Spirit, aerolínea de bajo costo estadounidense, se acogió este lunes 18 de noviembre al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras en Estados Unidos, debido a dificultades para enfrentar sus deudas y el fracaso en los intentos de fusionarse con JetBlue.
Sin embargo, esta medida no implica el cese de operaciones de la aerolínea. La declaración de quiebra permitirá a la empresa con sede en Florida continuar operando mientras ejecuta un plan de reestructuración financiera.
De acuerdo con un comunicado emitido por la empresa, los vuelos, la venta de boletos, las reservas y todas las demás operaciones seguirán desarrollándose con normalidad. “Spirit espera continuar operando su negocio en el curso normal a lo largo de este proceso”, indicó la compañía.
Esto significa que sus clientes pueden seguir reservando y volando sin interrupción con la aerolínea, así como utilizar todos los boletos, créditos y puntos de fidelidad con completa normalidad, aseguró.
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Según datos del Instituto Costarricense de Turismo (ICT), Spirit opera dos vuelos diarios entre el Aeropuerto Internacional Juan Santamaría y Fort Lauderdale, en Florida, además de un vuelo diario hacia Orlando, en ese mismo estado.
La aerolínea espera completar el proceso de reestructuración en el primer trimestre del próximo año. Asimismo, aseguró que la medida no afectará los salarios de sus 12.800 colaboradores ni los pagos a proveedores, arrendadores y acreedores.
“Me complace que hayamos llegado a un acuerdo con una gran mayoría de nuestros tenedores de bonos sobre una recapitalización integral de la compañía, lo cual constituye un voto de confianza en Spirit y su plan a largo plazo”, afirmó Ted Christie, presidente de la empresa.
Spirit también informó de que alcanzó un acuerdo con sus principales acreedores para reducir la deuda mediante una inyección de $350 millones. Adicionalmente, anunció su retiro temporal de la Bolsa de Nueva York, sin precisar una fecha exacta. En el último año, el valor de sus acciones cayó casi el 90%.
La aerolínea explicó que prevén que esta reestructuración reduzca su deuda, proporcione una mayor flexibilidad financiera, los posicione para el “éxito a largo plazo" y les acelere sus inversiones.
Deudas y frustrada fusión
La aerolínea con sede en Dania Beach, Florida, acumuló 11 trimestres consecutivos con pérdidas hasta agosto. La última ocasión en que reportó un resultado anual positivo fue en 2019, según el diario The New York Times.
Ese medio también señaló que Spirit ha perdido más de $2.200 millones desde 2020. Según el expediente judicial, la empresa tiene entre 25.000 y 50.000 acreedores, con una deuda total de aproximadamente $9.000 millones.
La compañía tomó varias medidas de ahorro, como la postergación por cinco años de la incorporación de aviones Airbus 320Neo, que debía recibir a fines de 2025. El objetivo era aumentar su liquidez en unos $350 millones en los próximos dos años, explicó AFP.
Asimismo, congeló las contrataciones de pilotos y tripulantes, y aplicó suspensiones temporales de contratos. Además, la aerolínea enfrentó un proceso de compra que se terminó frustrando.
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En 2022, Frontier Airlines intentó comprarla por $2.900 millones, pero JetBlue ofreció una suma superior. Sin embargo, en marzo, JetBlue abandonó la negociación tras una decisión judicial adversa.
El Departamento de Justicia logró que un juez federal bloqueara la operación de fusión. La unión entre JetBlue y Spirit habría dado nacimiento a la quinta mayor aerolínea de los Estados Unidos.
The New York Times destacó que, según datos de Airlines for America, más de 180 líneas aéreas se declararon en quiebra en las últimas décadas. Las empresas, incluidas muchas aerolíneas, a menudo salen del proceso con una base financiera más sólida.
Entre las compañías que enfrentaron dicho proceso se encuentran las tres principales del sector: American Airlines, Delta Air Lines y United Airlines. La declaración de Spirit representa la primera quiebra de una aerolínea relevante en más de una década.