Los pequeños hoteles de Costa Rica enfrentan una nueva realidad en el mercado cambiario. El comportamiento de la divisa los obligó a ajustar sus presupuestos para poder lidiar con los altibajos en el tipo de cambio que han marcado los primeros meses del 2023. El segundo semestre del año pasado no fue menos sencillo debido a la apreciación del colón.
Con este escenario, los empresarios del sector reconocen que han asumido mayores costos para mantener la calidad en sus servicios, así como para no despedir personal. Junto a la inestabilidad en el precio del dólar, también enfrentan presiones inflacionarias que encarecen los productos que utilizan en sus negocios.
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Roger Sans, presidente de la Cámara de Turismo y Comercio del Caribe Sur, y gerente general del Hotel Banana Azul, afirmó que la situación actual resta competitividad al país en comparación con otros mercados turísticos, ya que los visitantes extranjeros notan el encarecimiento de los servicios.
En el Hotel Banana Azul, han tenido que “ajustarse el cinturón” para sortear las dificultades con el tipo de cambio y la inflación. “Como empresarios hoteleros, no hemos reducido personal, pero no contratamos a más gente, mantenemos lo que ya tenemos, esto es una cadena que afecta a todos”, agregó Sans.
Frank León, propietario del Hotel Los Almendros, en Puerto Viejo de Limón, manifestó que, si bien no ha tenido grandes problemas para cumplir con las obligaciones de su negocio, optó por fijar la tarifa en dólares, tanto del hospedaje como de los precios de los servicios que brinda en su alojamiento, para así cubrirse ante la inestabilidad cambiaria.
Según Sans, algunas empresas dedicadas al turismo del Caribe Sur que superaron la pandemia no han podido sobrevivir o sus dueños se han visto obligados a vender sus negocios ante las dificultades para cumplir con las obligaciones que ha provocado la coyuntura actual.
Sin embargo, resaltó que el Caribe se mantiene como un punto de mira para grandes inversionistas, que siguen aportando por la zona, lo que representa una oportunidad para generar empleo durante las construcciones y cuando se abren las puertas de los negocios.
Además, indicó que tras la pandemia el turismo de nacionales se reactivó en gran manera, lo que resulta beneficioso para ellos, ya que representan una vía de ingresos que les permite mantenerse a flote. “El turista nacional nos está ayudando demasiado, nos está apoyando, y cada vez está más volcado al Caribe”, destacó.
Panorama en el Pacífico
El panorama de los pequeños hoteles en el Pacífico no dista mucho de lo que sucede en la región del Caribe, ya que los negocios también han tenido que solventar sus necesidades en medio de las presiones inflacionarias y la volatilidad del tipo de cambio.
Jonathan Arley, gerente financiero del Hotel Club del Mar, en Jacó, aseguró que los gastos en colones de las empresas turísticas de alojamiento y operadores de tours han incrementando en 22%, a raíz de la apreciación del colón y el aumento de precios por la inflación.
Sin embargo, destacó que los buenos resultados de la temporada alta del turismo han mitigado un impacto más directo de estos dos fenómenos que afectan al sector, aunque aseguró que será un reto mantenerse durante los meses de menor visitación.
Arley explicó que esto puede ocurrir porque los dólares que ingresan equivalen a menos colones cuando el tipo de cambio baja, y el negocio tiene sus costos fijos en moneda nacional, por lo que a la hora de pagar salarios u otras obligaciones financieras, se tienen menos colones disponibles para cubrir los gastos.
“Esto (temporada alta) nos ha logrado solventar un poquito los problemas financieros que podamos tener (...) Ahora estamos disfrutando de flujos de efectivo altos, pero una vez que termina la temporada alta, estos costos no van a desaparecer”, comentó Arley.
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Según el gerente financiero del Hotel Club del Mar, los flujos de caja para cubrir la temporada baja del turismo pueden que no sean suficientes. “Los problemas se van a ver después de abril y eso son las medidas que tenemos que tomar para efectos de controlar gastos y probablemente reducir planillas después de que termine la temporada la alta”, mencionó.
Por su parte, Pablo Rodríguez, gerente general del Hotel y Restaurante Claritas, también de Jacó, manifestó que han tenido que lidiar con un tipo de cambio inestable, mientras los precios de los productos que utilizan en su negocio se mantienen altos, lo que representa un incremento en los gastos.
“Estamos pagando casi 16% más de lo que pagábamos antes. También nos influyó en las inversiones, porque estamos construyendo un nuevo hotel y, el cálculo con base a lo que teníamos antes es como de un 16% más, eso nos ha frenado un poco para ver cómo lo podemos manejar sin perder mucho dinero”, añadió Rodríguez.
Pese al contexto, Rodríguez aseguró que les ha ido bien y se han dedicado a cuidar sus finanzas, buscando mejores precios y ahorrando en ciertas cosas, sin sacrificar la calidad de sus servicios, para no tener que llegar a tomar decisiones como la de reducir su planilla.
“Estamos haciendo el esfuerzo para mantener la planilla completa, pensamos que en algún momento lo vamos a poder compensar. Hoy como empresarios estamos ganando menos, pero para Claritas es muy importante mantener la fuente de empleo de toda la gente que trabaja con nosotros”, afirmó el gerente del alojamiento.
Panorama del sector
Según la Encuesta Continua de Empleo, publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), los niveles de empleo del sector de hoteles y restaurantes aumentaron en el último año, aunque se evidencia una leve reducción en los ingresos mensuales de los trabajadores.
En el trimestre móvil de octubre, noviembre y diciembre del año anterior (último registro disponible), la población ocupada del sector de hoteles y restaurantes fue de 141.195 personas, es decir, 13.168 más que el registro del mismo periodo del 2021, que fue de 128.027 trabajadores. En los meses previos a diciembre, la cifra osciló entre 134.000 y 148.000.
En cuanto al promedio del ingreso mensual de los trabajadores del sector, también calculado en la Encuesta Continua de Empleo del INEC, la cifra se redujo en ¢7.518 para el trimestre móvil de diciembre, en comparación con el mismo periodo del 2021, al pasar de ¢310.374 a ¢302.856.
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