Pekín. El promotor chino Country Garden manifestó este miércoles que existen “incertidumbres importantes” en torno al cumplimiento de sus obligaciones de pago de bonos, lo que generó temores sobre la salud del sector inmobiliario, fuertemente endeudado en el país.
Country Garden, una firma destacada en la prestigiosa lista Forbes de las 500 empresas más grandes del mundo, alertó sobre la posibilidad de pérdidas de varios miles de millones de dólares y corre el riesgo de caer en impago. De manera similar a su competidor Evergrande, otra entidad con una cuantiosa carga de deuda, la eventual quiebra de Country Garden podría tener consecuencias desastrosas en el sistema financiero y económico de China.
“En este momento, se enfrentan importantes incertidumbres en cuanto al cumplimiento de nuestras obligaciones de pago de bonos corporativos”, manifestó la empresa en un comunicado presentado ante la Bolsa de Shanghái durante este miércoles.
A pesar de haber ostentado una posición financiera sólida, el conglomerado no logró satisfacer la semana pasada dos pagos de intereses correspondientes a préstamos. Luego de un período de gracia de 30 días, la compañía podría caer en incumplimiento a partir de setiembre en caso de no poder honrar sus compromisos.
Country Garden estima su deuda en alrededor de 1,15 billones de yuanes para finales del año 2022. Sin embargo, según la agencia especializada Bloomberg, este monto podría ascender a cerca de 1,4 billones de yuanes (aproximadamente $193.000 millones).
Además, existen bonos corporativos de la empresa por un valor de 31.000 millones de yuanes (unos 4.270 millones de euros) con vencimiento en el año 2024, tal como lo informó la agencia de calificación crediticia Moody’s, la cual rebajó la calificación del grupo el pasado jueves a “Caa2″, haciendo hincapié en un “elevado riesgo crediticio”.
La situación actual de Country Garden es una consecuencia directa de una crisis sin precedentes en el sector inmobiliario, un ámbito que, en conjunto con la industria de la construcción, ha representado durante un largo período hasta una cuarta parte del Producto Interno Bruto (PIB) de China.
Con el objetivo de reducir el nivel de deuda en el sector, desde el año 2020 las autoridades endurecieron requisitos para que los promotores inmobiliarios accedan al crédito, agotando así las fuentes de financiación para aquellos grupos que ya se encontraban endeudados. Esta medida llevó a una serie de incumplimientos de pagos, como el caso de Evergrande, lo cual minó la confianza de los posibles compradores y repercutió en toda la industria.