El primer sello de sostenibilidad pesquera “Pura Vida Costa Rican Seafood & Aquaculture” permitirá a las empresas del sector certificar, a partir de este año, que sus productos cumplen con la normativa jurídica, buenas prácticas ambientales, responsabilidad social e inocuidad.
Hellen Arroyo, directora ejecutiva de la Cámara Nacional de Empresas de Productos Pesqueros y Acuícolas (Canepp), manifestó que esta marca colectiva servirá como una “hoja de presentación” para nuestros productos de cara al comercio exterior.
Arroyo explicó que Canepp trabaja actualmente con entidades del sector público, como el Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa) y el Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (Incopesca) para que las empresas empiecen a adoptar el sello este año.
“Es un homólogo de Esencial Costa Rica pero directamente para el sector pesquero y acuícola del país”, señaló.
Esencial Costa Rica es la marca que desde 2011 busca posicionar la imagen del país a nivel internacional y promover el turismo, las inversiones, las exportaciones y la cultura.
De acuerdo con la Ley de Marcas y Otros Signos Distintivos, una marca colectiva es un signo o combinación de signos cuyo titular es una entidad colectiva que agrupa a personas autorizadas por el titular para usar la marca.
Entretanto, la Organización Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI), hace referencia que se trata de una marca que sirve para distinguir un origen o cualquier otra característica particular de productos o servicios que pertenecen a empresas o personas diferentes y que son usadas bajo el control de un único titular.
Arroyo reveló el interés de ampliar las exportaciones costarricenses hacia destinos como el mercado asiático y la Unión Europea (UE).
El lanzamiento de esta marca colectiva se realizó en noviembre de 2021 con el respaldo de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) y la División de Asuntos Oceánicos y Derecho del Mar (Doalos) de las Naciones Unidas, mediante el proyecto “Estrategias coherentes de economía y comercio para los océanos”, del que Costa Rica fue beneficiario.
Arroyo señaló que durante el primer trimestre del año, los miembros de la cámara (sector comercial, sector productor y exportador) enfrentaron dificultades por los costos de insumos y el acceso a materias primas, además de efectos adversos por las variaciones climáticas. La actividad genera alrededor de 3.000 empleos.