San José
Empresas costarricenses están adaptando a su entorno herramientas utilizadas en el ámbito nacional para combatir la pobreza, con el fin de detectar a los trabajadores que pertenecen a hogares con carencias, entender las vías para ayudarlos y luego medir los resultados.
La idea nació de las mismas empresas, y dos organizaciones nacionales –Horizonte Positivo y la Asociación Empresarial para el Desarrollo (AED)–, han depurado las metodologías.
Horizonte positivo apoyó la aplicación en Costa Rica del índice de pobreza multidimensionalal, desarrollado por el Centro de Desarrollo Humano y Pobreza de la Universidad de Oxford, y el cual mide la pobreza, no solo por los ingresos, como se acostumbraba, sino que, en el caso de Costa Rica, toma en cuenta cinco dimensiones: educación, vivienda, salud, trabajo y protección social.
VEA: 10 respuestas sobre el nuevo Índice de Pobreza Multidimensional
Ahora la organización desarrolla, junto con la Universidad de Oxford, un índice de pobreza multidimensional empresarial, que sería el que se aplique a las empresas y que permitiría medir si efectivamente hay una reducción en este indicador.
Actualmente, Purdy Motor y el BAC San José participan en un plan piloto para comenzar a desarrollar este nuevo indicador, único en el mundo.
Por su parte, AED aplica la boleta socioeconómica elaborada por el Instituto Holcim para el Desarrollo Sostenible y alineada a la Ficha de Información Social que utiliza el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS) para conocer las dimensiones de pobreza de sus trabajadores.
Erika Linares, directora de dimensión social de la AED, informó de que 50 empresas han aplicado la herramienta a unas 11.000 familias.
Del índice a la ayuda. De este trabajo metodológico las empresas tienen claras las necesidades de los hogares pobres de sus trabajadores y de ahí definen una estrategia.
Las acciones que implementan incluyen, por ejemplo, la posibilidad de concluir la educación secundaria por medio de cursos que pueden llevar en la propia empresa, con el apoyo del Ministerio de Educación.
Además, ofrecen cursos de educación financiera y un asesor, que es un voluntario de la misma compañía, ayuda al hogar del trabajador a organizar sus finanzas familiares para salir de deudas. También les apoyan para construir casa o en los trámites para aplicar para un bono de vivienda y hasta ayuda económica temporal mientras logran organizarse.
La idea abre una esperanza para que el país logre romper con el mínimo de 20% de hogares pobres que arrastra desde hace 22 años.
Medida por el índice de pobreza multidimensional en Costa Rica hay un 20,5% de hogares en esta situación, un estimado de casi 307.000.
Tres casos. Tres empresas que iniciaron este camino, Purdy Motor, BAC San José y Florida Ice & Farm (Fifco), compartieron su experiencia.
En Purdy Motor, el programa Purdy Oportunidades nació en el 2012. En ese año y en el 2014 utilizaron la herramienta creada por AED.
A partir del 2016 participan en el plan piloto que realiza Horizonte Positivo para aplicar en Costa Rica un índice de pobreza multidimensional empresarial, explicó Mónica Morales, encargada del programa.
Purdy elabora un censo entre sus trabajadores cada dos años y a partir de ahí define la estrategia.
Morales explicó que han detectado dos principales áreas en las cuales pueden ayudar a los trabajadores: educación y seguridad financiera.
En educación crearon Purdy Cole, un programa en el cual el Ministerio de Educación les da los estudios en los mismos lugares de trabajo. En el caso de Purdy, además del área metropolitana, tiene sucursales en Liberia, Pérez Zeledón y San Carlos.
"Hoy hay 85 estudiantes matriculados, tenemos graduados 28 personas con bachillerato de secundaria y nueve de tercer ciclo, nosotros les apoyamos con todo el proceso logístico, las clases se imparten en el mismo lugar de trabajo, son gratuitas para ellos, y les damos un subsidio del 50% del costo de materiales y de los exámenes", explicó Morales.
En educación financiera desarrollaron el Taller de la Hormiga.
En BAC San José, Luis Mastroeni, gerente de Responsabilidad Social Corporativa del Grupo Financiero BAC Credomatic, explicó que en el pasado, y gracias a un fondo especial de la asociación solidarista, pudieron colaborar con varios trabajadores.
"En el 2014, iniciamos formalmente el proceso de medición de este tema (medición por ingreso) y en el 2016 implementamos el índice de pobreza multidimensional", explicó.
En febrero de este año comenzaron el proceso de medición entre 6.500 personas y luego de eso implementarán un plan de oportunidades para que las personas que presenten pobreza multidimensional puedan salir adelante, detalló Mastroeni.
Prevén iniciar en mayo de este año la atención de los casos más sensibles.
Fifco creó Fifco Oportunidades, el cual usa de la ficha de información del Instituto Mixto de Ayuda Social, la cual tiene las mismas áreas del índice de pobreza multidimensional. Además, incorporaron cuatro
condicionantes de la Comisión Económica para América Latina: salud, educación, finanzas y vivienda.
El programa nació en el año 2016 y con esta metodología encontraron que un 3,6% de los colaboradores y sus hogares viven en pobreza de un total de 4.797 personas.
Hasta ahora han obtenido resultados concretos, según algunos ejemplos que citó Gisela Sánchez, directora de Relaciones Corporativas de Fifco: el 37% de los trabajadores en pobreza superaron problemas de vivienda, el 56% tienen una situación financiera estable (han readecuado o eliminado sus deudas y cuentan con un presupuesto familiar), el 100% cuentan con padrinos financieros y el 100% de los empleados en esta condición recibe un bono alimentario cada mes, además de alimentos Nutrivida.
José Aguilar, director ejecutivo de Horizonte Positivo, explicó que las 62 empresas que están en esta organización están apoyando la iniciativa y hay mucha sed de todas las firmas por participar.
Aguilar explicó que la idea es que luego las empresas compartan sus soluciones para que otras las puedan usar, además que se ayuden unas a otras y avanzar en las alianzas públicos y privadas, como la que está haciendo el Ministerio de Educación para que los trabajadores obtengan su bachillerato.
"Gana el miembro de ese hogar, que va a tener prosperidad, gana la empresa que va a tener una relación más cordial con sus colaboradores y esa es la expectativa, va a tener gente con una formación y calidades que requiere y gana el país porque reduce las carencias de la población y podemos maximizar el impacto de los recursos de las instituciones complementando la fortaleza de cada sector", resumió Aguilar.