San José
Un problema de liquidez de la cadena de almacenes Casa Blanca en Costa Rica, fue el principal motivo que generó que abriera un proceso de convenio preventivo para renegociar deudas con sus acreedores.
"El libelo de apertura del proceso fue presentado a Tribunales el jueves pasado. En términos generales se trata de un problema de liquidez, pues la empresa sí tiene suficientes activos para pagar sus deudas", confirmó Francisco Vargas, abogado que lleva el caso.
De acuerdo con el vocero, hasta que no termine el proceso de legalización de créditos, la firma no puede saber cuántos son los acreedores que se apersonen ni el monto reclamado por estos.
Además, como el proceso apenas se está iniciando, tampoco pueden conocer cuántos son los bancos que se van a apersonar.
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De momento, es difícil saber el plazo en el que se podría llegar a algún acuerdo, pues todo depende de la actitud de los acreedores. No obstante, la empresa tiene como objetivo lograr un convenio en el menor tiempo posible.
El convenio preventivo tiene como finalidad, según la misma ley, de procurar la continuidad de la empresa, por lo tanto, al interponerse una gestión como esta, se cuenta con la tutela legal para que Casa Blanca siga operando.
"Un posible cierre en el futuro solo se produciría si los acreedores deciden no arreglarse con el deudor, cosa que resulta obviamente en detrimento no solo suyo, sino de los trabajadores y de la economía del país, por lo que lo usual es que los acreedores accedan a darle un respiro a la empresa, en bien de todos", externó Vargas.
Cierres
De acuerdo con el abogado encargado del caso, existen varios motivos que llevaron a la empresa hasta este punto, pero indicó que se ve obligado a reservárselos en atención al secreto profesional.
Lo anterior, lo indicó después de consultarle si la fuerte competencia los estaba afectando, ya que en este momento el negocio de línea blanca y tecnología tiene varios jugadores en el mercado; entre estos, las cadenas Gollo, Curacao, Monge, Walmart y Artelec.
Hasta julio del 2016 la cadena reportaba 96 puntos de venta en todo Costa Rica. No obstante, hay algunos locales que se decidió cerrarlos pues no estaban contribuyendo a la solución, generando más bien gastos que debían ser soportados por otros que sí eran rentables, señaló el abogado.
Vargas resaltó que, al igual que en otros casos, lo que importa es hacer que la empresa genere excedentes, para con ellos atender sus gastos y afrontar las deudas.
"Si un local no genera ganancias entonces lo correcto es cerrarlo", aseveró.
En mayo del 2015 Casa Blanca informó de que había invertido más de ¢300 millones anuales desde el 2010 en la generación de sistemas y programas tanto para analizar y otorgar crédito, como en todo el proceso de servicio para su recuperación y eficiencia.
Las inversiones fueron en mejoras en todos los componentes, equipos, sistemas, información, mejores prácticas y su personal.
En ese momento, el sistema A paguitos de Casa Blanca era la oferta estrella de la cadena.
Dicha propuesta permite adelantar abonos para disminuir carga de intereses, readecuar operaciones para acomodar cuotas a las posibilidades del consumidor de pagos presentes y futuros, así como constantes ampliaciones a los límites de crédito.
Hasta mayo de 2015 la firma informó tener más de 400.000 clientes activos y manejar más de 250.000 cuentas de crédito, y el 60% de esos consumidores se beneficiaban de esos sistemas a pagos.