La operación del ferri entre Costa Rica y El Salvador, suspendida de manera indefinida, se enfrentó, durante los tres meses que estuvo en funcionamiento, a una demanda limitada debido a tarifas poco competitivas, en comparación con la opción del transporte vía terrestre, según indicaron representantes del sector exportador e importador, y los mismos transportistas.
La embarcación Blue Wave Harmony, propiedad de la empresa Blue Wave, realizó su primer viaje desde Costa Rica el pasado sábado 12 de agosto. La operación del ferri tuvo actividades hasta la semana del 11 de noviembre pasado, según registros del Instituto Costarricense de Puertos (Incop).
Este martes, el gerente general de la naviera Marina Intercontinental S. A., representante en el país de la operación, confirmó a La Nación la suspensión indefinida del servicio y la salida de la nave hacia el Océano Atlántico.
José Antonio Salas, presidente de la Cámara de Comercio Exterior de Costa Rica (Crecex), calificó de “lamentable” la suspensión de la operación y señaló que este tipo de iniciativas requieren estudios de factibilidad bien elaborados y profundos antes de ser implementadas, para determinar su viabilidad financiera y logística.
Salas indicó que, aunque los afiliados de Crecex mostraron interés en el servicio, no alcanzaron los niveles de demanda esperados por la empresa operadora. Consideró que los costos del ferri no eran comparables con los del transporte de carga vía terrestre, cuyo flete calculó entre $1.500 y $2.000 por camión con la mercancía entregada en el destino.
Las tarifas para la ruta del ferri, con capacidad para transportar 100 camiones, oscilaban entre $1.145 y $1.360, dependiendo de la longitud y el peso del vehículo, así como de la carga transportada.
Sin embargo, Salas mencionó que a esta cifra era necesario sumar el costo de traslado de la carga a su destino por vía terrestre, conocido como inland (flete interno desde el almacén al puerto o viceversa), en ambos países, que en el caso de Costa Rica ronda los $500 y varía según las distancias.
El presidente de Crecex aseguró que el ferri sigue siendo una alternativa para el transporte de mercancías en la región, especialmente por la reducción del tiempo. Recomendó realizar un análisis comparativo con las tarifas del transporte terrestre antes de la reactivación de la operación, para que se convierta en una opción “atractiva”. Aclaró que cada usuario evalúa otras variables, dependiendo de las características de sus productos.
Katherine Calvo, directiva de la Cámara de Exportadores de Costa Rica (Cadexco), consideró “esencial” contar con tarifas competitivas en la operación del ferri para mantener las operaciones comerciales. Esperan realizar un análisis conjunto entre varios sectores con un nuevo operador.
Calvo destacó la importancia estratégica de la reactivación del ferri en el comercio con Centroamérica y México, especialmente ante imprevistos que dificultan el traslado vía terrestre, como la situación sociopolítica en Guatemala y la imposición de visa obligatoria a transportistas costarricenses en Honduras, ocurridas semanas atrás.
La Nación reiteró las consultas sobre el cese de operaciones al director ejecutivo de Blue Waves, Michael Volks, pero al cierre de esta nota seguía sin responder.
Transportistas hablan de costos
Marjorie Lizano, vicepresidenta de la Cámara Costarricense de Transportistas Unitarios (CCTU), comentó que debido a las altas tarifas, el ferri no resultó atractivo para importadores, exportadores y transportistas. Aunque valoró que la operación se haya puesto en marcha a pesar de la congestión en Puerto Caldera, opinó que la suspensión era previsible porque el servicio no podía sostenerse sin clientes.
En tanto, Francisco Quirós Tencio, vicepresidente ejecutivo de la Cámara Nacional de Transportistas de Carga (Canatrac), dijo que la suspensión de la operación los tomó por sorpresa y están conscientes de que era poco utilizado por el sector empresarial. Señaló que al competir con otras opciones de transporte, el ferri dejó de ser atractivo por los costos.
En cuanto a las tarifas del transporte de carga hacia El Salvador por la vía terrestre, Lizano y Quirós evitaron hacer alguna referencia.
Raúl Alfaro, presidente de la Asociación Salvadoreña de Transporte Internacional de Carga (ASTIC), fue más directo y calificó el proyecto del ferri como un fracaso debido al costo de las tarifas en comparación con las alternativas de transporte terrestre.
Alfaro remarcó que el costo aumentaba por el flete inland, que estimó en $900 como valor total entre los dos países; sumado a la tarifa del ferri, totalizaba hasta casi $2.300. Comparó con el ferri entre Baja California y Sinaloa en México, cuyo costo ronda $1.200 y es una opción ante los 5.000 km de distancia por vía terrestre.
Para Alfaro, la tarifa del ferri aceptada por los transportistas en El Salvador se ubicaría en $500, el costo aproximado de ahorro respecto a la travesía vía terrestre que estimó en $1.500 para un trailer de 20 toneladas. Señaló que es absurdo activar un ferri sin comparar la logística por vía terrestre.
Gobierno de Costa Rica se desmarca
El jerarca del Ministerio de Obras Públicas y Transporte (MOPT), Luis Amador, aseveró que el Gobierno lo “único” que hizo fue hacer la habilitaciones para que pudiera darse el servicio.
“Si el servicio es exitoso o no depende de la demanda de la carga que se quiera movilizar. Nosotros hicimos todo lo necesario para que se pudiera dar el servicio, es como si nosotros habilitamos una ruta de autobús y la gente no la quiere usar, no es algo que nosotros podamos obligar a nadie”, agregó.
Amador indicó que para la operación del ferri se empezó la habilitación de un área de parqueo para 100 camiones en la zona de terminal granelera en Puerto Caldera, proceso que aún no está concluido. El proyecto se desarrolla con una donación del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), por $1 millón. Consideró que esto no fue motivo para afectar la operación del ferri debido al bajo volumen de carga que manejaba.
“No se ocupa ser experto, no llegaron al nivel que ellos (la empresa) anticipaban, ellos ocupaban estar lo más cerca posible de 100 camiones por viaje, los empresarios que exportan e importan son los que tienen que contratar el ferri, esa falta de contratos es la que evidentemente llevó al ferri a que cierren pues no resulta rentable si no mueven un nivel cercano a la capacidad”, señaló Amador.
Sobre las posibilidades de reactivación del servicio en esta ruta respondió que no hay nada concreto. Mencionó que hay otra firma interesada en la operación, además el gobierno de El Salvador está evaluando poner a funcionar un ferri en la ruta.
Por su parte, la vicejerarca del Ministerio de Comercio Exterior (Comex), Indiana Trejos, manifestó que la sostenibilidad económica del proyecto estuvo y estará estrictamente ligada a la demanda que se tenga del servicio por parte de las empresas exportadoras e importadoras, situación que está fuera del control gubernamental.
Aseguró que se realizaron todas las acciones para la adecuada implementación del proyecto en ambos países y que el Gobierno cumplió con su compromiso de ofrecer una alternativa de transporte marítimo.
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