Por medio de campañas en redes sociales y un llamado a la fiscalización de medidas sanitarias, el sector empresarial cierra filas para pedir a la población que se cuide de la covid-19, y a la vez, intenta evitar que el Gobierno aumente las restricciones vehiculares y el cierre temporal de comercios.
El lema de la campaña difundida por la Cámara de Comercio de Costa Rica es “Mala Idea”. Con una serie de publicaciones en redes sociales la Cámara junto con sus aliados trata de concientizar a los usuarios sobre el cumplimiento de medidas preventivas, la eliminación de fiestas clandestinas y seguimiento de protocolos por parte sus afiliados.
La iniciativa también la suscriben la Cámara Nacional de Turismo (Canatur), la Asociación de Productores e Importadores de Bebidas Alcohólicas de Costa Rica (Apibaco), la Cámara Costarricense-Norteamericana de Comercio de Costa Rica (AmCham) y la Cámara Costarricense de Restaurantes y Afines (Cacore), entre otras organizacines.
El objetivo es hacer un llamado de atención a la población general, “pero en especial a los jóvenes” y aquellas personas que han relajados sus protocolos y medidas sanitarias, e instarlos a proteger la salud y el trabajo de las personas, asegura un comunicado de la Cámara de Comercio.
Julio Castilla presidente de la Cámara de Comercio enfatizó que no considera necesario hacer cierres o aumentar la restricción vehicular pues asegura que no es en los comercios donde se están dando los contagios sino por medio de fiestas y reuniones familiares.
Además, aseguró que desde la Cámara han sido vigilantes con sus afiliados y al menos 8.000 comercios están calificados como comercios seguros, pero destaca también que 1% tienen oportunidades de mejora en cuanto al cumplimiento de regulaciones.
Jorge Sequeira, presidente de Cacore coincide con Castilla y asegura que el país no necesita más cierres, sino una mejor y mayor fiscalización de las medidas vigentes, además que espera que las municipalidades puedan unirse a los esfuerzos de regulación pues reconoce que en este punto todos están agotados pero es necesario para aplanar la curva.
“No se vale que los que se portan bien tengan que pagar los platos rotos de los que se están portando mal, porque le puedo asegurar que los que nos estamos portando bien estamos inviertiendo dinero, eso es algo costoso con las capacitaciones, adaptaciones de restaurantes, entre otros”, destacó Sequeira.
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Adicionalmente, la Asociación de Bares y Restaurantes (Asobarest) indicó que mantuvo una mesa de diálogo conjunta con el sector público y privado con el fin de evaluar y proponer diferentes estrategias y decisiones para evitar cierres.
Entre los participantes de esta reunión estuvieron la Cámara de industrias, el Ministerio de Salud, el Ministerio de la Presidencia y el Ministerio de Economía, junto cámaras de restaurantes, financieras, y de la construcción.
La posición de todos los sectores es tratar de evitar, en la medida de lo posible, cierres y reducciones en horarios y aforos, por lo cual se inicia una campaña de concientización entre todos los participantes.
Aumento de casos
El pasado jueves 22 de abril el país registró 1.776 casos de covid-19, la cifra más alta reportada en un solo día, desde el inicio de la pandemia, en marzo del 2020.
Estos son 220 contagios más del récord anterior, registrado el 18 de setiembre, cuando se confirmaron 1.556. Ocurrió cuando el país afrontaba el pico de la ola pandémica anterior.
“Hay nuevas variantes del virus que están circulando entre nosotros, que hacen que este virus se transmita mucho más fácilmente. Estamos viendo personas más jóvenes que están ocupando campos en las unidades de cuidado intensivo”, advirtió Daniel Salas, ministro de Salud.
La ocupación hospitalaria de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) reporta un 83,49% de uso en cuidados intensivos. La situación es más difícil en los cuidados intensivos críticos, donde el 87,9% de las camas están ocupadas y solo hay 15 libres.
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Desempleo y suspensión de contratos
Tanto Sequeira, de Cacore; como Castilla, de Comercio, aseguran que una restricción vehicular más intensa aumentaría los índices de desempleo que venían bajando en meses anteriores.
“Tan pronto iniciaron las restricciones tuve que reducir contratos que había renovado, ahora si se endurecen las medidas es probable que muchos de mis colaboradores se queden sin trabajo”, agregó Sequeira.
La tasa de desempleo para diciembre del 2020, enero y febrero de 2021 fue del 18,5%, lo que significa que 452.048 se encontraban sin trabajo en esos meses. Pero a mediados del año pasado llegó al 24%, según datos de la Encuesta Continua de Empleo.
Datos de la página del Ministerio de Trabajo muestran que, al 16 de abril, 74.042 personas tienen su jornada suspendida de las cuales 41.323 pertenecen al sector comercio, 24.185 al de servicios y 4.494 a transportes.
En cuanto a las cifras de reducción de jornadas, para la misma fecha al menos 165.966 personas están en esa condición.