Google abrió este miércoles su chat de inteligencia artificial (IA) Bard a 180 países en inglés, y anunció la integración de esta tecnología a muchas otras plataformas, incluida la búsqueda en línea.
“Llevamos siete años siendo una empresa de inteligencia artificial y estamos en un punto de inflexión”, dijo Sundar Pichai, el jefe del grupo californiano, ante miles de personas congregadas en su anfiteatro de Mountain View.
“Con la IA generativa estamos dando el siguiente paso”, aseguró Pichai en la conferencia anual de desarrolladores de Google celebrada en Silicon Valley, California. “Estamos reimaginando todos nuestros productos principales, incluida la búsqueda”.
“Desde hace algún tiempo, estamos haciendo que nuestros productos sean radicalmente más útiles a través de la IA generativa, siguiendo un enfoque audaz y responsable”, añadió.
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El lanzamiento en noviembre de la interfaz ChatGPT —diseñada por la californiana OpenAI y financiada principalmente por Microsoft— lanzó una frenética carrera por la IA generativa, entre el entusiasmo exuberante y las preocupaciones apocalípticas.
Google respondió con Bard, que se abrió al público a finales de marzo.
Actualmente sólo disponible en inglés, el nuevo chat pronto podrá conversar en 40 idiomas. Se espera que se convierta en multimedia, lo que significa que podrá integrar imágenes en las preguntas y respuestas de los usuarios.
Rivalidad
La empresa también mostró cómo cambiará gradualmente la búsqueda en línea, con respuestas escritas a las preguntas de los usuarios por encima de los enlaces tradicionales, y la posibilidad de interactuar con la interfaz, pidiendo aclaraciones, por ejemplo.
El nuevo Google llegará en las próximas semanas, y la empresa ha abierto una lista de espera en la que apuntarse para utilizarlo en unas semanas.
Asimismo, el grupo californiano está desarrollando extensiones de Bard, para que los usuarios puedan interactuar con el robot directamente desde la aplicación de mapas Maps, el buzón de Gmail o el procesador de textos en línea Docs.
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También figuran herramientas para las empresas que quieran construir sus propias herramientas generativas basadas en IA generativa (búsqueda, bots conversacionales, etc) para sus aplicaciones, con sus propios datos.
Microsoft hizo anuncios similares recientemente. La firma informática ya había integrado ChatGPT en su motor de búsqueda Bing y la semana pasada lo abrió por completo al gran público.
Esto revitalizó este portal hasta ahora insignificante en comparación con el gigante Google.
Los dos rivales compiten entre sí en un intento de convertir sus plataformas impulsadas por IA en los asistentes personales preferidos por los usuarios.
A pesar del despliegue impulsado por dos de las mayores empresas del mundo, entre los riesgos de la inteligencia artificial figuran sus posibles usos para la desinformación, con clones de voz, videos falsos y mensajes escritos de forma convincente.
En marzo, una serie de expertos instaron a hacer una pausa en el desarrollo de potentes sistemas de IA para dar tiempo a garantizar su seguridad.
El informático Geoffrey Hinton, apodado “el padrino de la inteligencia artificial”, renunció recientemente a su trabajo en Google para denunciar los peligros de esta tecnología, al sostener la amenaza existencial de la IA es “seria y cercana”.