Washington. El diálogo entre los trabajadores en huelga del sector automotor de Estados Unidos y los gigantes del sector está en una “fase crítica”, estimó el sábado Stellantis, fabricante de Jeep, mientras la presión política aumenta ante un conflicto que podría tener impacto en toda la economía.
Stellantis, General Motors y Ford, los “tres grandes” de Detroit, se ven golpeados desde el viernes por una huelga de alcance limitado por demandas salariales pero que, según el poderoso sindicato United Auto Workers (UAW), podría extenderse.
“Nuestro equipo negociador sigue trabajando día y noche y fin de semana” en busca de una solución “razonable”, indicó el sábado Stellantis, formado por la fusión de Fiat Chrysler y el francés PSA Group.
Si las tratativas fracasan, se podría “poner en peligro la competitividad de la compañía, impactando negativamente a los trabajadores y comunidades”.
No hubo respuesta inmediata del sindicato, pero una fuente de la UAW dijo a la AFP: “Tuvimos conversaciones razonablemente productivas con Ford hoy”.
Hasta el momento 12.700 de los 150.000 trabajadores sindicalizados del sector están en huelga.
El nuevo presidente del sindicato, Shawn Fain, entiende que los empleados merecen el mismo 40% de aumento salarial otorgado a los directivos de los fabricantes. Pero las propuestas de las empresas están muy lejos de ese nivel.
El presidente Joe Biden dijo el viernes que entiende la “frustración” de los trabajadores.
El sábado, el expresidente Barack Obama se expresó en similar sentido, con una referencia a la crisis financiera de 2008-2009.
“Cuando los tres grandes fabricantes penaban por mantenerse a flote, mi gobierno y el pueblo estadounidense les apoyaron”, sostuvo en redes sociales. “Y lo mismo hicieron los trabajadores del sector en la UAW, quienes sacrificaron paga y beneficios para ayudar a levantarse a las compañías”.
“Hoy que nuestros fabricantes logran ganancias robustas, es tiempo de hacer lo correcto por esos mismos trabajadores”, expresó Obama.
En cambio, el expresidente Donald Trump, que busca la nominación republicana para competir por la presidencia una vez más el año que viene, tuvo otro enfoque.
“Los trabajadores del sector automotor no tendrán ningún trabajo (...) porque todos esos autos se fabricarán en China, los autos eléctricos, automáticamente, se harán en China”, dijo en una entrevista con Meet the Press de NBC que será difundida el domingo.
Stellantis sostiene que el sindicato está subvalorando su propuesta de dar a los empleados un 21% de aumento a lo largo del próximo convenio. Del total, casi la mitad la percibirían al firmar un acuerdo.
General Motors aumentó su oferta el jueves de 18 a 20% de incremento, según la UAW. El sindicato también quiere una mejor paga para empleados temporales, de bajo nivel de ingresos.