La posibilidad de vivir, estudiar, hacer deporte y trabajar en el centro de la ciudad son parte de las ventajas que promueve la Municipalidad de San José como gancho para atraer empresas a su proyecto de “ciudad tecnológica”.
Los incentivos fiscales estarían en segundo plano, y se apegarían al "estándar” de Costa Rica para atracción de inversión extranjera directa (IED), según informó el municipio.
El área prevista de este proyecto es de casi dos hectáreas, situadas sobre la transversal 24, detrás del Mercado de Mayoreo. El concepto lleva el nombre de Zona Especial para el Desarrollo Económico T24 (ZEDE T24), como un guiño al nombre de la vía.
Se estima que costará $100 millones.
Los avances hechos hasta ahora consisten en conceptualizar el contenido y las necesidades de infraestructura, mediante conversaciones técnicas entre la Municipalidad, el Instituto Tecnológico de Costa Rica (ITCR), y empresas tecnológicas, científicas y de servicios, como Encore Capital Group.
Esta última compañía anunció su traslado de Lagunilla de Heredia a San José, a partir de la remodelación del antiguo edificio Yaohan, en noviembre próximo.
A pesar del movimiento de Encore, la idea de la ciudad tecnológica se encuentra en una etapa temprana, que es el desarrollo del anteproyecto técnico. La construcción de los edificios que la albergarían está prevista para el 2020 y en este momento no existen permisos ni planos para el proyecto.
Reconvertir el espacio
Mauricio González, asesor del alcalde Johnny Araya, dijo a La Nación que la propuesta económica es una pieza de la estrategia, pero que hay otras más importantes.
“No se va a crear una zona ecónomica especial, se va a intervenir un territorio a regenerar urbanísticamente, reconvertir económicamente y cohesionar socialmente. Esto va a incluir empresas bajo régimen de zonas francas y otras que no. Pero la intervención va más allá en el incentivo a la innovación y el desarrollo de conocimientos, ubicado en Ciudad TEC y concentrando facilidades que el país ya tiene para los emprendedores, sobre todo tecnológicos”, explicó.
Consultado específicamente sobre si existen incentivos fiscales para conseguir empresas, González afirmó que se trata del paquete “estándar” que utiliza el país para atraer inversión y enfatizó en que el desafío para convencer a las empresas está más cercano al talento que a los impuestos. Parte de la apuesta es aportar a la construcción de una estructura de incentivos distinta.
El paquete denominado como "estandar" incluye la exención de impuestos a la importación de insumos y exportación de bienes y de impuestos municipales, a cambio cánones a Promotora de Comercio Exterior.
Al encontrarse dentro de la zona destinada al repoblamiento de la capital, el proyecto también brindará incentivos para la construcción, como autorización de alturas a cambio de retiros para recuperar espacio público.
Con todo esto, se espera reunir empresas e iniciativas con características particulares en innovación, en áreas como ciencias de la vida o tecnología, por ejemplo.
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González también comentó que esperan una reacción de los propietarios de predios cercanos a la zona por intervenir, para que por su voluntad se sumen a la iniciativa. El asesor afirmó que parte de los incentivos para esto sería el desarrollo de “construcciones subterráneas que incluyen miles de metros en tuberías para agua potable, aguas servidas y, en lo que sería una ciudad inteligente, tuberías para electricidad y telecomunicaciones.
La gerente de clima de inversión de la Coalición Costarricense de Iniciativas de Desarrollo (Cinde) Vanessa Gibson, comentó que los beneficios de este proyecto para la capital se podrían ejemplificar en la generación de empleos de calidad, promover la innovación y el fomento a los encadenamientos en el área de servicios.
Cinde participa de la comisión que impulsa el proyecto Ciudad Tecnológica promovido por la Municipalidad de San José.
“El aporte de Cinde en esta comisión es parte del apoyo que brindamos a toda entidad u organización que solicite asistencia y asesoría en cómo fortalecer la competitividad local para participar de las nuevas tendencias de la industria tecnológica y derramar los beneficios para la población que esta ofrece”, expresó Gibson.
Expectativas altas
Además de Cinde, otros sectores que estarían involucrados con el proyecto acogieron las ideas de la Municipalidad e incluso se adelantaron al proceso.
En una declaración corporativa enviada a La Nación, Encore Capital Group aseguró que la proximidad al área de trabajo para los colaboradores, las múltiples rutas de acceso y la posibilidad de hacer uso del parque La Sabana como zona de recreación, permitieron a Encore identificar un claro potencial en San José para consolidar su operación.
“Las razones para cambiar de cantón son la ubicación estratégica de San José, que permite atraer el talento de otros sectores de la ciudad, así como mejores opciones de transporte para los trabajadores, acceso a áreas recreativas y la oportunidad de estar en un lugar icónico como lo es el antiguo edificio de Yaohan”, declaró la empresa.
Encore ya comenzó ajustes y trasladará su operación a San José, en noviembre de 2018.
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Eugenio Quirós, director ejecutivo de la Asociación de Empresas de Zonas Francas de Costa Rica (Azofras), recordó que San José alberga el 17% de las empresas de zona franca y este concepto podría provocar la llegada de más inversión extranjera directa a la capital.
“El sector de zonas francas es un sector que conoce y reconoce las potencialidades de cada región del país, por lo que la Ciudad Tecnológica no es percibida como una amenaza para los parques de zonas francas. Por el contrario, se percibe como un signo positivo de la evolución que empieza a gestarse en el país, en procura de ser aún más competitivos nacional e internacionalmente”, comentó.
El componente académico de la Ciudad Tecnológica lo daría el Instituto Tecnológico. Ese centro de educación superior está valorando que se impartan sus posgrados en uno de los edificios proyectados para la ZEDE T24.