Los mercados asiáticos se hundieron, este lunes 20 de setiembre, ante los temores de una potencial quiebra del gigante inmobiliario chino Evergrande.
La compañía debe pagar esta semana intereses por sus préstamos y bonos; y los expertos temen que no podrá hacerlo.
La firma, uno de los promotores inmobiliarios más importantes de China y del mundo, ha reconocido que puede tener problemas para atender sus deudas y obligaciones, que ascienden a más de $300.000 millones.
Hong Kong registró pérdidas de un 3,3%, mientras que Evergrande llegó a desplomarse casi un 19% antes de terminar la jornada con un 10%. La empresa reporta una caída de su valor del 90% en el último año. En tanto que Wall Street terminó la jornada con una caída del 2% preocupada por la empresa.
A raíz de su crisis, la empresa ha implementado desde tasas de interés milagrosas a inversiones de alto riesgo. Los acreedores expoliados y los empleados describen las tácticas desesperadas del gigante inmobiliario chino para escapar de la bancarrota.
“La aversión al riesgo aumentó (...) dadas las inquietudes de un contagio que surgieron por la potencial quiebra del grupo chino Evergrande, el promotor inmobiliario más endeudado del mundo”, resumieron los analistas de Schwab.
El mastodonte se había convertido en dos décadas en uno de los rostros más visibles del frenesí inmobiliario de China, en tanto millones de familias han podido adquirir la propiedad de sus hogares.
Hoy, el grupo se desmorona minado por una deuda de $300.000 millones, que es equivalente al producto interno bruto (PIB) de Rumania, por ejemplo.
Proveedores sin recibir sus pagos y propietarios engañados se manifestaron la semana pasada ante la sede del grupo, en Shenzhen. Escenas poco comunes en un país donde las protestas son muy poco toleradas.
Este grupo mantiene más de 1,4 millones de viviendas aún en plena construcción, que ya no puede terminar ni entregarlas a sus propietarios.
Totalmente acorralado, actualmente ofrece a sus acreedores los pagos adeudados en especie, como terrenos o plazas de estacionamiento. Ofertas por lo general rechazadas por los interesados.
Pérdidas de clientes
Un promotor de desarrollo inmobiliario, con sede en Shanghái, China, perdió este lunes más de $1.000 millones de dólares, a causa de los temores ante un posible colapso de Evergrande.
Zhang Yuanlin, presidente de Sinic Holdings Group, vio este lunes desmoronarse su patrimonio neto desde $1.300 millones hasta $250,7 millones en pocas horas, de acuerdo a la revista Forbes, puesto que su empresa se vio obligada a paralizar sus operaciones en Hong Kong tras una caída del 87% del valor de sus acciones en la bolsa local.
El empresario, que apareció este año en la lista de multimillonarios del mundo de Forbes, amasó su fortuna con la venta de apartamentos de alto nivel, ahora un sector muy vulnerable ante el posible colapso del gigante inmobiliario Evergrande, lo que provoca pánico entre los inversores.
Ante la inminente amenaza de la bancarrota, Evergrande también ha propuesto en los últimos meses a sus empleados vender –pero también comprar para ellos mismos– inversiones muy atractivas pero de alto riesgo, de acuerdo a varios de éstos contactados por la AFP.
Una de ellas, de apellido Huang, asegura haber recolectado 1,5 millones de yuanes (unos $235.000) con ayuda de su familia para comprar estos productos propuestos.
Las tasas de interés ofrecen una ganancia de entre 7% y 9%, según los empleados y folletos consultados por la AFP.
“Antes del vencimiento, nos pidieron que metiéramos más dinero en lugar de reembolsarnos”, revela. “Ahora, ya lo hemos perdido todo”, añade.
La AFP contactó con Evergrande para comentar estas informaciones, pero el grupo se negó a realizar declaraciones.
Una consejera financiera del sector de administración del patrimonio en Evergrande, quien se negó a identificarse por temor a represalias, confesó que era difícil resistirse a las propuestas de la dirección.
“Nos animaron intensamente a mejorar nuestros rendimientos, prometiéndonos bonificaciones”, destaca.
Como resultado, “muchos clientes depositaron todo su dinero y sus jubilaciones en la empresa porque confiaban en Xu Jiayin”, fundador del grupo, quien en pocos años se ha convertido en uno de los mayores multimillonarios chinos, explica la empleada.
Pero, a comienzos de este mes, cuando se hizo difícil reembolsar, se volvió imposible contactar con la gerencia, afirma.