Intel anunció oficialmente, la mañana de este martes, el cierre de la planta de manufactura de microprocesadores en Costa Rica y el despido de aproximadamente 1.500 trabajadores.
En un comunicado de prensa, la multinacional informó que disminuirá sus operaciones de Ensamble y Prueba en el país, durante los próximos seis meses y cerrar la planta antes del final del 2014.
"Después de un extenso análisis, la compañía ha concluido que la mejor solución de largo plazo para maximizar la eficiencia y la efectividad operacional a nivel mundial es cerrar sus operaciones de Ensamblaje y Prueba en Costa Rica", enfatizó la firma.
Añade el comunicado que mantendrán en el país los centros de Servicios Globales y de Desarrollo de Ingeniería. Más de 1.000 personas laboran en esta división encargada del desarrollo e investigación en ingeniería, soporte de IT, finanzas y recursos humanos, entre otras áreas, según Intel.
"Intel ha identificado nuevas oportunidades y planea adicionar 200 nuevas posiciones de trabajo de alto valor agregado a estos grupos, durante el presente año", asegura el comunicado de la empresa.
Según la multinacional, los empleados despedidos contarán con el apoyo necesario en su proceso de transición y reinserción laboral.
En marzo anterior, la multinacional anunció el cierre de 40 plazas de trabajadores de un call center corporativo, pero la apertura de 50 nuevos puestos para tareas de creación de software y bases de datos. Asimismo, en ese momento, negó los rumores de su salida del país.
Intel comenzó a operar en Costa Rica en 1998. En la actualidad tiene una planilla de 2.700 personas: 1.400 en la planta de manufactura, 1.000 del centro de servicio global y 300 en desarrollo de ingeniería.
Aporte a la economía. La huella de Intel en la economía de Costa Rica no será fácil de llenar. El estudio Impacto de Intel Corp. en Costa Rica, de abril del 2012, preparado por la firma Consejos Económicos y Financieros S.A. (Cefsa), cuantificó en más de un 6% el aporte de la multinacional al producto interno bruto (PIB) real del país, entre el periodo del 2005 al 2011.
La investigación determinó que Intel invirtió casi $900 millones, desde 1997 hasta el 2011, en su planta de microprocesadores, en Belén de Heredia.
Asimismo, las compras locales de la firma aumentaron del $20 millones anuales, en el 2007, a $63 millones en el 2011. Estas incluyen pago de servicios públicos, gastos de construcción y otros bienes.
El estudio de Cefsa se realizó, a solicitud de Intel, y fue en el marco de la celebración de los 15 años de operación de la compañía en Costa Rica.