La empresa fabricante de microprocesadores, Intel, reportó una caída del 60% de sus utilidades netas el año anterior y una disminución del 20% de sus ingresos, de acuerdo con los últimos resultados financieros publicados por la firma, este jueves 26 de enero.
En el reporte, Intel informó de que las utilidades netas para el año anterior fueron de $8.000 millones, lo que representa un desplome del 60% en comparación con el 2021, cuando las ganancias netas de la firma tecnológica fueron de $19.900 millones. Además, anticiparon pérdidas para el primer trimestre del 2023.
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La compañía también registró una caída interanual del 20% en sus ventas, que alcanzaron los $63.100 millones para el 2022, de los cuales $31.700 millones se generaron en la división de computación para clientes. Esta cifra se situó por debajo de los $79.000 millones en ventas logrados por la firma en el 2021.
“Tenemos más de 3.600 empleados en Costa Rica y todas nuestras operaciones son fundamentales para el negocio y para garantizar que estamos bien posicionados para el crecimiento a largo plazo”, comentó Intel Costa Rica a La Nación, por medio de un correo electrónico, cuando se le consultó acerca del posible impacto de estas cifras financieras, en las operaciones locales.
“Intel está comprometido con Costa Rica, hemos cumplido con creces todos los compromisos que hemos suscrito con el Gobierno de la República, como lo hemos hecho durante más de 25 años...”, indicó en su respuesta.
Los resultados anuales de la corporación fueron presentados junto a los del cuarto trimestre del 2022, que también registraron una caída importante en comparación con los del mismo periodo del 2021. En el apartado de ventas, la disminución fue del 32%, mientras que en las de utilidades netas fue de 114%.
“En el cuarto trimestre tomamos medidas para ajustar el tamaño de la organización y racionalizar nuestras inversiones, priorizando las áreas en las que podemos ofrecer el mayor valor a largo plazo”, dijo David Zinsner, director financiero de Intel, en un comunicado de prensa.
Zinsner agregó que las acciones tomadas por la firma para ajustar su tamaño e inversiones buscan lograr una reducción de costos de $3.000 millones para el 2023 y preparan el escenario para alcanzar la meta de entre $8.000 millones a $10.000 millones para finales del 2025.
Líneas de negocio
El fabricante enfrentó una fuerte caída en la demanda de procesadores para computadoras, que es su principal negocio. Desde octubre, la firma había adelantado que esperaban una disminución de las ventas y anticiparon un panorama poco alentador para lo que restaba del año, debido a la tendencia de reducción de ventas y ganancias en los trimestres previos.
Incluso, desde el 2021 la corporación registró un comportamiento hacia la baja en sus ventas anuales y ganancias, aunque no tan fuerte como la del 2022. Ese año, este primer apartado apenas aumentó 1% a $79.000 millones, al tiempo que las utilidades netas cayeron 5% a $20.900 millones.
Según el informe más reciente, las caídas más pronunciadas se dieron en la división de computación para clientes, que generó $31.700 millones, y su centro de datos e inteligencia artificial, que produjo $19.200 millones en ventas, lo que representa una disminución interanual de 23% y 15%, respectivamente.
Por otro lado, tres departamentos sí tuvieron un crecimiento, aunque no son los que más generan. El negocio de vehículos autónomos de Intel, Mobileye, creció 35% y facturó $1.900 millones; la división de sistemas de computación acelerados y gráficos generó $837 millones y aumentó 8%, mientras que los servicios de fundición generaron $895 millones, con un crecimiento del 14%.
“A pesar de los contratiempos económicos y del mercado, seguimos progresando en nuestra transformación estratégica en el cuarto trimestre, incluido el avance de nuestra hoja de ruta de productos y la mejora de nuestra estructura y procesos operativos para impulsar la eficiencia”, comentó Pat Gelsinger, director ejecutivo de Intel.
Operación local
El fabricante estadounidense sostuvo que se mantiene enfocado en generar $3.000 millones en reducciones de costos, que se verían reflejados este año y que aumentarían de forma escalonada hasta alcanzar entre $8.000 millones y $10.000 millones para el 2025.
En diciembre del 2020, la firma anunció el regreso de su área de manufactura a Costa Rica, la cual había salido del país en el 2014 luego de17 años de operar. En principio, los resultados financieros negativos que arrastra Intel desde el 2021 no afectaron el reinicio de sus operaciones en el país.
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La empresa comenzó en el país con procesos de ensamble, y posteriormente añadió la etapa de pruebas, que luego atrajo investigación, desarrollo y servicios, mediante el Centro de Servicios Globales y el Centro de Investigación y Desarrollo de la firma.
Según el último anuncio que la corporación hizo en agosto pasado, hay 3.700 personas colaboradoras en Intel Costa Rica. En los últimos dos años han contratado a 1.700 trabajadores. A nivel local, la compañía informó de que la compañía está comprometida con el país y que han cumplido con creces todos los compromisos.
Nota del editor: Esta información fue actualizada a las 5:00 p. m. con el pronunciamiento de Intel Costa Rica.