El anuncio del cierre por tres días del Aeropuerto Daniel Oduber, ubicado en Liberia, Guanacaste, está generando afectaciones directas al turismo más allá de esta provincia. En las Llanuras del Norte, uno de los principales destinos para los visitantes que llegan al país por esa terminal aérea, se reportan cancelaciones y reprogramaciones en las reservaciones hoteleras.
La organización Arenal Cámara de Turismo y Comercio aseguró que la actividad turística en la zona norte depende directamente de los vuelos que aterrizan en Liberia. Indicaron que se están registrando altos niveles de cancelaciones en hoteles y hospedajes no tradicionales, tanto de visitantes que ya venían rumbo a Costa Rica como de aquellos que estaban por viajar.
La empresa operadora de la terminal aérea informó que la Dirección General de Aviación Civil (DGAC) ordenó el cierre a partir de la mañana del lunes 18 de noviembre hasta las 6:00 a. m. del jueves 21 de noviembre. La medida afectará a 11.929 pasajeros: 5.857 de llegada y 6.072 de salida.
“Toda la zona del Volcán Arenal está registrando cancelación de reservas debido al cierre del aeropuerto y la situación climática en Guanacaste. Nosotros dependemos 100% de la zona de Guanacaste, donde llegan los turistas y viajan a otras regiones del país; somos parte del itinerario hacia el Caribe u otras áreas”, expresó Tadeo Morales Gómez, presidente de Arenal Cámara de Turismo.
Morales señaló que este cierre retrasará el inicio de la temporada alta, prevista para mediados de enero, sin certeza de cuándo comenzará. Estimó que más de 100 hoteles y hospedajes en la zona se verán afectados, además de restaurantes, comercios y empresas de tours.
Según las estimaciones del piso de demanda (turistas que ingresaron por vía aérea y se hospedaron al menos una noche), realizado por el Instituto Costarricense de Turismo (ICT), durante 2023 la zona norte se posicionó como la segunda región que recibió la mayor cantidad de visitantes, con 957.950 turistas, equivalentes al 38,8 %. La región fue superada únicamente por el Valle Central, que registró el 56,1%. En tercer lugar se ubicó Guanacaste, con un 38,6 %. El dato incluye las estadías de un mismo turista en varias zonas durante su visita al país.
El Hotel Nayara Resorts, ubicado en La Fortuna de San Carlos, reporta entre el 30% y 40% de reprogramaciones y el 20% de cancelaciones debido al cierre temporal del aeropuerto de Liberia, que impacta tanto vuelos comerciales como privados. Jonathan Rojas Martínez, gerente de Mercadeo, aseguró que esta situación ha afectado las reservaciones de corto plazo.
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Rojas indicó que el hotel está siendo flexible con las reprogramaciones por tratarse de una circunstancia de fuerza mayor. Explicó que los vuelos privados que aterrizaban en Liberia están siendo redirigidos al Aeropuerto Internacional Juan Santamaría, en San José, lo que también genera ajustes en las reservas del hotel.
Este es el tercer cierre del aeropuerto de Liberia en cuatro días. El primero ocurrió el 15 y 16 de noviembre, debido a daños en la pista causados por las persistencia de las lluvias en varias regiones del país durante dos semanas y que se exacerbaron con la influencia de la tormenta tropical Sara. Posteriormente, la DGAC ordenó un cierre temporal entre la tarde y noche del 17 de noviembre.
En la región turística denominada por el ICT como las Llanuras del Norte, se ubican atractivos como los parques nacionales Volcán Arenal y Juan Castro Blanco; el balneario de La Fortuna, el refugio Caño Negro, Ciudad Quesada, Bijagua y Upala, entre otros.
Agencias de viajes y hoteles reclaman
Hernán Jackson, presidente de la Asociación Costarricense de Agencias de Viajes (ACAV), confirmó que las cancelaciones comenzaron tras las lluvias de días anteriores y aumentaron con el cierre del aeropuerto. “Esto nos está perjudicando muchísimo”, afirmó.
Explicó que los circuitos turísticos suelen incluir playas y montañas, por lo que el cierre afecta a toda la zona norte, que depende en el 90 % del turismo. Jackson destacó que la principal afectación es la credibilidad de Costa Rica como destino turístico. “Esto se había advertido con antelación; ahora es más grave. Las pérdidas son enormes para aerolíneas y agencias de viajes”.
Según datos de la empresa operadora Guanacaste Aeropuerto, el 18 de noviembre se verán afectados 21 vuelos entrantes y 25 salientes; el 19 de noviembre, 12 vuelos de llegada y 12 de salida, y el 20 de noviembre, 17 vuelos entrantes y 17 salientes.
“Ojalá se busquen soluciones prácticas y reales que no afecten la temporada alta. Urge que el Poder Ejecutivo dé declaraciones y asuma responsabilidad”, manifestó Jackson.
Flora Ayub, directora ejecutiva de la Cámara Costarricense de Hoteles (CCH), calificó el cierre del aeropuerto de Liberia como un “desastre”, señalando que los daños en la pista se habían advertido con anterioridad. Estimó pérdidas de $675.000 en dos hoteles de Guanacaste por cancelaciones de reservas de grupos de turistas. Además, el impacto alcanza a las empresas de alquiler de vehículos. “No hay directrices claras y falta coordinación, pero los daños vienen desde hace tiempo”, agregó Ayub.
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En el ICT indicaron que comprenden y comparten la preocupación de los distintos sectores ante los impactos generados por los fenómenos climáticos en comunidades de todo el país, muchas de ellas turísticas, así como en la infraestructura nacional.
El ministro de Turismo, William Rodríguez, comentó que está en contacto con ministro de Obras Públicas y Transportes, Mauricio Batalla, para dar seguimiento a las reparaciones en la pista del aeropuerto. “Estas obras son fundamentales para garantizar la seguridad de los pasajeros, las aerolíneas y las operaciones aeroportuarias".
Álvaro Arguedas, presidente de la Asociación Costarricense de Operadores Turísticos (ACOT), señaló que las afectaciones por las lluvias en la pista del aeropuerto de Liberia ya se habían previsto debido a su deterioro. “El sector está preocupado y desmotivado en plena temporada alta, ya que no solo se afectan los pasajeros que se hospedan en las costas, sino también quienes visitan otras zonas desde esta terminal”, comentó.
Arguedas evitó estimar las pérdidas económicas por la falta de claridad en la solución al problema. “No podemos estar en un juego de cierres y aperturas de un aeropuerto internacional”, concluyó.