Luego de superar los obstáculos, los puertos de El Salvador y Costa Rica se encuentran preparados para operar el ferri entre ambas naciones, por lo cual, el Instituto Costarricense de Puertos del Pacífico (Incop) busca navieras interesadas en operarlo.
Este viernes 25 de marzo, se celebró en puerto Caldera la reunión ordinaria de la Comisión Centroamericana de Transporte Marítimo, organismo especializado que forma parte del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA).
El presidente del Incop, Juan Ramón Rivera, aprovechó esta cita para solicitar a ese foro conformada por los viceministros de Transporte y Logística de los países centroamericanos, así como a los representantes del SICA, apoyo en la divulgación y promoción de la propuesta entre los miembros de estos organismos internacionales para recopilar una batería de potenciales interesados en brindar este servicio.
El Incop ha mantenido acercamientos con la naviera española Del Odiel, el grupo costarricense Desacarga y con empresas mexicanas como el Grupo Griver.
Nació hasta siete años
Este proyecto, vital para Costa Rica debido a que el 90% de las exportaciones de nuestro país a Centroamérica pasan por Nicaragua, se anunció en octubre del 2015 como una solución estratégica a las posibles amenazas que afrontaba el comercio internacional y la inestabilidad política de países vecinos.
Luego tomó fuerza de nuevo con la crisis política y social interna de Nicaragua, entre 2018 y 2019, cuando las exportaciones de Costa Rica al norte fueron duramente afectadas ante los bloqueos internos en aquel país y, luego en el 2020, cuando las medidas sanitarias para contener la pandemia de la covid-19 enfrentaron a los gobiernos de la región.
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Ahora, la guerra en Ucrania agrega nuevas preocupaciones por la afinidad del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, con Rusia.
El proyecto fue declarado de interés público por el Gobierno de Costa Rica en el 2020 y se firmó un memorando de entendimiento entre los países para que la implementación sea una prioridad dentro de la gestión institucional.
Rivera destacó que el servicio de ferri entre El Salvador y Costa Rica tendría un efecto notorio en cuanto a la reducción de costos de operación en las firmas exportadoras, ya que los viajes pasarían de durar hasta cinco días por el corredor del Pacífico a sólo 18 horas, lo que dura el recorrido en ferri entre puerto Caldera y el puerto de La Unión en El Salvador.
Según había explicado Rivera, en el 2020, el tipo de ferri debería tener una capacidad aproximada para 100 furgones, con productos de varios tipos, pero principalmente perecederos. Había señalado, además, que este ferri no solamente sería un plan B ante un bloqueo de vías, sino que sería un medio de transporte mucho más rápido que la vía actual.
Los obstáculos
La propuesta tenía varios obstáculos. Uno de ellos es que existían diferencias en cuanto a las tarifas de ambos países y otro que los puertos nos estaban preparados, ni contaban con las condiciones necesarias para brindar este servicio.
Asimismo, explicó Rivera, desde el inicio, el proyecto presentaba una serie de incompatibilidades con las condiciones normativas de cada país, en cuanto a trámites aduaneros, migratorios, fitosanitarios y otros.
Rivera comentó que se llevaron a cabo varias sesiones de trabajo que permitieron eliminar todas las trabas burocráticas y las diferencias en las condiciones aduaneras, migratorias, fitosanitarias y portuarias entre cada país.
El Incop ha contado con la cooperación y asesoría técnica de organismos internacionales, como el Banco Mundial, en el establecimiento de las condiciones del servicio y la divulgación del proyecto, y del BCIE (Banco Centroamericano de Integración Económica) como ente financiador de la infraestructura necesaria (construcción de predio en puerto Caldera).