Desde hace cinco años, Jorge López y su familia decidieron apostar por la producción de pitahaya en una hectárea ubicada en Bagaces, Guanacaste. El clima era el apropiado y siguieron la recomendación de un especialista: “La pitahaya es la fruta del futuro”. Tres años después empezaron a procesarla y darle valor agregado.
López confía a La Nación que se encuentran optimistas desde la empresa que conformaron hace dos años para ampliar la oferta de productos, llamada Patica Products, pues apostaron a darle valor agregado a la fruta, conocida como fruta dragón (dragon fruit) en las variedades rosa, lisa, orejona y criolla, todas de pulpa roja.
LEA MÁS: Tipo de cambio se mantuvo a la baja durante la semana, en medio de fuerte superávit en ventanillas
“El nombre de la empresa es en honor a mi viejo que tenía ese sobrenombre porque él así le decía a las personas”, rememora López a la vez que agrega que el proyecto lo inició con su papá quien falleció ese mismo año.
En la actualidad ofrecen mermeladas gourmet en presentaciones con whisky, champagne, maracuyá, mango y chile picante; jugos combinados con otras frutas; salsas (incluida con picante) y dos tipos de cervezas: una ligera y una más fuerte.
En los planes de 2023 está el lanzamiento de nuevos productos. Arrancaron el año participando en una feria en Las Vegas, Estados Unidos donde hicieron contactos de negocios para exportar productos con valor agregado.
Según datos de la Promotora de Comercio Exterior (Procomer), en los años 2020 y 2021, las exportaciones de la fruta sumaron $7.900. Para 2022 no hay registros de colocaciones en el exterior del producto.
López añade que mantienen negociaciones con compradores de Canadá, República Dominicana y Turquía. Para mayo preparan maletas para participar en la feria Macfrut en Italia, representando a las pymes de Costa Rica.
Hasta el momento, las primeras exportaciones de la empresa, logradas en 2022, se estiman en $6.000 por la colocación de mermeladas, salsa barbacoa y salsa picante.
Alistan bebida antioxidante
Durante este año tienen programado el lanzamiento de la bebida Súper Shot. “Es una bebida funcional de pitahaya, antioxidante que aportará los nutrientes que necesita el organismo”, dijo López.
El proyecto lo desarrollan con el Centro Nacional de Ciencia y Tecnologías de Alimentos (CITA), de la Universidad de Costa Rica (UCR); el Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC); y el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA).
“Nosotros tenemos toda la cadena de valor, el cultivo, el procesamiento y la comercialización”, explica el empresario.
La hectárea en producción garantiza entre tres y cuatro toneladas de la materia prima, el fruto, mensualmente en temporada de cosecha que va de junio a noviembre.
López aclara que son una empresa bandera azul ecológica y están en proceso de transición orgánica. La planta de procesamiento está ubicada en Esparza, Puntarenas.
Para el resto del año mantienen pulpa congelada para elaborar los productos.
El origen
El emprendedor recuerda que, hace cinco años, empezaron el negocio solo cultivando la fruta y, desde hace tres años, hicieron la transformación hacia la fabricación de productos con valor agregado.
“En ese momento teníamos un terreno ocioso, teníamos conocimiento de un proyecto de biodiesel que utilizaba tres plantas: higuerilla, tempate y coyol, como parte del proceso se iba a incorporar la pitahaya, uno de los especialistas nos indicó que era la fruta del futuro, que investigáramos e invirtiéramos”, recuerda el empresario.
En junio de 2017, Procomer enlistó ocho productos con potencial exportable, entre ellos la pitahaya. El área de prensa de la entidad aseguró este viernes, que aún sigue siendo un rubro de interés y que vienen trabajando desde la oficina regional en Puntarenas, de la mano con dos organizaciones de productores.
Una de las entidades es la Cámara Nacional de Productores de Pitahaya y Cooperativa de Productores de Pitahaya y Servicios Múltiples de Costa Rica.
La Nación remitió consultas a los representantes de las dos organizaciones pero, al cierre de esta nota, no se había obtenido respuestas.
LEA MÁS: Comer un casado se encareció 7,85% en sodas y restaurantes durante el último año
López considera que en el país todavía hay mucho desconocimiento de la pitahaya como fruta. “El consumo no es tan alto, entonces nosotros al tener una cosecha alta y no poder colocarla decidimos procesarla para poder tener productos de larga duración”, señaló.
Según sus cálculos, la fruta refrigerada puede durar hasta 22 días, mientras que un producto procesado dura hasta dos años. Asegura que el fruto tiene grandes propiedades nutricionales y curativas.
La Asociación de Productores de Frutas de la Región Brunca (Asofrubrunca), señala en su sitio web que en Costa Rica se encuentra solamente en las regiones donde se presenta una estación seca bien definida, desde el norte de la provincia de Puntarenas y toda la provincia de Guanacaste.
López pretende seguirle sacando el jugo a la pitahaya, aderezos y confites están en la agenda de proyectos.