Un barco operado por una compañía que presta servicio a varias navieras y que permanece retenido en El Salvador, desde el 14 de setiembre pasado, transporta contenedores para algunas firmas costarricenses, lo cual genera incertidumbre a los empresarios.
El buque perdió alrededor de 21 contenedores, que cayeron al mar, al ingresar al puerto de Acajutla, en El Salvador, por lo cual la Autoridad Portuaria de ese país le está cobrando $5 millones, los cuales incluirían el rescate marino de los embalajes, el peligro que representan en el sitio y un aparente daño ambiental, aunque no se tiene claro cuál era su contenido.
Una publicación en el sitio web de El Financiero alertó, en la tarde del martes 26 de octubre, acerca de este problema, con impacto en Costa Rica, pues el buque trae mercadería al menos para las firmas Bridgestone, cadena de almacenes El Rey y la cadena Pequeño Mundo. En algunos casos los productos son para abastecimiento de fin de año.
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Mónica Segnini, miembro de la junta directiva de la Cámara de Comercio de Costa Rica (CCCR) y co-coordinadora de la Comisión de Comercio Internacional de ese gremio, confirmó que en la tarde de este miércoles 27 de octubre las autoridades salvadoreñas reconfirmaron la multa.
Lo hicieron durante una reunión de urgencia realizada con el presidente de la CCCR, Julio Castilla, y el presidente ejecutivo del Instituto Costarricense de Puertos del Pacífico (Incop), Juan Ramón Rivera.
El encuentro se organizó paralelamente al evento “Reunión Portuaria del Istmo Centroamericano” (Repica), realizado en ese país. Castilla asistió como presidente actual de la Federación de Cámaras de Comercio de Centroamérica (Fecamco).
Opciones complicadas
Segnini, quien es presidenta de la empresa de logística Desacarga, explicó que la autoridad portuaria salvadoreña ofrece, aparte del pago de la multa, dos opciones para que se recoja la carga: una es enviar otro barco y que se haga el transbordo, y la otra es el transporte por tierra.
Empero, las opciones de cambiar de barco o transportar por tierra dependen de lo que se denomina “cambio de manifiesto” para permitir la autorización de transborto, y la de paso en las fronteras, explicó Segnini. Esto, aparte del coso adicional que implica, ese miércoles no quedó claro si las opciones están supeditadas al pago de la multa.
Lo que sí es cierto, dijo Segnini, es que la preocupación de los importadores costarricenses crece, porque la intención era tener en el mercado en este mes de octubre la mercadería ahora retenida en Acajutla.
Esteban Rodríguez, gerente de transporte internacional del operador logístico Grupo Servica, coincidió con Segnini en que hay desesperación entre los importadores. Explicó que tres contenedores de clientes de Servica están en ese buque, pero dijo que no quieren dar los nombres.
Agregó que las navieras que traen contenedores en el buque han realizado todo tipo de esfuerzos para tratar de liberar la carga, pero aún sin resultados.
La empresa Bridgestone, en tanto, respondió por medio de su agencia de prensa que están revisando el tema y comunicarían cuando tengan una posición.
Edgardo González, presidente de la Cámara Costarricense de Navieros (Nave), explicó que las empresas contratan seguros de diferente cobertura, pero generalmente incluyen eventos grandes como el acontecido en El Salvador. Consideró que los rescates de marinos de mercancías son caros y que quizá por eso se fijo una suma alta.