En los últimos años, Intel aumentó sus inversiones en Costa Rica tras reanudar sus operaciones de prueba y ensamblaje. Estas se sumaron a las actividades ya desarrolladas en el país, como los laboratorios de investigación y el Centro de Servicios Globales.
En 2020, la empresa anunció inicialmente una inversión de $350 millones para la planta de ensamblaje y prueba. Unos meses más tarde, ya en 2021, ampliaron la inversión a $600 millones para acelerar las operaciones.
Recientemente, en agosto de 2023, Intel informó que asignó $1.200 millones para sus operaciones en Costa Rica, destinados a actualizar procesos para trabajar en las tecnologías más novedosas, en un periodo de dos años.
Ileana Rojas, vicepresidenta global de Ingeniería de Diseño y gerente general de Intel Costa Rica, explicó que las operaciones en el país están enfocadas en las últimas tecnologías, requiriendo actualizaciones constantes en equipos y personal.
“Esos $1.200 millones (de inversión) se dan porque cada ciclo tecnológico importante requiere un cambio tanto a nivel de máquinas como en habilidades de nuestra gente. Dependiendo de qué tan radical sea el cambio en los equipos o en el proceso, requiere incluir facilidades nuevas, amplificar la capacidad que tenemos, ya sea eléctrica o de agua.
Como estamos trabajando en la última tecnología, el proceso va a tener que seguirse actualizando para nosotros alcanzar o estar listos para esas nuevas tecnologías. Es un proceso constante, de ahí salen esos $1.200 millones”, comentó Rojas ante consulta de La Nación sobre los planes de la firma en 2024, en el marco del Intel Tech Tour, en el que participaron medios de distintos países.
Rojas mencionó que trabajan en aspectos como la integración de los sistemas eléctricos en el edificio Central Utility, en un segundo Centro de Datos para respaldo y la ampliación de sus plantas de nitrógeno necesario para las nuevas tecnologías.
“Todo eso va a continuar. En nuestro piso de producción siempre van a estar viendo que algo estamos desarmando o poniendo nuevo, siempre”, aseguró Rojas.
Actualmente, la empresa cuenta con más de 3.300 colaboradores en diferentes segmentos en los que tiene presencia en Costa Rica, como la planta de ensamble y prueba o el Centro de Servicios Globales, solo por mencionar dos ejemplos.
A nivel local, 11 de las 14 unidades de negocio de Intel tienen presencia en Costa Rica. América es el único continente donde la empresa realiza todas las fases de sus productos, desde el concepto hasta la distribución.
Desde el Centro de Distribución y Logística, se enviaron más de 28 millones de unidades de producto terminado a 44 países. Una de las líneas de producción principal en el país son los procesadores Xeon para servidores, representando el 50% del volumen a nivel mundial.
Máximo potencial
La gerente de Intel en Costa Rica afirmó que las operaciones actuales son las más complejas en la historia del país. La empresa se instaló por primera vez en 1997 y ha transformado su negocio local con el paso de los años.
Según Rojas, la etapa actual es la más difícil en complejidad operativa debido a las operaciones grandes en el país de tres centros distintos de la corporación. Destacó la labor del Centro de Servicios Globales, encargado del diseño e implementación de procesos para todas las operaciones de Intel en el mundo.
Rojas añadió que el Centro de Investigación y Desarrollo tiene una influencia importante en el ciclo de vida de los productos, mientras que en la planta de ensamblaje construye los servidores más complejos.
“Ha sido una evolución más allá de la cantidad de personas, que también tenemos la mayor cantidad de personas que hemos tenido, es el impacto y la profundidad. Intel evalúa constantemente las operaciones (...) Si somos los más competitivos, tenemos una ejecución incuestionable y un liderazgo técnico reconocido en la corporación, el crecimiento viene por añadidura”, manifestó Rojas.
Retos
La gerente general de Intel Costa Rica reconoció que encontrar personal especializado en tecnología, especialmente con conocimiento y experiencia en semiconductores, es un desafío en Costa Rica y Latinoamérica.
Rojas señaló que es necesario contar con más profesionales en este sector, sobre todo que tengan un conocimiento técnico del área de semiconductores, los cuales son esenciales para la operación de todos los dispositivos electrónicos modernos.
Sin embargo, destacó que en Costa Rica han hecho esfuerzos con las universidades para mejorar las capacidades técnicas de los estudiantes en esta área. Más de 1.100 personas se vieron beneficiadas entre el 2022 y 2023.
Además, en Intel implementaron la posibilidad de que estudiantes universitarios trabajen hasta 36 horas en la compañía mientras cursan sus carreras para que al graduarse tengan experiencia dentro de la corporación.
Para la gerente país de Intel también es vital que Costa Rica siga presentando la certeza jurídica que ha tenido hasta el momento, pues esta condición es muy relevante para mantener la inversión extranjera directa y mantener una buena competitividad en relación con los costos.