El turismo de bienestar o wellness en Costa Rica pretende aprovechar el potencial del país y las necesidades de las personas, ante el estrés por la pandemia, para atraer a un notable aumento de visitantes.
El objetivo de los empresarios en el país es aumentar la participación en este segmento, el cual movió en el mundo $639 billones en el 2018, de acuerdo con las cifras del Global Wellness Institute.
La entidad calculó en $34,8 billones lo percibido en ese año, en todo Latinoamerica y el Caribe, en este tipo de actividad. El estudio no se hizo para el 2019 y el 2020.
Además, los análisis indican que el visitante con destino a turismo de bienestar tiene un gasto promedio 53% superior que el turismo tradicional.
Costa Rica se puede considerar un “santuario” para este tipo de actividades, pues ofrece naturaleza, playa, aguas termales, tratamientos terapéuticos, algas, sales, spa volcánicos, masaje terapéutico, senderismo y yoga, entre otros, destacaron los empresarios del sector.
De acuerdo con las cifras de las encuestas de salida en aeropuertos del Instituto Costarricense de Turismo (ICT), un 40% de los turistas extranjeros de visita en Costa Rica, entre el 2017 y el 2019, dijo que hizo actividades relacionadas con el bienestar.
La entidad incluye en esa categoría actividades como turismo de aguas termales, tratamientos terapéuticos, algas, sales, spa volcánicos, masaje terapéutico y yoga.
Dos segmentos
Esta categoría del wellness no incluye el denominado turismo de salud. En el 2019, la Organización Mundial del Turismo (OMT) dividió el wellness en dos: turismo de bienestar y turismo médico.
Así lo advirtió Laura Barrantes Requeno, presidenta de la Asociación Costarricense de Turismo de Bienestar o Wellness Costa Rica y experta en este segmento.
Agregó que la asociación tiene identificados unos 75 hoteles y unas 10 agencias de viajes aproximadamente, que se pueden calificar con servicios Wellness.
Después existen, agregó, otros profesionales como coachs que ofrecen sus servicios. Entre ellos recordó sicólogos, fisioterapeutas y médicos.
Bryant Angulo, gerente general de The Retreat Costa Rica, un alojamiento especializado en Wellness ubicado en las tranquilas montañas de Atenas, vaticinó un buen crecimiento del sector.
“Esperamos un crecimiento muy fuerte en bienestar, se va a incrementar más por la pandemia y porque cada vez se esta popularizando. La gente hace ahora vacaciones con propósito, no solo por turistear, y cuando conlleva beneficio para uno mismo, llama más la atención”, dijo el ejecutivo.
En una finca boscosa y con una amplia regeneracion forestal, la cual circunda el río de aguas termales que le da nombre, se encuentra el hotel Río Perdido. El portón norte de la finca de 240 hectáreas está cuatro kilometros al sur de San Bernardo de Bagaces.
Gabriel Saragovia, el propietario del lugar, advierte que en el mundo hay países con mucha experiencia en este tipo de turismo, como Tailandia, y que, ante eso, Costa Rica y Latinoamérica deben imprimirle su propio sello, su propia identidad.
El departamento de Mercadeo del ICT consideró que el país va en una evolución en la oferta turística y el segmento de bienestar es el siguiente paso.
“La evolución del modelo de desarrollo en Costa Rica ha ido del ecoturismo a un concepto más integrador, como es el turismo sostenible, y estamos en vías rápidas de ir a uno aún más integral, como es el turismo de bienestar”, dijo en una respuesta por escrito.
El ICT encuentra un fuerte potencial por dos razones fundamentales. La primera es que los viajeros están buscando cada vez más destinos para relajarse, mejorar su salud mental y física afectada tanto por los efectos de la pandemia como el fenómeno del burnout (agotamiento emocional y menor desempeño laboral) que genera un mundo acelerado.
La segunda es la existencia en Costa Rica de una amplia biodiversidad, entornos naturales únicos, cataratas, montañas, ríos, playas, parques nacionales y una oferta turística sólida y variada, que pemite ofrecer servicios al aire libre.
Cuidar el prestigio
El ICT y la Asociación Wellness Costa Rica no dudan en manifestar que una de las preocupaciones en este camino del turismo de bienestar es brindar servicios de calidad, con el fin de resguardar el prestigio de Costa Rica.
Barrantes dijo que no se trata de abrir un hueco y llenarlo de aguas termales.
Se trata de ofrecer sitios verdaderamente de calidad, donde los servicios, como las terapias alternativas o lúdico recreativas, alimentación saludable, terapias de bosque, tratamiento de spa, tratamiento de termalismo en la naturaleza o la parte holística -acupuntura, yoga, taichi- sean prestados por profesionales acreditados, advirtió la dirigente.
Por esasa razones, The Retreat Costa Rica es un alojamiento especializado en este tipo de servicios, señaló su gerente. Es un sitio donde se cuida desde la parte emocional y física, pasando por la nutricional, hasta la recreativa, explicó Angulo.
La ubicación de estos centros es parte de los cuidados. The Retreat Costa Rica está en las tranquilas motañas de Atenas, lejos de las aglomeraciones y al lado de la naturaleza.
El hotel Río Perdido, en tanto, esté en un entorno natural, rodeado de bosque y con la oferta de un río natural de aguas termales. Saragovia exlicó que ahí el aire es diferentes, luego de descender por las montañas de la Cordillera de Guanacaste.
El empresario dijo que su proyecto va a crecer, pues “nunca estará terminado”, pero con control porque no se trata de tener aglomeraciones.
La preparación especial para este sector incluye capacitar de nuevo a los guías turísticos, advirtió Barrantes. “El visitante de este tipo, agregó, no quiere oír a un guía hablando, sino tiempo para concentrarse en observar el entorno”.