Antes que las empresas decidan retomar operaciones, deben establecer los protocolos para mantener seguros tanto a sus colaboradores como a los clientes.
A raíz de la crisis sanitaria por covid-19, los negocios enfrentarán una nueva normalidad y tendrán que adaptarse a un entorno que demanda mayor higiene y medidas de distanciamiento.
La fórmula para sobrevivir incluye ajustarse a la coyuntura del momento. Por un lado, es necesario saber gestionar el talento de los trabajadores y por otro, garantizar la eficiencia de las operaciones.
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¿Por dónde se comienza?
El primer paso es diseñar todos los protocolos antes que el negocio comience a operar con normalidad. Por ejemplo señalar los implementos de protección que se deben usar durante la jornada laboral, las capacitaciones que recibirá el personal, establecer si es necesario la reubicación de cargos, reasignación de horarios, turnos y manejo de higiene, recomendó la firma EY.
Leandro Ramírez, gerente general de Oracle para Centroamérica, recomienda a las empresas apoyarse en la tecnología para tener control y agilidad.
“Mediante soluciones tecnológicas, los departamentos de Recursos Humanos pueden procesar y analizar los datos de sus colaboradores para planificar una reactivación estratégica y velar por una operación fluida. De esta manera, las empresas podrán tomar decisiones informadas en relación con sus empleados y estar preparadas para el proceso de reactivación económica”, añadió Ramírez.
Las compañías pueden crear un censo demográfico y biográfico de los colaboradores para tener claridad sobre su edad, lugar de residencia, estado de salud, entre otras categorías clave que faciliten tener una radiografía del estado de su personal.
“Poder definir rápida y automáticamente si un trabajador cuenta o no con las condiciones físicas para salir a operar, o si debe permanecer en trabajo remoto, son decisiones a las que muchos negocios se enfrentarán en los próximos meses. Por eso, resulta esencial tener un registro completo y actualizado de los perfiles de cada persona”, expresó Ramírez.
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Esto no solo permite a las empresas tener un panorama completo de sus trabajadores, sino que también humaniza las decisiones, generando un sentimiento de empatía y bienestar en el equipo.
Es importante que la compañía establezca canales de comunicación para lograr una gestión eficiente.
Las operaciones de una empresa fluyen de manera consistente cuando se cuenta con un sistema para informar, notificar y alertar a los colaboradores acerca de temas relevantes.
Protocolos de conducta, anuncios y alertas relacionadas con situaciones de salud pública, deben ser difundidas a la brevedad y, por consiguiente, las empresas necesitan asegurarse que sus trabajadores conozcan los pasos a seguir o a quién contactar en caso de una emergencia.
El otro eje clave es la cultura del autoservicio, porque le permite a los colaboradores manejar muchas necesidades administrativas por su cuenta.
Las tareas comunes de autoservicio incluyen la actualización de información personal, el acceso a manuales y el registro de vacaciones.
Mover las tareas administrativas a un portal puede ahorrarle tiempo y dinero a los negocios.
Operación presencial
Para la reactivación de la operación presencial, es relevante que se rediseñen los espacios de trabajo.
“La nueva normalidad propone destinar escritorios más separados, con áreas ventiladas naturalmente y una cantidad limitada de personas, realizando algunas labores desde casa, como herramienta para reducir el ingreso a las instalaciones”, explicó Amanda Arias, especialista en gestión del talento humano y profesora de la Universidad Fidélitas.
Los horarios de almuerzo deben ser escalonados para que las áreas de comedor no estén aglomeradas, así como establecer diferentes jornadas para el equipo con el fin de evitar que la compañía albergue gran cantidad de personas.
Además, se deben organizar capacitaciones y comunicaciones permanentes para asegurar que los colaboradores cumplan con las normativas y protocolos.
En la medida de lo posible, se recomienda que la compañía mantenga la modalidad de teletrabjo.
Con la experiencia vivida, las compañías pueden evaluar los resultados obtenidos y, si han sido positivos, continuar con esta modalidad.
Nueva normalidad
Tanto durante como después de la pandemia, los negocios deben transformarse para crecer.
“Hay que aprovechar el momento que se está viviendo para redefinir los modelos de negocio y reconfigurar la forma de acercarse a los clientes”, señaló EY.
Las organizaciones deben comprender los cambios de conducta en los hábitos de los clientes y los impactos que pueden tener en el mercado.
Es necesario identificar las vulnerabilidades en las operaciones, procesos y tecnologías para priorizar la estrategia digital.
La experiencia de algunos países asiáticos, recopilada por una investigación de Gartner, revela que la transparencia, la flexibilidad y la iteración son claves en los planes de regreso al lugar de trabajo; especialmente porque existe la posibilidad de múltiples rondas de reingreso durante un periodo prolongado, dependiendo de las tasas de infección por coronavirus.