El término “geek” se define como “una persona con conocimientos y un interés obsesivo en un tema particular, especialmente uno que no sea técnico”, según Oxford. Alrededor de este concepto, una cultura amante de temas como el animé, los videojuegos o los superhéroes ha tomado auge a nivel mundial, y Costa Rica no es la excepción.
El crecimiento del interés en estos grupos ha generado la organización de diversas ferias o convenciones con cientos y hasta miles de visitantes, quienes asisten vestidos de sus personajes favoritos. Estos espacios también captan la atención de negocios que buscan aprovechar la gran cantidad de interesados para vender sus productos. No obstante, aunque ofrecen oportunidades, estos eventos presentan importantes retos.
Grettel Álvarez Brenes, vecina de Coronado, y su hija Jazmín Vargas Álvarez, son propietarias de Dragon Slayer Store, una tienda virtual de bisutería geek. Han participado en eventos en el Estadio Nacional, la Antigua Aduana y hasta en Puntarenas. Sin embargo, Álvarez admite que participar en estos eventos es “una tómbola”, ya que aunque a veces generan importantes ganancias, en otras ocasiones apenas cubren los gastos logísticos.
Alejandro Amador, propietario de El Garaje del Medio, una tienda de Funko Pops, coincidió en que estos eventos no siempre son rentables. Comentó que para muchos negocios como el suyo pueden ser un riesgo. Según explicó, esto se debe a que en primer lugar muchos organizadores de los eventos (aunque no todos), cobran montos que pueden ir desde los ¢100.000 y hasta los $1.000 para que las pymes participen.
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Amador añadió que las entradas para los asistentes a estos eventos a menudo son caras, lo que dificulta que los visitantes dispongan de más dinero para comprar productos en los stands. Además, destacó que muchos pequeños negocios carecen de educación financiera, lo que les impide calcular correctamente si están obteniendo ganancias o pérdidas.
“A veces, piensan que si cubren el costo del puesto ya tienen ganancias, pero hay otros costos operativos, como transporte y salarios”, explicó.
Aspectos positivos
No todo es negativo. Álvarez comentó que en algunos casos los eventos han sido una oportunidad exitosa, no solo para obtener ganancias, sino también para acercarse a sus clientes, exponer su marca y que los padres de los niños interesados en la cultura “geek” conozcan mejor los productos que les atraen. Además, dice que confía en los organizadores de los eventos porque tienen “su peso en la industria”, y sabe que muchos de los eventos pueden tener muy buena visitación.
Según señaló, estas participaciones le permiten llegar a clientes de cantones fuera de la Gran Área Metropolitana, expandiendo sus ventas mediante envíos a lugares como Puntarenas, Pérez Zeledón o Guanacaste por encomienda.
Por su parte, Amador indicó que, aunque no participa en todos los eventos, mantiene presencia en algunos que tienen fines benéficos o que permiten obtener ganancias en ciertas circunstancias. Por ejemplo, mencionó que participará en el evento Ciudad de Héroes, que se celebrará en Paseo Metrópoli en Cartago del 27 al 29 de setiembre, ya que lo recaudado será destinado a la Asociación Proyecto Daniel, una entidad que apoya a jóvenes con cáncer.
Amador destacó que El Garaje del Medio contará con tres personas en su stand, quienes se encargarán de las ventas y de rotar turnos para atender otras necesidades logísticas, como almorzar.
Álvarez también participará en este evento, acompañada de su hija. Sin embargo, para asistir, deben contratar un servicio de transporte, ya que no tienen vehículo propio. El costo del transporte, sumado al precio del puesto, los salarios de quienes les asisten y la alimentación, son solo algunos de los gastos que deben cubrir para estar presentes.
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“El día después del evento toca hacer inventario, revisar los gastos y cualquier imprevisto. Por ejemplo, si hubo mucho tráfico y el Uber cobró más, o si alguien se enfermó y hubo que ir a la farmacia. Después de sacar los costos, el precio del puesto y la mercancía invertida, podemos calcular la ganancia. De esa ganancia hay que apartar para el seguro, el pago de la contadora para Hacienda y reservar una parte como fondo para futuros eventos”, explicó.
A pesar del arduo trabajo que representan estas ferias, Álvarez disfruta asistir. Considera que la cultura “geek” ha crecido mucho, las personas se identifican más con diferentes personajes y se ha convertido en una actividad familiar. Por ello, cree que vale la pena seguir participando en estos eventos.
“Me gusta mucho el poder hablar con los clientes, el ver como para los jóvenes estos eventos son un escape, donde nadie los critica, no les hacen bullying, y más bien pierden el miedo y conocen gente. Es una comunidad muy bonita, entre las tiendas nos ayudamos y aprendemos”, concluyó.