“Todos son coleccionistas de algo” es el lema de Funko, la compañía de juguetes que tiene en su poder la línea de Funko Pop. Estas figuras son conocidas por la variedad de licencias que ostenta la marca, lo que pone a disposición de sus seguidores un sin fin de opciones, que va desde los superhéroes de Marvel, hasta los futbolistas de grandes clubes europeos.
Jose Enrique Muñoz, por ejemplo, es un gran fanático de Star Wars, empezó a coleccionar figuras de las series y películas de La Guerra de las Galaxias. Cuando descubrió la amplia diversidad de Funko Pops que existen, vio la oportunidad de abrir Mundo Funko, un emprendimiento en el que vende estos juguetes.
Muñoz mencionó que la línea Funko Pop es “un mundo infinito de posibilidades”, por lo que sabía que el producto tendría buen alcance.
Este fanatico de Star Wars inició el negocio como una forma de aumentar sus ganancias para ampliar su colección sin incurrir en gastos de su fuente primaria de ingresos. Según él, Mundo Funko le permitió ahorrarse costos de envío y de las figuras, lo que le permitió ampliar aún más su colección.
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Otro emprendedor que vende estos productos es Alejandro Amador, dueño del Garaje del Medio. La diferencia es que Alejandro no inició su negocio con la venta de Funko Pops, sino que empezó probando con distintos productos hasta que encontró un nicho en los juegos de Play Station 3, hace algunos años.
Amador explicó que conforme cambiaban las tendencias se fue adaptando a juegos de Play Station 4 y otros productos del mundo ‘geek’ hasta consolidarse en las figuras Pop.
Amplia variedad de clientes
Amador explicó que su clientela se compone, principalmente, de personas que coleccionan las figuras. Aunque explicó que sí existe un segmento de los compradores que ven a los Funko Pop como un juguete y no como figuras de colección.
Muñoz narró que, cuando el emprendimiento tiene la posibilidad de mostrar sus productos en distintas actividades, los niños se sienten atraídos por tener alguno de los ‘funkos’, pero sus padres no los compran con la mentalidad de coleccionarlos.
De igual forma, ambos emprendedores reconocieron que cada vez existe más competencia en la venta de estas figuras, que también se ofrecen en las grandes jugueterías del país.
Según el dueño del Garaje del Medio, lo que hace destacar a los negocios pequeños sobre otras tiendas es que los clientes se identifican con el vendedor, pues tienen un rostro más humano, y esto permite un servicio al cliente personalizado.
Andrés Liebhaber, gerente de mercadeo de la juguetería Toys, explicó a La Nación que este producto atrae a una amplia variedad de compradores debido a que Funko es el juguete que tiene más licencias a nivel mundial, lo que hace que la marca aún tenga una amplia posibilidad de desarrollo.
Liebhaber amplió que este tipo de productos son un muy buen regalo por su precio, y debido a que no tienen edad ni género. Concluyó mencionando que en el país el consumo de las licencias de animé y superhéroes son las que mayor crecimiento han tenido.
Las ventajas de la digitalidad
Mundo Funko inició como un negocio virtual en 2020, después de hacer un proceso previo de investigación del mercado en el país.
Tanto Mundo Funko como El Garaje del Medio son tiendas virtuales que tienen bodegas físicas. Ofrecen entregas con sus propios mensajeros, por medio de Correos de Costa Rica, los clientes pueden recoger en las bodegas y cuentan con la posibilidad de coordinar las entregas por WhatsApp, Instagram y Facebook.
Ambos tienen otro trabajo, de cuyo salario salen sus principales fuentes de ingreso, y han visto en los Funko Pops la posibilidad de aumentar sus ingresos en algo que ven como un hobby.
Según Muñoz, él y sus compañeras han sido muy conservadores con el emprendimiento, y no lo han querido explotar al máximo. Explicó que el negocio tiene muchísimo potencial, pero han preferido mantenerlo como un pasatiempo que les genera algún monto extra.
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Para Amador, que el emprendimiento sea virtual genera ciertas comodidades. Por ejemplo, que no hay preocupaciones por los gastos de mantenimiento de un local físico, y las ventas están bien distribuidas según explicó.
Sin embargo, también aseveró que en algunas ocasiones, como en Navidad, le es muy complicado poder responder a todas las preguntas que hacen los clientes por los canales digitales. Por esto, cuenta con la ayuda de varios amigos que lo apoyan con el manejo de ciertos perfiles, como el caso del Facebook.
Todo negocio implica riesgos
Tanto Alejandro como José Enrique tienen claro que el principal riesgo del comercio de estas figuras es la integridad del producto. Al ser considerado como una figura coleccionable por muchos, es necesario que la caja esté en excelentes condiciones.
El valor de la figura, a través del tiempo, radica en que tanto ella como su caja estén lo más cercano a su estado original.
Los dos emprendedores han recibido el producto dañado en más de una ocasión, lo que les genera una menor ganancia o incluso una pérdida. Según Muñoz, hay muchos factores que pueden hacer que una caja llegue golpeada, como la manipulación de la caja durante el proceso logístico o la protección con la que empaca el proveedor.
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Los lanzamientos de Funko Pop exclusivos también obliga a los vendedores a trabajar sobre la incertidumbre hasta cierto punto, pues el producto está a la venta por un tiempo limitado. Por esto, la figura debe ser adquirida por los vendedores sin la seguridad de cuántas unidades se podrán vender y cuánto tiempo durarán en su inventario.
Ambos intentan reducir este riesgo con las preventas, donde piden un adelanto al cliente final, y una vez entregan el producto, cobran el monto restante.
Para ambos esto es algo común, sobre todo en el mundo del coleccionismo; donde muchos encuentran el valor en los detalles y en la exclusividad de las cosas. Esos mismos factores que atraen a los coleccionistas al mundo de Funko Pops.