La llegada de Joe Biden a la presidencia de Estados Unidos trae cambios en la política económica de ese país, apoyo a sus empresas y la adhesión a la multilateralidad, los cuales para Costa Rica tendrán impacto en el comercio y la inversión, consideraron especialistas.
El impacto en Costa Rica de los cambios a lo interno de Estados Unidos será indudable, pues ese país es, por mucho, la principal fuente de inversión extranjera directa (IED), así como el principal comprador de productos costarricenses.
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De acuerdo con los datos del Banco Central de Costa Rica, la IED de origen estadounidense representó el 70% del total atraído al país, en el 2019. Ese mismo año, el valor de las exportaciones de bienes a Estados Unidos significó el 42% del total, conforme con las cifras de la Promotora del Comercio Exterior (Procomer).
“Estados Unidos es el principal socio comercial de Costa Rica y en IED. Resulta clave poder mantener y fortalecer nuestras relaciones comerciales con dicho país”, declaró el director general de la Coalición Costarricense de Iniciativas de Desarrollo (Cinde), Jorge Sequeira.
Para el exministro de Comercio Exterior (Comex) y decano del INCAE Business School, Alberto Trejos, los años de Trump fueron de mucho proteccionismo, de muchos cambios radicales y volátiles, y de mucha incertidumbre sobre la sostenibilidad de la democracia en Estados Unidos.
“En términos sociales, culturales y políticos, es un enorme alivio que ya no esté en la Casa Blanca, y esto tiene además ramificaciones económicas positivas”, declaró Trejos.
La exministra del Comex, Anabel González, igualmente ve positivo el cambio. “Después de cuatro años de una política comercial poco convencional, la mayoría de los países esperan con optimismo que Estados Unidos recupere su papel de liderazgo global”, detalló.
González citó a Peter Altmaier, ministro de Economía de Alemania, quien, dijo, captó bien este sentimiento al decir que la nueva administración estadounidense presenta “una oportunidad para realinear las relaciones comerciales, resolver conflictos de comercio ... y contribuir a una política más basada en reglas, en el multilateralismo y no proteccionista”.
Dyalá Jiménez, también exministra del Comex, observa tres cambios fundamentales con el asceso de la administración de Biden. Por un lado, explicó, la atención a la pandemia y a la crisis de desempleo serán prioridad y con ello vendrán políticas sanitarias pero a la vez políticas para aumentar la competitividad de Estados Unidos (infraestructura, energías verdes, tecnología, educación) y políticas fiscales.
Además, agregó Jiménez, aunque ya se anunció que se mantendrá la política dura con China, se vislumbra que en lo comercial será en el plano de la tecnología y la propiedad intelectual más que en el plano de los aranceles. Y adicional, la administración estadounidense pondrá un acento en fortalecer el multilateralismo.
Impacto en Costa Rica
De acuerdo con Jiménez, Costa Rica saldrá beneficiada de un multilateralismo más fuerte, de una mayor estabilidad en el comercio internacional y de un eventual robustecimiento de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Otra área es la relocalización de empresas hacia las Américas, en los ajustes de las cadenas globales de valor, tendencia conocida como nearshoring, comentó Jiménez.
González llamó a que Costa Rica trabaje junto con Estados Unios en la OMC, en conjunto con otros países, para reestablecer la cooperación comercial global como una herramienta eficaz para encontrar soluciones multilaterales a los desafíos globales más urgentes de nuestro tiempo, es decir, luchar contra la pandemia, reavivar el crecimiento económico y combatir el cambio climático.
También se deben identificar, especificó, opciones de colaboración en tres áreas en las que, anticipó, se pueden tener posiciones comunes y que, además, podrían contribuir a posicionar a Costa Rica positivamente en la atracción de inversión: comercio y salud, comercio digital y comercio y sostenibilidad.
Junto con eso, el país debe trabajar bilateral y regionalmente en una agenda de facilitación del comercio y cooperación en temas regulatorios que reduzca los costos de intercambio.
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Para Trejos otro cambio importante es que la nueva administración es compatible con los valores que defiende Costa Rica: una democracia simbólica, un país líder en la defensa de la salud ambiental del planeta, un ejemplo de paz.
“También somos un país -consideró- que se beneficia mucho de la institucionalidad global y la multilateralidad, y ahí vemos otra ganancia importante en este cambio en Estados Unidos”. Por último, dijo, el flujo ordinario de inversión y comercio son importantísimos para nosotros, y la “normalidad” ahí nos ayudará.
Todos los analistas coinciden en que la nueva condición es una oportunidad para atraer inversiones a Costa Rica, aprovechando la corriente del nearshoring, pero advierten: cuánto logre el país de esas corrientes de IED depende exclusivamente de que sigan las reformas internas necesarias.