más robusta.
Para Jeudy Blanco, un emprendedor de 35 años que desarrolló una aplicación para que los desarrolladores puedan seleccionar testers que prueben sus aplicaciones y juegos, los pasos anteriores resultan vitales para hacer de un emprendimiento un negocio.
“Cuando he creado aplicaciones anteriormente uno la publica y se da cuenta, por ejemplo, que necesita ser diferente para poder ser lo que la gente estaba dispuesta a comprar, o aprender a venderla y mercadearla. Eso no puede hacerlo uno solo, se necesita apoyo de las incubadoras o aceleradoras o de otro tipo de recursos”, aseguró.
Blanco afirmó que a pesar de que espera en algún momento poder trabajar solo en sus emprendimientos, continúa trabajando por contratos en algunas empresas de ingeniería, algo que considera importante mientras se comienza con un proyecto y se tienen otras responsabilidades, ya que "siempre es un riesgo".
Sin embargo, no se necesita tener una idea muy elaborada, ni de un sector determinado para poder emprender, ni tampoco es necesario ser profesional para que el negocio resulte exitoso; aunque sí se necesita conocimiento y capacitación.
Según explican los especialistas consultados, con el material que se encuentra disponible en Internet las personas pueden capacitarse, encontrar recursos para aprender sobre finanzas para negocios y técnicas administrativas.
LEA MÁS: Costa Rica es el quinto mejor país de Latinoamérica para concretar emprendimientos
Instituciones como el Instituto Tecnológico de Costa Rica y la Universidad de Costa Rica (UCR) ofrecen cursos libres abiertos al público para planificación de negocios, diseño de ideas de negocio y orientación a emprendedores.
Aceleradoras como Auge, de la UCR, ofrecen programas más especializados para emprendedores que necesitan una asesoría más formal y avanzada del negocio y otros, como Yo Emprendedor, tienen programas para emprendedores en todas las etapas del proceso.
Sin embargo, en páginas web y redes sociales de las incubadoras, instituciones y fundaciones, se puede encontrar información general y gratuita.
Una vez que se tenga la idea avanzada y con una estructura más robusta, es recomendable que los emprendedores puedan asistir a eventos de networking con empresarios y personas relacionadas al mundo del emprendimiento para lograr financiamiento, expansión o nuevas ideas de crecimiento para el negocio.