Nueva York. La huelga de trabajadores de los “Tres Grandes” del sector automotor de Estados Unidos se amplió este viernes en General Motors y Stellantis, a la vez que el sindicato que convocó el paro invitó al presidente Joe Biden a apoyar los piquetes.
El presidente del sindicato United Auto Workers (UAW), Shawn Fain, anunció una huelga de los 38 centros de distribución y repuestos estadounidenses de General Motors y Stellantis, donde las negociaciones están estancadas.
Unos 5.600 trabajadores de 20 estados se han adherido al paro, según estimaciones del UAW.
La huelga no se amplió en Ford, ya que aunque hay discrepancias en algunos temas, la compañía ha hecho concesiones importantes desde que se iniciara la protesta hace una semana.
“Como hemos dicho durante semanas, no vamos a esperar eternamente para obtener contratos justos en los Tres Grandes”, dijo Fain en una sesión informativa.
“Invitamos y alentamos a cualquiera que apoye nuestra causa a unirse a nosotros en los piquetes, desde amigos y familiares hasta el presidente de Estados Unidos”, agregó.
“La forma en que pueden ayudar es construir nuestro movimiento y mostrarles a las empresas que la población nos apoya”.
El guiño de Fain a Biden se produce después de que el presidente estadounidense respaldara las reivindicaciones de los trabajadores y afirmara esta semana en un acto en la ONU que “los beneficios récord de las empresas deberían significar contratos récord para los trabajadores”.
A diferencia de otros grandes sindicatos, el UAW aún no ha respaldado a Biden para la reelección.
Ford cede terreno
Fain explicó que Ford había mejorado propuestas anteriores al restablecer una medida sobre el costo de vida que había sido suspendida en 2009. La empresa también ofreció mejorar el sistema de repartición de las ganancias.
“Aún no hemos terminado en Ford”, agregó el presidente del sindicato. Sin embargo, “reconocemos que Ford se toma en serio el deseo de llegar a un acuerdo”, señaló. “En GM y Stellantis, la historia es diferente”, agregó.
Ford dijo en un comunicado que “está trabajando diligentemente con el UAW para llegar a un acuerdo que recompense” a sus trabajadores y permita a la compañía “invertir en un futuro vibrante y en crecimiento”.
“Aunque estamos logrando avances en algunas áreas, todavía tenemos brechas significativas que cerrar en las cuestiones económicas clave”, dice el comunicado.
GM y Stellantis no respondieron de inmediato a una solicitud de comentarios.
La estrategia del UAW de ampliar gradualmente su acción es parte de lo que Fain ha denominado la “huelga de pie” -en alusión a la histórica huelga de “sentados” del UAW en la década de 1930- que apunta a maximizar la influencia negociadora del sindicato.
El UAW acusa a las empresas de “codicia corporativa” y critica que cada uno de los directores generales de los “Tres Grandes” gane más de $20 millones al año.
Fain también ha dejado de lado la convención del UAW de elegir a una de las tres empresas como objetivo de la huelga, lanzando en su lugar tres series independientes de conversaciones que han mantenido a las empresas con la guardia baja.
El UAW busca aumentos salariales del 40%, que igualarían los aumentos promedio de los directores generales durante los últimos cuatro años.
Otras reivindicaciones clave son la eliminación de los distintos “niveles” salariales, un ajuste del costo de vida y el restablecimiento de las prestaciones médicas para jubilados y de una pensión para los empleados de menor antigüedad.
La huelga, que ya lleva una semana, hasta ahora ha tenido un efecto limitado en las ganancias de las empresas ya que en las tres plantas donde comenzó el paro producían camionetas medianas que son rentables, pero no las mayores fuentes de ingresos.
Los analistas consideran que el UAW tiene previsto ampliar aún más la huelga a las plantas más rentables dependiendo de las negociaciones.